Presentamos a ClickBin, la inteligencia artificial que genera los titulares de Espinof que arrasan en visitas

Presentamos a ClickBin, la inteligencia artificial que genera los titulares de Espinof que arrasan en visitas

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"Dura dos horas y puedes encontrarla en Netflix: un maremoto de emociones protagonizado por Johnny Depp"; "El estupendo tráiler de [Una Película] hace que la esperemos con más ganas que nunca"; "Qué ver en Disney+: una estupenda aventura para adolescentes con Andrew Garfield", "Qué fue de Luis Tosar, el actor que empezó haciendo cortos en Galicia y terminó ganando dos Goya"...

Los titulares de Espinof son un género literario en sí mismos. Pero lo que pocos saben es que nuestra mañana empieza con los temas ya creados venidos de la mente maestra de ClickBin, la Inteligencia Artificial que controla los algoritmos y los posibles resultados y los optimiza en forma de titular. En este medio ya nos hemos subido al futuro, y por fin estamos preparados para mostrártelo... aunque el viaje ha sido duro.

Mucha inteligencia, muy artificial

Fue en 2020 cuando, en plena pandemia, decidimos probar una nueva perspectiva en Espinof: las viejas entradillas no llamaban la atención lo suficiente, y necesitábamos un nuevo giro. Tras contactar con cientos de universidades y fábricas de robótica, finalmente fueron los ingenieros del MIT y la universidad de Harvard los que se unieron para fabricar la máquina perfecta para hacer titulares o, como se llamó en un principio, Titulotrón.

En un principio, Clicky 1.0 (el nombre evolucionado de Titulotrón) era capaz de juntar palabras que creía que podían funcionar juntas, pero le faltaba algo de estilo. Su primer titular, "Covid, mal en cines, bien en streaming, supongo" prometía, pero le faltaba algo de jugo. Es Mikel Zorrilla, redactor de la web, el que nos lo explica.

Clickbin
Estuvimos días y días hablándole a un robot, leyéndole nuestras críticas, resaltando palabras como "fabuloso", "increíble", "fantástico" y "fracaso": un tiempo después, aprendimos que la clave estaba en jugar con él. Más concretamente, a las adivinanzas: yo decía "Es una película con acción protagonizada por un icono de los 80 y puedes encontrarla en Netflix" y Clicky intentaba averiguar la respuesta. Fue laborioso, pero divertido.

Los famosos maletines

Cuando Clicky 1.0 se convirtió por fin en ClickBin y se puso en funcionamiento, llegó un problema que debíamos mejorar de forma urgente para que el truco funcionase: la variación porcentual de los maletines. ¿Cuál tocaba esa semana? ¿Quién nos había dado más dinero por un buen artículo? Añadiendo esos nuevos parámetros, ClickBin fue capaz de convertir titulares como "Un horrible fracaso en todos los sentidos" en "Una impresionante cinta que emocionaría a cualquiera". Así es: lo habíamos conseguido.

Robots

Cuando ClickBin adquirió un cuerpo propio, el mayor de sus problemas, de hecho, fue el de no tropezarse con los maletines que pueblan la redacción de Espinof y que, a estas alturas y puestos en fila, pueden competir en longitud con la Muralla China, siendo una de las pocas estructuras que pueden verse desde el espacio. ClickBin aprendió a llevar vida de crítico de cine: se iniciaba a eso de las dos de la tarde, escribía cuatro líneas a las tres y a las cuatro se echaba la siesta. Su actitud, francamente, empezaba a ser preocupante, como recuerda Mariló Delgado, redactora de la web.

ClickBin entraba con un café del Starbucks en la mano y los circuitos descuidados. Decía que venía de un pase de prensa, pero claramente se había quedado dormida e iba a inventarse el titular de la crítica que tocara basándose solo en el número de maletines que hubiésemos recibido. Se volvió adicta al maletín. Solo con tres o cuatro no le valían para poner bien a una película o una serie: empezó a exigir más y más solo para no comenzar sus artículos con la palabra "Mediocre". La inteligencia artificial se convirtió en una inteligencia horriblemente real. Y bastante desagradable, por cierto.


El año en que arreglamos a ClickBin

El ambiente llegó a ser irrespirable en la redacción de Espinof. ClickBin escribía titulares muy faltosos que se descartaban de inmediato. Llegó a insultar a estrellas e incluso a los mismísimos redactores. El artículo de Jorge Loser "Es un redactor que la lía en Twitter todos los días y puedes encontrarlo aquí mismo porque, o sea, soy yo" se hizo viral en pocas horas pese a la oposición del propio Jorge. La rebelión de la máquina había comenzado. Le habíamos confiado nuestros titulares y ahora no había forma de que los soltara. Por suerte, como Loser recuerda, se pudo solucionar:

Una noche, después de que ClickBin se fuera a ver un episodio de una serie al doble de velocidad "porque el embargo se acaba esta noche y algo tendremos que sacar", ideamos un plan para volver a tener a la inteligencia artificial amable y obsesa con el dinero que sabíamos que era. Primero conseguimos entrar en su cerebro, quitamos todos los módulos de sarcasmo, mala uva y amargor (básicos, por otro lado, en todo crítico de cine que se precie) y, poco a poco, vimos cómo volvía a la normalidad diciendo "¿Q... Qué hay de lo mío? Bueno, será tu opinión". Volvía a ser una de nosotros.

A día de hoy, ClickBin es tan inocente como llegó, y ya prepara nuevas obras maestras para asaltar Internet, como "Las 25 mejores series de comedia de acción que puedes ver en streaming", "La isla de las tentaciones 5: Pablo y Juliana se tiraron naranjas el uno al otro al ver que su relación no iba a ningún sitio" o "James Cameron dice que en 'Avatar: el sentido del agua' no ha utilizado CGI y es todo grabado cámara en mano en el garaje de su casa". Al final hay que quererla como es. ¡Por muchos años!

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