En cierta manera, el espectador llega a perdonar a una cadena de televisión por todos los retrasos que sufre el regreso de su serie favorita cuando esta llega por fin a la pequeña pantalla. Cuando estamos ante ella nos olvidamos de esperas y de noticias sobre su posible renovación y nos centramos en lo que la ficción nos tiene que ofrecer. Y es que, en el caso de ‘Gran Reserva‘, la capacidad que tiene la serie para endulzar a sus seguidores provoca que estos se olviden de todas las penurias por las que ha pasado en los últimos meses.
Un año y medio hemos tenido que esperar para disfrutar de las malicias de los Cortázar, que después de dos temporadas se han convertido en unos abanderados de eso que llaman el “hijoputismo”. A la ficción no le preocupa venderse como una historia donde a cada momento sus personajes se clavan pullas o se intentan hacer la vida imposible dependiendo de las lealtades que surjan, un juego lleno de maldad donde el espectador solo tiene que frotarse las manos para comenzar a disfrutar.
El inicio de la tercera temporada de ‘Gran reserva’ ha continuado con las tramas de sus protagonistas, unas historias que bien podrían acabar de un capítulo a otro o que pueden extenderse hacia un buen número de futuros capítulos. Ese es uno de los aciertos de este drama, que siempre tiene un as bajo la manga esperando ser usado en una nueva partida de cartas. ‘Gran reserva’ es una serie llena de secretos, que pueden salir a la luz en cualquier momento, ya sea volviendo al pasado de los protagonistas o propiciando un acontecimiento revulsivo que puede dar mucho juego en el futuro.
Todos estos ingredientes están acompañados de unas férreas actuaciones en las que resalta, cómo no, Emilio Guitérrez Caba que, con su papel de Vicente Cortázar, se ha erigido ya como uno de los villanos más destacados de la ficción nacional de nuestro país. Cada una de sus lapidarias frases así como todos sus actos están dirigidos al regocijo del espectador, que no puede dejar de disfrutar con una de las ficciones más satisfactorias que existen en nuestro actual panorama televisivo.
Este juego de malvados se completa esta temporada con la evolución que ha dado el personaje de Gustavo, convertido en un cínico que disfruta con las penurias que ocurren a su alrededor (casi tanto como lo puede hacer el espectador de ‘Gran Reserva’), y la reaparición de Paula, dispuesta a devolver todos los malos tragos que los Cortázar le han hecho soportar en el pasado. Son solo dos de los nuevos ingredientes con los que cuenta la tercera temporada de la ficción, que por lo visto en sus dos primeros capítulos, pretende seguir con su tónica de sorprender al espectador con el desarrollo de sus episodios sin dejar pasar ni un minuto de aliento.
Entre los aspectos negativos (depende de quién lo mire), quizá llama la atención cómo ‘Gran Reserva’ ha regresado contando con pocos enganches que de alguna manera reiniciaran la historia y estuvieran destinados a reclutar a una audiencia nueva. El inicio de temporada parece estar dirigido a sus acérrimos seguidores, esos que saborean cada diálogo sanguinario lleno de ironía y maldad y que siguen disfrutando con cada nueva dosis de perversidad que aparece en la familia Cortázar. Y, si partimos del hecho que no todos los espectadores aguantan igual el paso del tiempo, puede que este hecho influya en el resultado de su audiencia esta temporada, que ya se ha visto afectada en el inicio de temporada debido a una fuerte competencia. Esa es la principal razón para que veamos la serie con la sensación de que estamos ante un vino cuya uva necesitó ser recogida hace algunos meses atrás.
En ¡Vaya tele! | ‘Gran Reserva’ sale del cajón, La 1 estrena la tercera temporada el lunes 7 de enero
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boone
He disfrutado como un crio con una bolsa de chuches de todas las pullas y cuchillos que se lanzaban en el primer episodio (el segundo lo he visto más rebajado de maldad) Si siempre se ha dicho que en Juego de tronos no hay personajes ni buenos ni malos; en esta serie podemos decir directamente que no hay personajes buenos; todos son unos hijos de puta por un lado o por otro o en los dos como es el caso de Gustavo :P Creo que el principal problema de Gran reserva ha sido ese año y medio entre temporadas ( y más en nuestro país que estamos acostumbrados a parones de 4 meses entre temporadas) en el articulo se habla de que no han querido hacer un reinicio para justificar este parón y es que es lógico ¡¡ESTA TEMPORADA LLEVA GRABADA 1 AÑO!! cuando se iba a emitir en un principio en primavera de 2012. Yo pienso seguir disfrutando de esta gran serie mientras pueda, que como están las cosas por TVe....
mfan
Pero algo pasa en las series españolas de los últimos años, que empiezan bien y van bajando poco a poco. Isabel fue una excepción. Todos los extrenos están por encima del 16-17 y muy pocas mantienen ese nivel o lo aumentan.
mery.gomez.12
A Gustavo me dan ganas de meterle un lápiz en el ojo de vez en cuando, que tío más cínico y a su mujer, siempre he deseado que de verdad espabile.
En el capítulo de ayer me sorprendió lo del tío de los Reverte.. a ver que se cuentan con este. Y como bien dices, aquí ninguno tiene nada de bueno, a la mínima ocasión se recuerdan los echos pasados los unos a los otros xD.
lewy
Descubrí la serie hace poco y tengo que decir que me sorprendió gratamente. Cuando la vi por primera vez lo hice sin esperar mucho de ella pero me confirmó que la había infravalorado considerablemente.
Gran reserva es un producto muy decente, con una realización estupenda y con grandes actores (en especial ese Vicente Cortazar y sus frases lapidarias que bien merecen ser enmarcadas). Y destacar el personaje de Sara, que empezó sin despertar mucho ruido y se ha convertido en uno de los que más juego dan junto a Gustavo.