'First Dates', una soltera de Calafell casi sale corriendo al llegar a su cita. "Con pelo era más fácil ligar"

David siente ardores cuando come comida picante y Esther está harta de que le vayan niñatos detrás

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En 'First Dates', a menudo te hacen la encerrona de emparejarte con un antiguo novio/tu primo/el vecino al que no soportas, etc. Esther creyó que su cita iba a ser su ex, pero respiró hondo cuando vio a David y comprobó que estaba equivocada.

Quiero ser como Rambo

David está ahora mismo en el paro, tiene 47 años y vive en Barcelona. Vino con la boina verde de cuando estuvo una temporada en el ejército porque le gustaba mucho 'Rambo': "Fue una experiencia de vida, para muy bien y para muy mal". También fue chófer de gente como Woody Allen, aunque no le ha ido muy bien en el amor: "Con pelo era más fácil. Tengo éxito cero en las apps porque no soy fotogénico".

Esther es gestora judicial, tiene 46 años y viene desde Calafell (Tarragona): "No quiero narcisistas, celosos, ni controladores, esos para otros". Le contó a Carlos Sobera que su vida amorosa era un desastre ("Cupido debía de ir un poco puesto") y que le habían tirado la caña chavales que podrían ser sus hijos.

Casi le dio un infarto al ver la boina de David en la mesa y creer que su cita era su ex: "Salgo corriendo. Me han entrado hasta calores". Luego ya se tranquilizó al ver que no, y él comenzó hablándole de los múltiples trabajos que había tenido: "Lo mismo te fríe una corbata que te plancha un huevo" pensó sorprendida.

También le extrañó ver que David bautizó su plato en sal, porque no toleraba el picante y el estómago lo tenía regular: "A veces me pica cuando meo, y en el culo ya lo damos por hecho. Muerte natural a los 46".

First Dates Decision

A él le gustó saber que le pillaba las bromas de humor negro y le preguntó por sus aficiones. Esther dijo que lo suyo no era salir a correr y David le dio la razón: "Correr es de cobardes". Chocaron los cinco cuando descubrieron que ambos eran asmáticos y fumadores.

Los dos se metieron un chupito entre pecho y espalda, preparados para lo que pudiera pasar en la decisión final. Si bien David quiso trolearla con un zasca, luego admitió que tenía muchas ganas de tener otra cita con ella. Esther también le engañó diciéndole que no quería nada con él, para luego decirle que era broma y que sí quería seguir conociéndolo.

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