'Tu Vida en 65´', nostalgia de guay

'Tu Vida en 65´', nostalgia de guay
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'Tu Vida en 65´' es una película dirigida por Maria Ripoll que consiguió el premio al mejor guión en un festival de Barcelona el año pasado, y que me dispuse a ver hace unos días debido al entusiasmo de un conocido que quedó maravillado con la cinta, algo a mi parecer demasiado exagerado, porque si bien la misma tiene una historia interesante y llena de posibilidades, su puesta en escena y trabajo de la directora adolece de un montón de defectos que la terminan relegando a un puesto más bajo del que merecería.

La historia narra cómo tres amigos van al entierro de un joven al que confunden con un viejo compañero de la escuela, ya que tenían exactamente el mismo nombre y apellidos. Una vez allí, el cabecilla, por así decirlo, se enamora de la hermana del difunto y establece una curiosa relación con ella, mientras recuerda a su padre fallecido hace años, y lo mucho que le gustaba mirar para la lavadora cuando era pequeño.

Curiosamente, esto último suena a completa gilipollez, pero realmente es de lo más interesante de la película, ya que ésta logra transmitir una sensación de nostalgia que a todos nos puede sonar familiar. Y me refiero a nuestros recuerdos de la infancia, esas cosas que acostumbrábamos a hacer y de repente un día dejamos de hacerlas, años más tarde recordamos todo ello y se apodera de nosotros dicha sensación. En la película es ver como da vueltas el bombo de una lavadora, y en nosotros cualquier otra cosa en apariencia trivial. La película consigue transmitir muy bien la nostalgia del personaje principal, y que nosotros la sintamos también. Prácticamente desde el pirncipio, y es por eso que seguimos con interés todo lo que ocurre en la película, un pelín atípica en nuestro cine.

Sin embargo, poca cosa más hay. La historia, que en apariencia es bastante sencilla, se vuelve confusa hacia su final, en el cual pueden llegarse a varias conclusiones, lo cual no me parece mal. Pero la pedantería visual con la que es mostrado todo me produce dentera, y es que es como una especie de incongruencia. El film pretende ser realista al mostrarnos unos personajes normales y corrientes con unas vidas normales y corrientes, pero la cámara de la directora, con su puesta en escena logra todo lo contrario, que no nos creamos muchas de las cosas que vemos, por ejemplo, que los jóvenes de hoy día ni hablan ni reaccionan como lo hacen en esta película.

Parte de culpa la tienen también los actores, los cuales actúan extrañamente, tal vez porque los personajes, a pesar de su normalidad, son raros. Sólo la actriz Tamara Arias me parece que consigue un buen nivel, dándolo todo en los momentos en los que sale, es la única que resulta verdaderamente natural y cinematográfica al mismo tiempo. Lo que ya escapa a mi comprensión es el porqué esta actriz no se ha prodigado más, porque talento se ve que no le falta.

Una película pasable, que además habla de la muerte y de cómo la aceptamos, aunque sólo de pasada. Efectiva por momentos, en otros enormemente pretenciosa, y siempre con cierto aire pedantillo y de colegueo que la hace un poco distinta, pero también la trastoca. Por lo menos está mejor que aquella tontería titulada 'Utopía'.

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