Vít Klusák y Filip Remunda, dos estudiantes de cine de Praga, pusieron en marcha un importantísimo estudio sociológico que conmocionó al país, dejó en evidencia la actitud del pueblo checo frente a la posible inclusión en la Unión Europea, y de paso, consiguieron un documental redondo, que tuve la oportunidad de ver en el Festival de Cine Europeo de Sevilla en el año 2004.
Con una introducción cronológica que resume el fervor de los ciudadanos ante la apertura de nuevos centros comerciales, Klusák y Remunda pronto nos explican en qué consiste la película. Son los directores, guionistas y protagonistas de 'Český Sen', así que por suerte son dos tipos simpáticos que caen bien desde el principio, para lograr que el espectador se sienta cómodo durante el proceso que se está llevando a cabo a lo largo del metraje.
Su objetivo es hacer creer a la ciudadanía que se va a abrir un nuevo centro comercial con precios increíblemente bajos (chuletas de cerdo a un euro, una cámara digital a cuarenta euros...), y con una política de mercado revolucionaria. Su nombre será Český Sen (el sueño checo), y su logotipo consiste en un bocadillo de cómic de cuando un personaje está pensando o soñando. Los eslogan publicitarios revelan frases como "no vengas", "no gastes", etc. Český Sen aparece en las paradas de autobús, en la TV, en la prensa, y pronto estará en boca de todo el mundo. La cuestión es que todo es un fraude. Český Sen no existirá nunca, y donde se supone se está construyendo el complejo, sólo hay una enorme fachada publicitaria. Un fake en toda regla que no va a dejar indiferente a nadie, o eso esperan ellos.
Los dos jóvenes directores van a Hugo Boss, donde les asesoran para que parezcan ejecutivos importantes, hacen encuestas a transeúntes, llevan a familias a comprar para hacer un estudio de mercado, contratan a una empresa publicitaria y a una orquesta para que componga una canción que sea el emblema de la ficticia compañía. Todo con una naturalidad y unas dosis de humor muy efectivas, que mantienen a uno expectante por la reacción de los checos ante tamaño fraude. La realización juega un poco con el uso de la ficción, ya que hay escenas que parecen actuadas, aunque las situaciones sean sin embargo efectivamente reales. De todas formas, el uso excesivo de la cámara en mano delata el espíritu de improvisación obligado por las circunstancias, ya que muchas escenas son de una sola toma posible para obtener un resultado final satisfactorio.
Todo parece indicar que los ciudadanos acogen muy bien la noticia, y que Český Sen será un éxito. El clímax tarda en llegar, pero merece mucho la pena la espera. No pienso desvelar los detalles, pero la trascendencia de la artimaña fue muchísimo mayor de lo esperado por Klusák y Remunda, y desde luego sacó a relucir una serie de conclusiones sobre una República Checa que no hace mucho todavía vivía bajo el yugo comunista. La película muestra que los checos admiten que el ir a comprar es una actividad placentera, que les llena y les divierte, y por ello Český Sen no es sólo una broma, una falacia o un chiste. Es la consolidación de esa afirmación no escrita antes de que el consumismo mueve masas, y lo mejor de todo es que cabe preguntarse si habría ocurrido lo mismo en nuestro país, o en cualquier otro (personalmente, me acuerdo a la perfección de cuando abrió Ikea en Sevilla...). La última media hora, por supuesto, es genial, y desternillante. Además revela algo que no deja de ser importante: ¿de dónde sacaron Klusák y Remunda el dinero para una campaña tan enorme? Los arreglos de la canción tradicional inglesa 'Hey ho' son sobresalientes, realizados por el compositor Varhan Bauer. La película fue anunciada como la primera "de realidad" en la República Checa, y se estrenó en 2004 con un éxito casi sin precedentes. Varias distribuidoras internacionales han comprado los derechos para poder lanzarla en DVD y emitirla por televisión. Pero de momento, al menos en España, Internet es el único medio por el que puede verse Český Sen, una obra documental necesaria, muy entretenida y de gran contenido social. Sin mucho esfuerzo, es posible encontrarla con subtítulos en español o en inglés. Un documental de amplísima relevancia, no en vano alabada hasta la saciedad por figuras del género como Morgan Spurlock o Michael Moore.
Una escena que particularmente adoro, cuando Klusák y Remunda hablan con una encuestada y les pide que cante algo junto a sus hijos, a lo que ella accede con la mencionada 'Hey ho', a la que poco a poco se va añadiendo una deliciosa orquestación. Es muy probable que 'Hey ho' no fuera elegida por la mujer, ya que la letra es muy representativa de lo que se expresa en la película: "Hola, nadie está en casa / no tengo comida, no tengo bebida / no tengo dinero todavía / todo el mundo será feliz".
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