Uno de los aspectos que más destacaba de 'Bron|Broen' era el componente social subyacente detrás de los asesinatos del psicópata que Saga Norén y Martin Rohde perseguían entre Suecia y Dinamarca. Con cada uno de sus actos, el asesino quería llamar la atención sobre algún aspecto de las sociedades de esos países que no funcionaba y al que nadie prestaba atención. Ese lado social es, también, lo que ha terminado distinguiendo a 'The Bridge', el remake que FX ha emitido este verano y del que se veía que tenía en su ubicación entre Estados Unidos y México su mejor baza no sólo para separarse del original, sino para aportar algo interesante a una ficción saturada este año de series con asesinos seriales de la más diversa índole.
Que Elwood Reid y Meredith Stiehm, sus responsables, decidieran resolver el caso principal dos capítulos antes del final ya es muy indicativo de lo que realmente les interesa en 'The Bridge', que no es tanto la persecución de David Tate como la exploración de la frontera y, en concreto, de dos de las actividades delictivas por las que es más habitual que aparezca en los periódicos; el tráfico de drogas y las desapariciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. Estas últimas, en concreto, parecen que van a impulsar la segunda temporada, en cuya preparación se va el último episodio de una primera temporada que ha sufrido de esa dicotomía de tramas. Siendo una adaptación de 'Bron|Broen', había que contar la investigación de ese cuerpo, formado en realidad por dos cadáveres, que aparece en medio del Puente de las Américas, pero donde se ha puesto más interés es en los personajes y las historias que se contaban alrededor de dicha investigación.
El caso de David Tate
Uno de los aspectos más flojos de la temporada ha sido la resolución del caso principal. Era el peaje que 'The Bridge' debía pagar al empezar como remake de otra serie, y termina reproduciendo la que también es la parte más débil de la original. Después de haber visto a un asesino detallista, inteligente, que lleva preparándolo todo desde hace años y que se dedica a llamar la atención sobre la problemática de los inmigrantes ilegales o sobre la corrupción moral de algunos estadounidenses que se van de fiesta a México, no termina de encajar del todo bien que la motivación única detrás de los actos de Tate sea puramente la venganza personal por la muerte de su mujer en un accidente de tráfico, dirigida además contra Marco, que en aquel entonces era el amante de su esposa. Sí, el secuestro de Gus y el descubrimiento del odio de Tate elevan mucho lo que está en juego para Marco, y le obligan a enfrentarse a su lado más oscuro, pero no acaba de ser coherente con el tipo de asesino que nos muestran al principio.
Esa trama permite el lucimiento de Demián Bichir y que se refuerce la relación que su personaje tiene con Sonya, pero no deja de ser lo más flojo de estos primeros trece capítulos. Eso sí, sirve para presentarnos a los personajes que amplían el mundo de la serie y que nos muestran esos aspectos de la frontera que 'The Bridge' quiere contar. Con Charlotte y el túnel de su rancho tenemos también la excusa para seguir viendo a Fausto Galván, ese narco todopoderoso que resulta ser una de las revelaciones de la serie, y no sólo por el pasado común que comparte con Marco. Ese túnel nos ha enseñado sólo una parte del tráfico ilegal de las más diversas cosas (y personas) que hay entre El Paso y Juárez, y tiene que dar mucho más juego en la segunda temporada. Y luego están los personajes que nos meten de lleno en el drama de las chicas de Juárez, que es el tema que, claramente, más interesa a la serie.
El ejemplo de Eva Guerra
Es un tema que fueron introduciendo poco a poco desde el primer capítulo, a través de Steven Linder y sus actividades de traslado clandestino de chicas mexicanas a Texas para ayudarlas a escapar de novios maltratadores o de ambientes que las ponen en peligro. Lo personalizaron en la historia de Eva Guerra, cuya búsqueda hace que Sonya se interese por todo el asunto, arrastrando a Marco a esa investigación con ella y utilizando como excusa el hecho de que el coche del tipo que secuestró a Eva tenía matrícula de Texas. A través de Marco vemos el clima de corrupción imperante en el departamento de policía de Juárez y, a través de Sonya, la indiferencia de El Paso hacia lo que pase al otro lado de una frontera que sólo les interesa para irse de fiesta (y dedicarse a cosas que, probablemente, no harían en Texas).
Linder es nuestra toma de contacto con las chicas de Juárez, pero es el giro final del último episodio, cuando la hermana de la periodista Adriana no regresa a casa de su trabajo en una maquiladora, cuando nos vemos metidos de lleno en el tema. Los dos reporteros de El Paso Times (Adriana y Daniel Frye) han sido otra de las revelaciones de la temporada, a los que resultaba muy divertido ver juntos en acción. Tendrán su propia subtrama con ese hallazgo de millones de dólares en la casa de una anciana centenaria, pero es la desaparición de la hermana de Adriana, y el interés de Sonya por el tema, la que nos indica dónde va a estar el principal punto de interés de 'The Bridge' cuando regrese el próximo verano. Meredith Stiehm siempre ha dicho que su intención es que el feminicidio de Juárez les permita explorar el ecosistema social y político de esa frontera, y que el espejo en el que se miran para las próximas temporadas es 'The Wire'.
En ¡Vaya Tele! | 'The Bridge' tendrá finalmente segunda temporada en FX
Ver 27 comentarios