Uno de los mitos eróticos, sobre todo en Italia y España, de los años setenta, Laura Antonelli, falleció el día de ayer. Su cadáver fue encontrado por la señora de la limpieza a las ocho de la mañana. La actriz vivía sola, desfigurada debido a una mala operación de cirujía estética, y enfrentada a la justicia por un supuesto delito de tráfico de drogas.
Laura Antonelli iba realmente para gimnasta, convirtiéndose en profesora de gimnasio, lo que le puso en contacto con el mundo, primero de la moda, y después del cine. El éxito le llegó en los setenta, cuando protagonizó varias películas en las que era generosa enseñando su cuerpo, algo por lo que se hizo famosa, aunque fue mucho mejor actriz de lo que parecía a simple vista. Pero en aquellos años, el público no quería buenos actores, quería desnudos.
Uno de los mayores éxitos de la actriz fue la divertida y excitante 'Me gusta mi cuñada' ('Peccato veniale', Salvatore Samperi, 1974), del director que la lanazó a la fama con 'Malicia' ('Malizia', 1973). Trabajó con directores de la talla de Luchino Visconti —'L'innocente' (id, 1975)— o Ettore Scola —'Entre el amor y la muerte' ('Passione d'amore', 1981)—.
1991, año de su acusación por drogas, protagonizó también 'Malizia 2000' (id, Salvatore Samperi). La actriz tuv o serio problemas mentales que le obligaron a no aceptar más papeles. Tenía 74 años.
Vía | El país
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