'Hopper/Welles', dos colosos mantienen una charla sobre el cine y los procesos creativos entre cigarrillos y gintonics

'Hopper/Welles', dos colosos mantienen una charla sobre el cine y los procesos creativos entre cigarrillos y gintonics

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Hopper Welles Critica

Película inaugural de la 17 edición de Documenta Madrid, 'Hopper/Welles' es un trabajo contradictorio. Por un lado tenemos a uno de los cineastas más importantes de todos los tiempos en plena experimentación, pero por otro, tenemos demasiado de lo último. De todos modos, es imposible resistirse a este coloquio entre copas y cigarrillos.

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Dos hombres frente a frente

Hopper

Dennis Hopper era un nuevo (anti)héroe generacional tras su ópera prima, 'Easy Rider (Buscando mi destino)'. Orson Welles estaba más inquieto que nunca y se encontraba entre 'Campanadas a medianoche' y 'Fraude', la película que mejor mostraría sus inquietudes artísticas en un momento en que también andaba trasteando con 'Al otro lado del viento'. Por su parte, tras haber logrado el éxito con su primera película, Hopper también lidiaba para poner orden a las 40 horas de metraje que había ido sumando a su siguiente proyecto, 'The Last Movie'.

En esas andaban cuando Orson Welles tuvo la idea de retratar a su colega Hopper mientras lo atiborraba de alcohol, preguntas y algo de picar. Y hay algo realmente cautivador en ver a Dennis Hopper cenando y bebiendo gintonics mientras el director de 'Ciudadano Kane' lanza cuestiones sobre cine, sin micrófono, al otro lado de una cámara en blanco y negro. Uno estaba de vuelta de todo y el otro iba directo a lo mismo, pero a lo bestia.

Durante más de dos horas, algo excesivo a todas luces teniendo en cuenta lo reiterativo de su charla, los altibajos y los momentos que realmente no terminan de aportar nada más que un ambiente sobrecargado donde ninguno de los dos olvida que su ego tuvo mucho que ver con su éxito, desfilan por el documental recuerdos y películas de Antonioni, Buñuel o las dotes interpretativas de Elvis Presley, así como la constante presencia del sexo, las drogas, el comunismo, las revoluciones imposibles y la personalidad de las obras como elemento clave a la hora de ofrecer algo con un discurso.

El podcast perfecto

Uno de los momentos clave de la trayectoria de Welles fue la retransmisión radiofónica que hizo en octubre de 1938 sobre la obra de H.G. Wells, 'La guerra de los mundos'. Ochenta años más tarde aún se considera como una de las mayores fake news de la historia, aunque según estudios recientes es posible que la incredulidad general de todo un país solo creciese a la par que la leyenda.

Hopper Welles B

El caso es que Welles, siempre adelantado, también hizo lo propio aquí, en este caso, con los podcasts. ¿Qué son los podcasts más que gente hablando de sus movidas mientras se pillan un buen pedal a base de cerveza barata y copas de garrafón? Pues aquí al menos se hace con una fotografía en blanco y negro bien agradecida y la conversación gira en torno a la obra de dos talentos en bruto, sobre su arte y sus inquietudes. Y el alcohol parece bueno. De hecho parece que el presupuesto del trabajo se centraba en abastecer a Hopper y tenerlo contento.

Hasta aquí todo es fabuloso, pero 'Hopper/Welles' tiene un problema, y es que no deja de ser un vídeo casero. Eso sí, un vídeo casero (en celuloide) de dos personajes irrepetibles durante una velada al calor de la chimenea. También hay tensión, como si por momentos cada uno de los implicados (aunque solo veremos a Hopper) recordase marcar un poco el territorio.
Lógico, eran dos bestias con demasiada pasión por lo suyo. Como lo suyo era el cine, que es lo que más nos gusta, esa pasión compartida convierte este desmedido documento estático en una buena cita para ir cerrando un año de mierda. Que suerte tuvieron estos dos locos al morirse en el mejor momento.

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