Festival de San Sebastián 2020: 'Beginning' es fascinante y una justa triunfadora aunque la edición de la COVID-19 ha dejado más joyas

Festival de San Sebastián 2020: 'Beginning' es fascinante y una justa triunfadora aunque la edición de la COVID-19 ha dejado más joyas

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Festival de San Sebastián 2020: 'Beginning' es fascinante y una justa triunfadora aunque la edición de la COVID-19 ha dejado más joyas

Visionar películas en pantalla grande, celebrar un festival, vivir el cine, han sido los mayores éxitos de esta 68° edición del Festival de San Sebastián. Quién diría a principios de año que acceder a una sala, apagarse las luces y deleitarse ante obras programadas con criterio artístico resultara tan complicado, conllevaría tantos riesgos.

Esta edición será recordada en el futuro por dos acontecimientos clave: la pandemia provocada por la Covid-19 y el debut de la directora georgiana Dea Kulumbegashvili con su deslumbrante 'Beginning' ('Dasatskisi'). La irrupción de dicha ópera prima en la Sección Oficial aplacó rápidamente los comentarios negativos que cuestionaban la calidad de la programación hasta ese momento.

'Beginning', justa ganadora de la Concha de Oro

Si bien es cierto que la obra, que llegaba al Zinemaldia con el sello de Cannes, es polémica y abrió un amplio debate entre los críticos y el público allí congregados, también lo es que en su mayor parte se valoró la distinguida mirada de Kulumbegashvili y lo estimulante que resulta el visionado de su película.

El jurado de la Sección Oficial, compuesto por los directores Luca Guadagnino y Michel Franco (ambos mostraron sus últimos trabajos en Donosti, serie y película respectivamente), la productora Marisa Fernández Armenteros, la directora de vestuario Lena Mossum y el actor Joe Alwyn, apostaron unánimemente por 'Beginning', otorgándole hasta cuatro premios, la primera vez que una película acumula tantos galardones del jurado oficial en la historia del festival.

A la Concha de Oro hay que sumarle el premio a la mejor dirección, el premio a la mejor actriz para Ia Sukhitashvili y el premio al mejor guion para Dea Kulumbegashvili y Rati Oneli. Con tan solo 34 años la debutante directora se la juega en cada plano, filmando las escenas con un riesgo que va incrementándose al tiempo que avanza el metraje.

Kulumbegashvili nos retrata una sociedad en descomposición a través de la opresión y violencia que sufre la protagonista, una mujer que vive en un pequeño pueblo del que desea huir cuanto antes y cuyo marido es el líder de una comunidad de Testigos de Jehová asediada por extremistas.

El exacerbado fanatismo, el peso de la religión y el machismo más repugnante son temas esenciales en este filme compuesto por largos planos sencuencia grabados con una cámara estática que realiza leves movimientos bastante bien planificados que sorprenden al espectador y dan un giro completo a la escena.

De esta forma se filma un atentado, una violación y un asesinato como pocas veces se ha presenciado en pantalla. Un milagroso dispositivo formal que encuentra similitudes con la reciente cinta ucraniana 'Atlantis' (Valentyn Vasyanovych, 2019). La realizadora, que rodó en el pueblo donde creció, sostuvo en la rueda de prensa tras su proyección que "la violencia forma parte de la vida, no se puede mirar para otro lado. Como sociedad a veces se hace pero yo no quería hacerlo".

Las otras grandes películas del Festival de San Sebastián 2020

Sin desmerecer ninguno de los cuatro reconocimientos a 'Beginning', se antoja algo excesivo vista la ausencia de títulos notables en el palmarés que, aunque inferiores a la justa ganadora, bien merecían estar en él. Son los casos de la francesa 'Passion Simple' (Danielle Arbid), de la china 'Wuhai' (Zhou Ziyang) y de la argentina 'Nosotros nunca moriremos' (Eduardo Crespo).

Esta acumulación de galardones para una misma obra no es nueva, sino que se trata de una circunstancia que se repite con frecuencia en el Zinemaldia (sin ir más lejos en la pasada edición la brasileña 'Pacificado' consiguió tres premios, entre ellos el de mejor película). Es por ello que resulta imprescindible un cambio en las bases del certamen para que la obra ganadora de la Concha de Oro no pueda recibir ningún premio más, como ocurre en otros festivales.

Crock Of Gold Few Rounds With Shane MacGowan

El premio especial del jurado fue a parar al documental británico 'Crock of Gold: A Few Rounds with Shane MacGowan', dirigido por el veterano realizador Julien Temple. Se trata de una propuesta enérgica sobre la vida del músico irlandés Shane MacGowan, líder de la mítica banda The Pogues.

Producida por Johnny Depp (cuyas apariciones en pantalla son del todo prescindibles), la película combina imágenes de archivo, entrevistas y animación para desarrollar la infancia, juventud, éxito y madurez del cantante punk. Disfrutable en su visionado pero con escaso valor cinematográfico, poca originalidad.

Los actores Mads Mikkelsen, Lars Ranthe, Thomas Bo Larsen y Magnus Millang se alzaron merecidamente con el premio a la mejor interpretación masculina por 'Another Round' ('Druk'), el último y estupendo largometraje del danés Thomas Vinterberg del que ya se comentó en el artículo anterior sobre el festival.

Por último, el premio a la mejor fotografía fue para la japonesa 'Any Crybabies Around?', escrita y dirigida por Takuma Satô. Una historia acerca de la precariedad de los jóvenes adolescentes en Japón que en muchos casos han de migrar a la capital para malvivir, de la importancia de las tradiciones que se transmiten de padres a hijos y del escarnio público que producen las televisiones. Con divertidos toques humorísticos la película, un tanto dispersa en su narración, alcanza su cima en su potente tramo final.

Del resto de secciones sorprende el discutible premio a la mejor película de New Directors concedido a la simplemente correcta 'La última primavera', de Isabel Lamberti. El enésimo acercamiento a personajes excluidos jugando entre la ficción y no ficción sobre una familia en la Cañada Real madrileña.

El jurado presidido por Belén Funes sí acertó en entregar la mención especial a la china 'Slow Singing' ('Gē shēng yuán hé màn bàn pāi'), de Dong Xingyi, una original mirada al desarraigo y el éxodo rural. Sin embargo, dejó sin reconocimiento a la fresca y desenfadada 'Seize printemps', ópera prima de Suzanne Lindon (hija del actor francés Vincent Lindon) que dirige, escribe y protagoniza con apenas 20 años una película sobre el primer flechazo romántico y el idealizado concepto del amor en la adolescencia.

Apuestas tan plausibles como la surcoreana 'Gal-mae-gi' (Kim Mi-jo), la japonesa 'Along the Sea' (Akio Fujimoto) y la británica 'Limbo' (Ben Sharrock) fueron ignoradas igualmente, aunque esta última consiguió el premio que otorga el Jurado joven. El drama de los migrantes mexicanos desaparecidos en el territorio fronterizo con Estados Unidos en 'Sin señas particulares' (Fernanda Valadez) y el vibrante y particularísimo retrato de un barrio argentino en 'Las mil y una' (Clarisa Navas) son las justas triunfadoras en la sección Horizontes latinos.

Mientras, en Zabaltegi-Tabakalera (cuyo nivel volvió a ser notable) los vencedores fueron la portuguesa Catarina Vasconcelos por 'A Metamorfose dos Pássaros' y el surcoreano Hong Sang-soo por 'The Woman Who Ran'. En Perlas, donde sí se apreció el descenso de grandes títulos, ganó el premio del público 'El padre' (Florian Zeller) un drama en el que Anthony Hopkins compone una de sus mejores actuaciones.

La edición del coronavirus, la que observamos la pantalla con mascarillas puestas, o el año en el que descubrimos a Dea Kulumbegashvili, en el que nos deslumbró 'Beginning'. Cualquiera de esta dos opciones sería certera para resumir sucintamente esta edición. Esperemos que la del 2021 sea distinta y podamos comentar las películas con más cercanía, sin distanciamientos, pero hemos aprendido que con ver cine en pantalla grande, en el marco de un festival como el de San Sebastián, ya salimos todos premiados.

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