'The Offering': una curiosa muestra cine de terror con mitología hebrea que pese a ser mejor que 'M3gan' no alcanza su potencial por abusar de los sustos

'The Offering': una curiosa muestra cine de terror con mitología hebrea que pese a ser mejor que 'M3gan' no alcanza su potencial por abusar de los sustos

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Offering

Hay sustos y sustos en el cine de terror. Hay sustos muy bien preparados, divertidos, sutiles o incluso jugones, e interactivos. Pero también los hay perezosos, que denotan un conformismo que sirve para pasar un rato medianamente divertido, pero no van a más. Es una pena que 'The Offering', de estreno en salas el 27 de enero, no aspire a más en su apartado de tratar de dar miedo, porque por todo lo demás es una buena muestra de género con raíces inusuales en las leyendas hebreas.

No solo eso, sino que además su director, Oliver Park, compone un buen desarrollo de conflictos y el diseño de arte alrededor de los ritos jasídicos. Su debut en el largometraje Viene después de varios cortos bien recibidos como ‘Vicious’, y por un momento nos hace pensar que hay una propuesta elegante, con ciertos aires de esas películas comerciales de los 90 en las que se veía un tratamiento nada tacaño en lo visual, pese a no estar supeditadas al espectáculo.

Una premisa diferente culturalmente

Y es que el planteamiento de ‘The Offering’ es bastante interesante: Art (Nick Blood) ha regresado a casa con la esperanza de reconciliarse con su padre, mucho más ortodoxo, Saul (Allan Corduner). Su esposa Claire (Emily Wiseman). también le acompaña y descubrimos que el anciano ha suavizado sus reticiencias sobre Claire. Pero Art tiene motivos ocultos para su visita que ni siquiera Claire conoce, aunque ese es el menor de sus problemas, ya que un cadáver es entregado en la Morgue de la vivienda y trae consigo un antiguo mal.

La idea resulta diferente otras películas de terror religioso por su acervo poco usual en la gran pantalla, aunque su fortaleza está en las relaciones entre personajes, muy definidas por la cultura del judaísmo ortodoxo, manteniendo los temas morales en el corazón de la historia. Su aproximación al “terror en funerarias” es afín a películas recientes como ‘La autopsia de Jane Doe’, ‘La funeraria’ o ‘Cadáver’, pero no aprovecha su localización como aquellas.

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Lo interesante es que, en vez de la tradicional película católica con lucifer como adversario, basa su mitología en el Abyzou, un demonio femenino del folclore judío responsable de abortos involuntarios y muertes de bebés, que además en la película toma varias formas, una de ellas que goza de un gran diseño y un no demasiado atroz CGI, pese a que los elementos más potentes de la creación es que la entidad es capaz de jugar con la percepción y la realidad de la persona maldecida.

Miedo perezoso al tope de volumen

Hank Hoffman, quien trabaja a partir de una historia del productor Jonathan Yunger, ofrece un guion que, por lo demás, podría estar ambientado en cualquier familia cristiana haciendo muy pocos cambios. Dado que ambos hombres provienen de entornos judíos ortodoxos, la película se habría fortalecido con diferencias más sustanciales, pero acaba siendo más genérica de lo que prometía, incluyendo todas las promesas de su trabajado puesto de partida, que quedan debilitadas por un uso del terror muy pobre, basado en sustos más molestos que tensos.

No hay nada peor que apoyarse demasiado en el volumen y la estridencia perezosa para crear miedo, y esta puede ser una de las peores versiones de ese tipo de recursos que el público ha viso perfeccionados por autores como James Wan o películas que lo llevan a lo sublime como ‘Smile’. Sin embargo, aquí no solo es facilón, sino que carece de variedad de planteamientos, lo que es una pena porque se atreve a plantear un final coherente, no demasiado habitual en producciones dirigidas a grandes salas.

The Offering

‘The Offering’ es la última muestra de la tendencia de horror judío de los últimos años, con ejemplos como la digna ‘Possession’ (2012), con la presencia del dybbuk, una nueva ‘The Golem’ (2018), las guardias de los shomer en ‘The vigil’ (2019) o la reciente ‘Lullaby’ (2022), sobre el demonio Lilith; sin embargo esta es la menos estimulante de todas ellas, con extra de frustración por unos valores de producción y acabado muy profesional que no responde a las propias expectativas que generan sus primeros minutos. Tras un año dorado para el terror, 2023 ha empezado de forma tibia con la insufrible ‘M3gan’ y esta oportunidad perdida.

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