'Os declaro marido y marido', hasta que el mal cine os separe

'Os declaro marido y marido', hasta que el mal cine os separe
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Hay veces que se pretende maquillar una mala película poniendo sobre la mesa sus buenas intenciones. Está muy bien que algo como 'Os declaro marido y marido' defienda la integración y el respeto por los homosexuales. Y está bien porque aunque parezca una "polémica" ya superada, lo cierto es que no es así del todo (no señalo a nadie ni a ninguna organización multimillonaria). Otra cosa es el tratamiento que se haga, claro. Porque aquí no me parece que se tomen muy en serio el tema, pero bueno, es una comedia para pasar el rato, se lo pasamos por alto. Pero como decía, no puede defenderse una película con las intenciones y esta cosa que se estrenó en nuestro país hace unas semanas, con la "garantía" de haber sido número 1 en la taquilla norteamericana, desbancando al mismísimo Harry Potter, es ante todo un producto cinematográfico de muy baja calidad.

¿La historia? Dos bomberos muy amigos que deciden simular que son una pareja homosexual, por las ventajas fiscales que les proporcionaría. Sin embargo, ya hubo otros que lo intentaron antes y hay medidas para evitar el fraude. Así conocerán a una abogada que pondrá en peligro la supuesta unión gay, al acercarse mucho a uno de los amigos. La abogada es la que tenéis en la imagen, deseando ser manoseada por el primer gay que se le pone a tiro.

'Os declaro marido y marido', título español para 'I Pronounce You Chuck and Larry', es, básicamente, un cúmulo de chistes y situaciones facilones derivadas de la diferencia entre lo que los personajes pretenden ser (gays) y lo que realmente son (heteros). Un argumento típico de comedia. Pero los tres guionistas (sorprendente encontrar a Payne entre ellos) que tiene ésta no se calentaron mucho la cabeza, ninguna broma de la película será recordada una hora después de verla, y Dennis Dugan dirige como si estuviéramos viendo un episodio televisivo de una serie cualquiera. No importa. Método relámpago de ocupación nazi trasladado al mundo del cine por parte de Hollywood, y tenemos un éxito de taquilla asegurado. Lo importante es que la gran masa sepa de tu película, que el título les quede y cuando vayan al cine, se les ocurra que quizá es una buena opción para echar unas risas. El resto da igual. Los que se la van a bajar de internet no son tantos como éstos, y los que tienen cierto critero en esto del cine no te van a hundir el barco. Nunca lo han hecho, bien lo saben Bay o Segura, entre muchos otros.

El trío protagonista de la película está formado por Adam Sandler, Kevin James y Jessica Biel. A ellos los acompañan Steve Buscemi (ridículo), Dan Aykroid (intrascendente), Ving Rhames (en un papel delirante que incluso hace recordar un poco a Pulp Fiction, aunque quizá es cosa mía) o Roy Schneider (el único que me hizo reír, por su concepción circular de todo), pero sus papeles son tan breves y secundarios que apenas se les puede llegar a disfrutar (intentarlo, mejor dicho); sólo están ahí para aportar un poco de valor a una comedia muy pobre. Porque ni Sandler, ni James, ni Biel son capaces de sostener un film absurdo. Ya me imagino a más de uno leyendo esto y pensando "pues con Biel me conformo" (hay una cosa llamada porno) o "Sandler no es mal actor". Hey, yo también pienso esto último, me di cuenta de que es un actor con posibilidades cuando vi 'Punch Drunk Love'. Pero el señor Sandler se ha hecho famoso y millonario por otros títulos, por hacer el "payaso" que habla y viste tan raro, el graciosillo que adoran los norteamericanos en títulos como 'Un Papá Genial' o 'Mr. Deeds'. Desgraciadamente aquí es "ese tío", muy vago para dedicarse a la interpretación. Biel se limita a demostrar que tiene un cuerpo envidiable y James casi a todo lo contrario, aunque a veces también intenta colar algún chiste.

Ya sé que muchas veces se va al cine para pasar el rato, para olvidarse de las molestas tonterías cotidianas de la vida de cada uno, pero mi consejo que es paséis de largo con esta 'Os declaro marido y marido'. Ni en alquiler, vamos. Hay otros títulos ahí fuera que merecen una oportunidad, realizados con mayor soltura y sobre todo con mayor energía. La comedia es una cosa muy seria. Muy mala película, señor Sandler, a ver si vuelve a ponerse en manos de un buen director y de una buena historia, talento no le falta.

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