'In plain sight', otra que mejora en su 2ª temporada

'In plain sight', otra que mejora en su 2ª temporada
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Entre las series veraniegas del cable en Estados Unidos hay más cosas aparte de ‘Mad Men’ o lo que HBO tenga pendiente de estrenar, cosas más ligeras pero entretenidas e igualmente estimables, aunque con menos prestigio entre los críticos. Una de ellas es ‘In plain sight’ (o ‘Al descubierto’, que es como AXN está emitiéndola en España), uno de los mejores estrenos del año pasado en cuanto a audiencia en el canal USA, protagonizado por una US Marshall que trabaja en el Programa Federal de Protección de Testigos.

La principal fuerza que impulsa la serie es su protagonista, Mary McCormack, que compone un personaje muy tenaz en su trabajo, borde, cínico y con un lado muy frágil que empezó a verse al final de la primera temporada. Tiene una estupenda, y divertida, dinámica con Fred Weller, que interpreta a Marshall, el compañero de Mary, hasta el punto de que sus intercambios y sus borderías han sostenido muchos episodios que cojeaban en todo lo demás. Hasta ahora, apenas habían aprovechado la utilización del programa de protección de testigos para las tramas, optando por cosas más típicas de cualquier serie de policías de la parrilla. Pero en cuanto se han centrado en los problemas que conlleva ser un testigo protegido, la serie ha subido muchos enteros.

Los problemas de los testigos para adoptarse a su nueva y anónima vida, dejando atrás todo un pasado que puede matarlos, son un camino poco visto en los procedimentales estadounidenses y una excelente fuente de conflictos para Mary y Marshall, que muchas veces acaban protegiendo a gente que quiere estar en el programa, pero que no tiene ningún deseo de abandonar su antigua vida y, por tanto, siempre acaba expuesta a que los criminales a los que van a delatar los encuentren y los eliminen. En esta segunda temporada, han tenido dos tramas al respecto muy logradas, sobre un proveedor de unos narcotraficantes que no puede funcionar socialmente si no fuma marihuana, y sobre un empresario judío, que huye de la mafia albanesa, con unos problemas matrimoniales que amenazan su estancia en el programa.

Lo que sigue siendo un lastre es la familia de Mary, que no tiene demasiado interés cuando se sale de su papel de volverla loca, de mostrar por qué Mary se vuelca con tanta dedicación en el trabajo. Por ahora, algunos de los problemas de su madre y su hermana se han limado un poco, pero continúan siendo el eslabón más débil de una serie que, además, consigue en buena parte de los episodios unos actores invitados muy interesantes. Sólo en esta segunda temporada han tenido a Kevin Rankin (‘Friday Night Lights’), Liza Weil (‘Las chicas Gilmore’) y dos veteranos de ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ como Joshua Malina y Richard Schiff.

En el ecuador de esta segunda entrega, ‘In plain sight’ sigue siendo un estupendo escaparate para su pareja protagonista, un dúo de policías muy logrado, y ha conseguido pulir los defectos de sus primeros episodios para convertirse en una serie veraniega entretenida y más sólida, en la que el conjunto ya no parece ser demasiado pequeño para lo que su protagonista puede hacer.

En ¡Vaya Tele! | Un primer vistazo a ‘In plain sight’

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