Fallece Joaquín Jordá tras presentar su biografía

Fallece Joaquín Jordá tras presentar su biografía
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"La idea de morir no me asusta; solo me cabrea" declaró Joaquín Jordá en la presentación de su biografía, hace menos de veinte días. El director de ‘Monos como Becky’ y ‘De niños’, considerado el padre del documental español y representante de la Escuela de Barcelona, ha fallecido a los 70 años de edad aquejado de graves enfermedades.

Antonio Weinrichter lo describe en ABC como “Provocador, socarrón y extremadamente culto”. Además de realizador cinematográfico, Jordá fue editor de la colección de Cuadernos de Cine de Anagrama, traductor de autores como Sciascia, Magris o Baudrillard y, en los últimos, años maestro.

Nació en Santa Coloma de de Farnés (Gerona), en 1935. Estudió Derecho en Barcelona, se afilió al Partido Comunista con 18 años y también realizó cine militante para el PCI. Estudió en Madrid en el IIEC, el instituto que precedió a la Escuela de Cine, donde coincidió con la generación del nuevo cine español. Debutó en 1960 con el censurado documental ‘Día de los muertos’, y luego regresó a Cataluña para participar en el estallido de la Escuela de Barcelona, a la que aporta su título fundacional, ‘Dante no es únicamente severo’ (1967). Es uno de los creadores de su ideario y de algunas frases memorables en la diatriba de la “gauche divine” contra el cine mesetario (“Si no podemos hacer Victor Hugo, haremos Mallarmé”). Establecida la Escuela, Jordà se marcha a Italia. Tarda cuatro años en volver y bastantes más en volver a dirigir, aunque escribe guiones para otros directores (varios para Vicente Aranda) y más de una treintena de proyectos que no vieron la luz. Su nuevo enfoque documental del cine produce ‘Numax presenta’ (1979), crónica de una fábrica autogestionada que retoma después en el último filme que llega a terminar, ‘Veinte años no es nada’ (2004) y ‘El encargo del cazador’ (1990), magnífico memorial de su colega de la EdB Jacinto Esteva.

Su película de ficción es el thriller ‘Cuerpo en el bosque’ (1996), con Rossy de Palma.

El ocho de junio, en esta presentación de la biografía, ‘Joaquín Jordá. La mirada libre’ (Filmoteca /Portic), de Laia Manresa; el director y escritor confesó no saber: “lo que es una mirada libre, pero siempre he intentado no mirar donde no quería y lo he podido hacer”. Manresa ha sido guionista de sus últimas películas y había en consecuencia una buena comunicación entre ambos. El interés de la guionista por el realizador nació hace media docena de años, cuando vió una de sus películas durante un viaje por Hispanoamérica, y quedó tan impresionada que a su vuelta se empeñó en conocerlo. 'Joaquín Jordá. La mirada libre' está dividido en dos grandes bloques. Un capítulo titulado “Una vida intensa”, y otro, “Un cine contundente”. Manresa especificó que su mensaje es despiadado porque lleva la cámara y enfoca hacia donde nadie quiere mirar y que sus 14 películas están hechas desde el malestar, la rabia y la denuncia.

El documentalista dijo ser un luchador de fondo, de los que se crecen frente a la adversidad y puso el ejemplo de como cambió su percepción del cine, hace ocho años — a raíz de un infarto cerebral -- y cuando tuvo que realizar en blanco y negro (pues había perdido la sensibilidad para los colores) uno de sus documentales más celebrados, ‘Monos como Becky’. El infarto redujo su campo de percepción visual, por lo cual ha tenido que dejar de ser espectador de cine. Esto también le ha impedido leer la biografía, pero la autora le había leído con anterioridad fragmentos de la obra.

El cineasta Joaquín Jordá quiso que su funeral fuera simplemente una reunión de amigos. Ni parlamentos, ni actos, ni coronas de flores, ni altares, ni música. Así, durante la mañana de ayer, directores, alumnos, intelectuales, sindicalistas y emblemáticos personajes de la “gauche divine” cruzaron esa temida puerta que accede al tanatorio de Collserola para despedir a un hombre "insobornable, libre e irreverente con el poder", según coincidían en calificar sus allegados. Quizás por ello no asistió ni un solo político. Si lo hicieron Pau Riba, Jaume Sisa, Jorge Herralde, Jordi Balló, Luis Edo y Marc Recha.

La Filmoteca, no obstante, mantiene el homenaje que tenía previsto para el 13 de julio con la proyección de su película documental ‘20 años no es nada’ y los cortometrajes ‘Ictus’ y ‘Desconcierto urbano’. El acto se acompañará de una mesa de debate en la que se analizará la repercusión de su obra. Días antes, el 6 de julio, el festival de cine documental de Marsella le dedica una retrospectiva.

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