Actores de culto hay muchos, y cada uno tiene sus preferidos. Unos pocos son capaces de tener una relevancia que supera el éxito comercial de sus películas, volviéndose rostros fiables dentro del circuito de Hollywood (al menos hasta que terminan cansados de caracteres volátiles y obsesión por el control). Hay pocos casos más claros de un fenómeno así como Edward Norton con 'American History X'.
Historia de supremacismo
Norton protagoniza una de sus películas más icónicas en este drama violento y criminal donde el director Tony Kaye busca señalar el ascenso del neonazismo y el orgullo blanco en Estados Unidos. Una película que el tiempo ha hecho incluso más relevante, y hoy se nos ofrece la oportunidad para verla en televisión en abierto a través de Be Mad a partir de las 22 horas (también se puede ver en streaming a través de Amazon Prime Video y de HBO Max).
Derek Vinyard ha estado criado en la intolerancia desde niño, asumiendo como verdades los discursos de odio de su padre bombero que le han ido conduciendo a las comunidades de supremacistas blancos. Eso le lleva a exabruptos de violencia que le llevan a matar e ir a la cárcel, un camino que su hermano pequeño decide abrazar a pesar de que Derek está decidido a dejarlo.
No se puede decir que la película sea sutil en su planteamiento, y tampoco en su ejecución con escenas del pasado realizadas en un ilustrativo blanco y negro. Probablemente tampoco lo necesita, Kaye busca hacer un retrato urgente de la peligrosa deriva intolerante en las clases trabajadoras de Estados Unidos, algo que no ha hecho sino propagarse desde su estreno.
Su visión queda, eso sí, algo capada con respecto a lo que podría haber sido. Norton ejerció un mayor dominio del proyecto a través de reescrituras y participación en el proceso de edición, incrementando su presencia para alargar la película y reducir el control creativo del debutante Kaye. El director luchó y hasta amenazó con pedir que su nombre fuera eliminado de los créditos, algo que sin duda afectó a su posterior carrera en Hollywood.
Norton sin duda se salió con la suya. Su interpretación ha sido incluso más trascendente e icónica que la propia película, logrando además una nominación al Oscar como actor mientras que la película se quedaba corta en expectativas comerciales. Con el tiempo se ha ido labrando la reputación de ser uno de los clásicos de culto de los noventa.
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