'La Caja': pseudopsicología de baratillo y muchas lágrimas

'La Caja': pseudopsicología de baratillo y muchas lágrimas
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‘La Caja’ se estrenó ayer
y, tal y como nos temíamos cuando hablamos del programa hace ya más de seis meses, no hay por dónde cogerla. El nuevo show de Telecinco se viste de gabinete psicológico y asegura que su terapia va a ayudar a personas con serios problemas a salir del hoyo en el que están metidas.

La idea es encerrar a esa gente en un espacio angosto rodeado de pantallas (la famosa caja) donde les enfrentan a sus miedos. En el debut del programa la cosa fue de gente con miedo a las cucarachas, una persona que se había separado y quería suicidarse y alguien que perdió a casi toda su familia en el accidente de Barajas del verano de 2008. Sólo con escribirla, la mezcla ya chirría, pero viéndolo dan ganas de salir corriendo.

¿Y qué les hacen en la famosa caja? Pues bombardearles con imágenes de lo que temen y darles consejos de psicología barata, de esos que cualquier amigo es capaz de decirte. La idea, claro, no es ayudar a nadie, sino llevar a los que participan al límite y, una vez allí, enfocar las lágrimas. Esto de psicología tiene tanto como de medicina los consejos que se dan las vecinas: “tómate esto, que a mí me fue muy bien”.

Telecinco ha colocado ‘La Caja’ en un horario en el que parece que le encanta amontonar basuras de éstas. Pero mientras que en cosas como ‘El juego de tu vida’ puedes reírte de quienes participan y se someten a una vejación autorizada, ‘La caja’ no tiene ninguna gracia.

Decía un conocido en Twitter que “al final La Caja Roja es una suma de videoarte, instalación, las pelis ‘SAW’ y ‘El Diario de Patricia’”. No encuentro mejor manera de describirlo. ¿Mi recomendación?: salir huyendo. De momento, se estrenó con un 23% de share.

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