Jamie Campbell Bower se ha convertido en uno de los grandes rostros del mal en el imaginario reciente de la ficción televisiva. A través de Vecna, Uno y Henry en 'Stranger Things', el actor británico ha seguido retorciendo a su personaje en el segundo volumen de la quinta temporada y digamos que lo ha llevado a un territorio todavía más inquietante.
Ya no se trata solo de un villano sobrenatural, sino de una figura capaz de manipular, seducir y anular la voluntad de los que le rodean, especialmente de los niños. En los últimos episodios, la serie profundiza en el lado más perturbador del villano, construyendo un retrato que no tiene tanto que ver con el monstruo clásico, sino más bien con el horror psicológico.
Como el líder de una secta
Para construir esta nueva versión del personaje, Bower recurrió a referentes reales muy perturbadores. "Jim Jones fue una de mis primeras referencias", explicaba el actor a Variety, refiriéndose al líder del Templo del Pueblo, que fue responsable del suicidio colectivo de Jonestown en 1978.
"Estaba en mi lista de deseos, incluso respecto a ciertas cosas que decía cuando tenía a todos los niños frente a él. Hubo momentos en los que pensé: ¿Debo decir la palabra tú o nosotros? Ahora somos una familia. ¡Es realmente serio! Puede eliminar por completo la idea de autonomía, así que definitivamente tenía que haber ese nivel de sectarismo en él"
Por otro lado, la temporada 5 también introduce la identidad del señor Qué, que es el mismo Vecna, pero sin mostrar su verdadero rostro. "Tuve mucho miedo al interpretarlo", reconocía Bower, subrayando que su acercamiento al personaje en esta temporada fue distinto al que tuvo en la cuarta.
"Lo que vimos en la cuarta temporada ocurrió, y fue real. Es como preguntarse: ¿cuánto puedo ser amable con estos pobres niños para que se sientan lo más cómodos posible en este mundo? ¿Y cuánto de mi experiencia estoy ocultando en esto?". Para el actor, ese contraste entre la aparente amabilidad y la violencia latente es especialmente perturbador: "Hay un nivel de verdadera deshonestidad en eso, y eso da mucho miedo. Es muy difícil [trabajar en eso], sobre todo frente a un niño".
A pesar de que el personaje se vuelve cada vez más oscuro, Bower insiste en que no ha perdido del todo su dimensión humana. "Definitivamente veo algo de humanidad en él", asegura. "Cuánto de eso se retrata en este volumen está abierto a discusión e interpretación; definitivamente hay trauma y experiencia presentes en él, pero no se han explorado aún". Parte de esa humanidad se conecta con un suceso clave en la infancia de Henry, del que se habla en la precuela, la obra de teatro 'Stranger Things: The First Shadow', que el actor considera una experiencia vital que lo marcó para siempre.
Esa necesidad de comprender el pasado del personaje llevó a Bower a insistirles a los hermanos Duffer para tratar de obtener más información del personaje. "Era algo que sentía que tenía que sonsacarles a Matt y Ross Duffer… para mí era importante saber qué era y por qué", explica.
Además, de cara al final de la serie, el actor no desveló muchos detalles, pero sí que lanzó una advertencia: "Esperad lo inesperado". Y añadió que "el final del séptimo capítulo es un escenario increíble para lo que está por venir. Y si crees saber lo que te espera al principio del octavo, probablemente te equivoques… Es una bomba. Todo lo que crees saber se supera con creces".
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