"Poner trabas a una fuente de ingresos como la ficción española es ser muy imbécil y cateto": Tristán Ulloa, Javier Rey y Carlos Sedes de 'Fariña'

"Poner trabas a una fuente de ingresos como la ficción española es ser muy imbécil y cateto": Tristán Ulloa, Javier Rey y Carlos Sedes de 'Fariña'

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"Poner trabas a una fuente de ingresos como la ficción española es ser muy imbécil y cateto": Tristán Ulloa, Javier Rey y Carlos Sedes de 'Fariña'

‘Fariña’ se ha convertido en un clásico instantáneo de la televisión española. No solo porque su calidad esté a la altura de la de cualquier lujosa serie americana, sino porque ha llevado la década de los 80 a la parrilla sin recurrir a la nostalgia, el guiño-codazo al espectador o los clásicos chascarrillos o cameos. La serie basada en la novela de Nacho Carretero encuentra las claves de su éxito en la honestidad y la naturalidad con la que muestra la realidad más oscura de una época.

Y también, por qué no decirlo, a la atracción por lo prohibido y la historia oculta de la droga en Galicia. El poder de transmitir esas sensaciones recae en los actores de la serie que no son caras desconocidas para los que sigan otras series como ‘Velvet’. Tuvimos la oportunidad de hablar con ellos y uno de los directores de la serie. Javier Rey, que interpreta al narcotraficante principal, Sito Miñanco frente a frente a su némesis en la serie, Tristán Ulloa, que se mete en la piel del policía

Sito Ulloa

  • ¿Cómo se juega con tratar a personajes como narcotraficantes que incluso llegan a caer bien?

Javier Rey: Mi trabajo es no ponerle ninguna restricción a mi personaje, sino darle alas. No juzgarlo en ningún momento y llevarlo hasta las últimas consecuencias, si no, no lo estaría haciendo bien. No decirle al espectador cómo se tiene que sentir. Cada uno se posiciona en el lugar que le apetece. A día de hoy todavía había gente que me decía que debía honrar a Sito Miñanco, que le defendiese etc, igual que hay gente que lo odia a morir. Esa dualidad es una realidad de lo que ocurría y de lo que ocurre todavía.

Para mí eso es un signo de que 'Fariña' es una serie inteligente y madura. Porque igual quien se siente identificado en los primeros capítulos al final no simpatiza de la misma forma porque ya se ha pasado de la raya.

Tristán Ulloa: Hay que mantener la prudencia con estos temas. No hay que caer en la frivolidad, por encima de la serie hay una realidad que se ha vivido y se sigue viviendo, familias enteras muy tocadas por el tema y una sociedad que lo recuerda. Queremos dar nuestro testimonio de forma fidedigna a los hechos pero teniendo en cuenta que también es una ficción. El libro refleja los hechos pero hay que mantener una distancia.

Al igual que sigue siendo difícil hablar de Escobar en 'Narcos'. Es complicado lidiar con esto. Incluso muchos se han querellado contra la serie. Algunos de ellos se presentan como gente campechana y que dicen no sabes nada de lo que pasa en la serie, pero personajes como Charlín incluso han amenazado. No son los que hicieron nada directamente, pero bajo su responsabilidad hay algunas muertes violentas.

Carlos Sedes: Hay un juego con la cabecera, puesto que ninguna es igual. Es un homenaje a un amigo gallego, un actor que cuando se encontraba vestido de cualquier cosa decía aquello de 'Lo que teño que facer para no ter que ir o mar'. Me parecía una frase que puede parecer una excusa al principio pero que después pierde el sentido, es una excusa barata y no justifica los hechos. En cada capítulo la historia se va oscureciendo y va perdiendo más razón los capos.

Sito3

  • ¿Cómo estáis viviendo el éxito de la serie semana a semana?

Javier Rey: Yo antes de rodar sabía que íbamos a hacer una serie muy buena, lo sabía. Cuando me leí los ocho primeros guiones dije, "guau", pero no sabía cómo lo íbamos a hacer. Luego ví la fotografía de Jacobo, empiezo a ver los ensayos y lo que Carlos Sedes nos exige en cada secuencia. Al tercer día de rodaje vi un nivel de compromiso que yo no había vivido nunca. Una exigencia que ya sabía que iba a ser buenísima. No tenía idea de cómo la gente lo iba a recibir y quedé fascinado por la respuesta.

Me ha cambiado la visión un poco porque me he dado cuenta de que la gente pide series más inteligentes, el espectador no quiere todo masticado y por eso creo que han encontrado su serie en 'Fariña'. Hay mucho más criterio audiovisual del que pensamos y cada vez exige más.

Carlos Sedes: Sabíamos que estábamos haciendo algo especial, pero no éramos tan conscientes de lo que se nos venía encima, puesto que la crítica profesional ha sido muy sólida. teníamos el miedo de no saber separarnos de tantos referentes como 'Gomorra', 'Narcos' y la verdad es que lo único que tuvimos claro fue hacerlo a través de la identidad gallega. Acercarnos a la clase social, al pueblo.

Tristán Ulloa: Tener los diez guiones antes de empezar a rodar es raro en el mundo de las series. Eso no pasa nunca. Que tu sepas el arco de tu personaje desde que empieza hasta que termina es un lujo. Ahora estoy en 'Snatch' y nunca sabes lo que te va a llegar. Síq ue me había encantado haber rodado todo de forma cronológica, porque también hay un trabajo en el aspecto físico que se pierde. Pero tener toda la perspectiva de la historia desde el principio es lo mejor.

Carlos Sedes: Tenerlo todo antes facilita la dirección.

  • Estamos viendo un cambio importante en Sito Miñanco, ¿Qué está pensando por dentro ahora que todo no va tan bien?

Javier Rey: Antes de nada, aclarar que cuando me refiero a Sito, me refiero siempre al de la ficción. Hay un gran cambio desde que aparece la culpabilidad por muertes que le tocan de una u otra forma, siempre de forma indirecta, aunque no sea el brazo ejecutor. Sufre una debacle emocional porque en la cumbre se está muy solo y hace mucho frío. La desconfianza del día a día, la ambición... se mezclan demasiadas cosas cada día a un nivel demasiado extremo que hacen que un ser humano sea incapaz de tolerar todo y tiene que salir por algún lado.

  • ¿Habéis hablado con Nacho Carretero?

Tristán Ulloa: Hablamos con él y también vino al rodaje, yo sigo teniendo contacto con él. Es un tipo impecable como persona. Han ido a saco a por él desde muchos flancos pero el es muy prudente, muy educado y creo que ha hecho un gran trabajo con el libro aunque luego pueda haber opiniones y demandas. Pero él ha sabido reaccionar ante tanta polémica y da gusto escucharle. El respeta que se querellen contra él, ya decidirán si es falso o no quien tenga que decidirlo. El ha tratado de ser honesto y en las sucesivas ediciones ha ido corrigiendo cosas.

Javier Rey: Un montón, sabe mucho, es un buen tipo y sabe mucho de cosas puntuales. Nacho me ha ayudado mucho pero también gente que le conoció en su momento, desde policías a gente que le amaba u odiaba. Un policía me hablaba de él con mucha pena. "Era muy buen tipo, si no hubiera dado el paso a la droga, ese hombre sería un empresario reputadísimo". La gente, al principio lo quería mucho. Hay una gran frase en la serie que dice "ellos se consideran a sí mismos empresarios o transportistas". Ellos no se consideran narcotraficantes.

Farina

Sito defiende a los suyos, es su empresa y por ellos hace de todo, pero tampoco se siente responsable de una generación, porque tampoco es capaz de ver el calado de lo que ocurre ni las consecuencias más cercanas. Es un tipo duro que para mantenerse en ese lugar hace como que las cosas le resbalan, pero le entran y es un ser humano y eso le va haciendo más rocoso y así va variando de pequeño gamberrete a pequeño rico, que es muy disfrutón.

Los niños de aquella época si les preguntabas que querían ser de mayores te decían que narcotraficante. Esa imagen de gloria se va transformando en "ya el dinero no es lo importante", "ya no soy disfrutón", "ya estoy muy solo y no me divierto", porque no tiene con quien divertirse. Esto mata a cualquier ser humano, si has llegado a lo más alto y no tienes con quien compartirlo deja de tener sentido. El castillo se empieza a derrumbar y empieza desde dentro. Antes de que todo se caiga, se empieza a desmoronar por uno mismo.

  • ¿Qué puede esperar la gente de la recta final de 'Fariña'?

Tristán Ulloa: A lo largo de la serie he intentado jugar con una evolución emocional y física. Castro es un tipo que pone hasta su salud sobre la mesa y me ha gustado trabajar la degeneración que sufre el personaje. Si os fijáis en el aspecto del sargento en los primeros capítulos es mucho más jovial, dinámico y echado para alante, a partir del quinto, cuando ocurre lo que ocurre la energía del personaje es otra. Está desengañado y escéptico, lo mantiene hasta el final ya.

Javier Rey: Van a salir corriendo, no van a poder meterse en la cama de los nervios, va a poner lavadoras y hacer cosas en casa para gastar energía porque la serie acaba muy arriba. Yo estoy viendo la serie en casa semana a semana aunque ya la haya visto y sepa lo que va a venir. Y reacciono, si me pasa a mí, imagina al resto.

Carlos Sedes: De lo que más contento estoy es de haber podido narrar más que una serie, una época. A nivel personal nos queda ver la bajada a los infiernos de Sito. Recuerdo mucho la canción de Los Cafres del primer episodio, que decía aquello de 'algún día caerás' y eso tiene mucho peso ahora.

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  • ¿En qué os habéis inspirado para vuestros personajes además de las personas reales?

Javier Rey: En varias personas que creía que venían bien para crear a Sito. Pero no las voy a nombrar porque tampoco ellos lo saben (ríe). Hay un cúmulo de cosas, pero nadie de ficción reconocido. No tratas de copiar a nadie pero necesitas proyectarlo en modelos para no acabar llevándolo a un terreno demasiado personal. A mí me gusta que Javier Rey actor desaparezca lo máximo posible de la ecuación.

Tristán Ulloa: Enrique León fue un referente pero Darío Castro es más una metáfora de la lucha de algunas personas que lucharon contra el contrabando primero, narcotráfico después en una época en la que realmente no se podía hacer nada o más bien poco. Siempre hablo de el hombre con un tenedor en un plato de sopa. Casto en eso es gallego que el Pulpo a Feira, ese descreimiento va mucho con la cultura gallega y lo he tenido presente. Debían trabajar con pocas herramientas contra lo que había y las leyes de aquel momento.

Había que cambiar leyes para poder meter mano a esa gente, porque ni siquiera estaba mal visto el contrabando. Yo recuerdo ir a comprar tabaco para mis padres y te preguntaban si querías del normal o de batea en el propio estanco. Solo reaccionaron en ese momento cuando dejaron de recaudar impuestos. Ahora se hace mucha campaña.

Las cajetillas tienen fotos espantosas, pero en aquel momento el mayor recaudador del tabaco era estatal, cuando vieron que dejaban de ingresar se movieron, pero no antes ni por la salud.Con la droga, las madres de los chavales tuvieron que moverse hasta Madrid porque en Galicia nadie les hacía caso.

Sedes

  • ¿Creéis que estamos viviendo un momento de cambio con los nuevos modelos de difusión de las series españolas?

Javier Rey: No creo que estemos en un cambio sino que ya lo ha habido y creo que es positivo. Los targets se acortan, pero es que incluso desaparecen. No creo que todo el que ve 'Fariña' sea su público objetivo pero si tu le das verdad a la gente y se puede sentir dentro de lo que ocurre, al ver una serie no solo como entretenimiento de ver sino también como de sentir la gente lo agradece y lo ve. Se rompen patrones y ahora el espectador exige más y nosotros se lo tenemos que dar. La ficción española ha madurado mucho y vivimos en una edad cojonuda.

Carlos Sedes: La televisión está cambiando. Aquí intentábamos contar una historia sobria, hay acción y todo eso, pero la diferencia ha sido en plantearnos colaborar entre todo el equipo y planificarla como si fuera cine, planos medios y largos, evitar el montaje innecesario y aprovechar parajes naturales. O si rodamos en un bar, que ese decorado te cuente algo. Todo el flare de los años ochenta está buscado.

Hemos evitado los planos cortos, hemos buscado la atmósfera. Estamos evolucionando año tras año y el lenguaje se mueve con nosotros. A veces estamos acomplejados en mirar a la ficción americana pero hay grandes historias que contar en España. A veces tengo la sensación de que en lo ochenta se hacían cosas más nuestras y ahora miramos más afuera.

Castro

Tristán Ulloa: El problema de la ficción española es que a veces los nuevos proyectos no salen por culpa de otros factores. Los productores son PYMES y en este país no se hace más que poner trabas. Los autónomos españoles son héroes, son los que levantan la poca economía que se puede levantar en este país y aquí no hay incentivos, es muy difícil. Hay un ministerio de hacienda que lo único que hace es poner trabas. No se dan cuenta de que esto también es una economía.

Si se quieren vengar del nosotros por tonterías del 'No a la guerra' si esto es una vendetta absurda y gilipollas, pues que con su pan se la coman. Los audiovisuales extranjeros demuestran que se crean puestos de trabajo. Cuando hacía 'La Catedral del mar' en Cáceres, dos calles más allá estaban rodando 'Juego de Tronos' y otras más allá estaban con 'Romeo y Julieta'. Se estaban creando puestos más allá del turismo y no entender eso como una fuente de ingresos es ser muy cateto y muy imbécil. Pero a pesar de ello vamos a seguir insitiendo.

  • ¿Cómo os sentís con respecto a la representación de la cultura gallega en la serie?

Carlos Sedes: Había que transmitir que la gente de a pie allí utilizaba las lanchas para pescar y que luego con esos mismas herramientas pasaron a la droga de forma natural, había que llevarlo a esa tierra, esa realidad de los ochenta en Galicia. A veces surgían detalles casi de los Coen. En el sentido de que son pueblos, con poca gente en la calle. Había un tipo que había sido lanchero y luego aduanero que nos dijo algo así como que Galicia se parecía al oeste, y eso nos dio pie para tratar detalles como la música, donde buscamos a Morricone, que incluso la instrumentación típica gallega nos llevase allí.

Tristán Ulloa: Yo viví mi adolescencia en Vigo y mi familia por parte de padre son todos gallegos. Yo llevo muy dentro Galicia y viví sus años ochenta. En Vigo ibas a la playa y te decían que habían tirado unos fardos por la borda. A veces lo plastificaban y flotaba hasta playas y se sabía dónde llegaban. luego un montón de mercancía así se vendían en lugares que todo el mundo conocía. Ahora voy todos los veranos y me gusta que mis hijos formen parte de ello, me gusta reivindicar nuestra idiosincrasia.

Farina Localizacion

Javier Rey: Se hace un trabajo fuerte, por ejemplo en el idioma. Por ejemplo, no es que se hayan contratado actores gallegos y cada uno hable como quiere. Rosa, nuestra lingüista ha aunado para que todos hablemos parecido, de una zona en concreto. No es juntar a todos a hablar con acento y que unos suenen del norte o del sur, hay un compromiso con la ficción y a lo mejor solo se dan cuenta en Galicia, pero queremos ser rigurosos y lo hacemos. Tristán lo ha hecho, yo lo he hecho y me ha costado a pesar de que soy gallegoparlante. He tenido que poner esfuerzo para que sonase así.

Queremos hacer una inmersión en esa Galicia olvidada de la mano de dios, sin industria, sin que la gente pudiera salir adelante. Así, más o menos se sentían los personajes y era lo que escuchaban y queremos que el espectador lo sienta. Eso es la hostia y por eso no creo que sea una serie de drogas o narcos sino de la realidad de una zona del estado español, que era el norte, cuando estaba centralizado y allí había un paro enorme, la gente tenía que emigrar. La realidad de hoy es totalmente distinta.

  • ¿Habrá segunda temporada?

Tristán Ulloa: El libro va más allá en el tiempo y me gustaría que la hubiese. Honestamente no sé si va a haber otra. Creo que hemos hecho un gran trabajo no voy a tener falsa modestia, es uno de mis mejores trabajos y así lo siento. La historia merece más cancha, si se terminase aquí había quedado muy bien, habría quedado de puta madre. Pero daría para más.

Javier Rey: Si por mí fuera ya estaríamos rodando el cuarto capítulo.

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