'The Disaster Artist' y su crónica del rodaje de la hórrida 'The Room' no ha inventado un género propio: el mundo del cine ha sido siempre fuente de clara inspiración para las propias películas. Clásicos indiscutibles como 'Cantando bajo la lluvia' han reflejado momentos clave de la historia del medio como el paso del mudo al sonoro. Y películas como 'Cautivos del mal' retrataban entre líneas a nombres propios a los que no se podía nombrar directamente (en este caso, por ejemplo, el productor que protagoniza la película es una mezcla de David O. Selznick, Orson Welles y Val Lewton, y se rueda la película 'Doom of the Cat Men', clara referencia a 'La mujer pantera').
Es normal: el cine, siempre necesitado de personalidades más grandes que la vida, encontraba en el propio star-system y en sus penurias de dominio público material para historias apasionantes. Conforme fue pasando el tiempo, superados los sesenta y habiendo la nouvelle vague cambiado la visión del cine para siempre, distintos autores europeos usaron el cine para reflexionar sobre las películas y el impacto en sus vidas.