La industria del anime ha cambiado una barbaridad únicamente en los últimos quince años, y es un mundo completamente diferente si retrocedemos algunas décadas más. Aunque no fue hasta la década de 1960 que el anime tuvo su gran revolución y su expansión por todo el globo con 'Astro Boy', la animación japonesa lleva muchos más años en marcha.
Por desgracia, muchos de los animes de los primeros años de la industria se han perdido con el paso de los años. Por eso el descubrimiento de 'Koukuu Eisei' un corto de 1923 ha sido tan importante a nivel histórico.
Didáctico, en muchos sentidos
Según reportan NHK y CBR, este corto de ocho minutos estrenado en 1923 se desarrolló desde Lion Corporation, una empresa de detergentes, jabones y productos de higiene que todavía existe hoy en día. Y 'Koukuu Eiseei', que viene a significar algo así como "higiene dental" era un corto didáctico para prevenir la aparición de caries.
El descubrimiento de 'Koukuu Eisei' ha ayudado a comprender un poco mejor cómo eran los primerísimos animes que se realizaron en esta época, justo cuando comenzó la industria. Porque a a pesar de que puede parecer simple, el corto tiene un gran valor histórico.
"Los escenarios y los kimonos están dibujados con mucho cuidado, lo que es impresionante. Los años 1920 fueron el amanecer de la animación en Japón, y se podría decir que fue un periodo vanguardista a la hora de utilizar la animación para explicar contenidos educacionales de una manera fácil de entender", ha dicho Akiko Sano, profesora en la Universidad de Doshita e historiadora de anime. "Hay muy pocas películas que se conservan de este periodo, así que es una pista muy valiosa para entender esta época".
Se apunta a que uno de los creadores de 'Koukuu Eisei' fue Seitaro Kitayama , uno de los primeros directores de anime y que realizó muchísimas producciones para publicidad. Junto con Juinchi Kouchi y Oten Shimokawa, Kitayama es considerado uno de los padres del anime y uno de los pioneros del medio, aunque muchos de sus primeros trabajos se perdieron durante el terremoto de 1923.
Así que el descubrimiento de una de estas primeras obras de la mano de Kitayama es, tal y como apunta Sano, una pista muy valiosa sobre los primeros años de la industria.
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