'La isla de Nim', un lugar muy poco interesante

'La isla de Nim', un lugar muy poco interesante
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Con bastante retraso viene 'La isla de Nim', una película que me ha dejado especialmente confuso. ¿Seré yo el único que pienso que el cine dedicado al público infantil/juvenil se está volviendo cada vez más idiota? Tenemos honrosas excepciones, y desde luego la apuesta de ofrecer películas de animación pero de temática adulta ha dado grandiosos resultados. Está el caso de 'HormigaZ', un brillante alegato contra el fascismo disfrazado de aventurilla para críos, o 'Shrek', con diálogos que sólo entienden plenamente los más mayores, y en el caso de Pixar, los ejemplos más obvios son el de 'Buscando a Nemo' o 'Wall-E'. En carne y hueso, parece que hemos de conformarnos con títulos mediocres como 'Viaje al centro de la Tierra' o el que nos ocupa.

'La isla de Nim' está dirigida por Jennifer Flackett y Mark Levin y escrita por ellos mismos según la novela de Wendy Orr. Los protagonistas tienen, a priori, suficiente gancho: Gerard Butler, Jodie Foster y Abigail Breslin. Butler no tiene un buen agente, y eso se demuestra en el hecho de que sus elecciones para desquitarse de su papel de Leónidas son cada vez más desafortunadas. Ya veremos qué tal está en 'RocknRolla', de Guy Ritchie. Lo de Jodie Foster es aún más inexplicable, porque prácticamente lo único bueno de 'La extraña que hay en ti' (su anterior film) era ella, y su participación en este engendro es desconcertante. En cuanto a Breslin, qué le vamos a hacer, nos la venden como la nueva niña prodigio y era inevitable que encarrilara una película de estas características.

El problema principal de esta supuesta historia de aventuras es que en ningún momento arranca. Nunca entretiene, ni interesa. Resulta que Jack (Butler) es un científico que vive con su hija preadolescente Nim (Breslin) en una remotísima isla oceánica tan tranquilamente, sin preocupaciones, ni hipotecas, ni instituto, ni atascos, ni conductos de aire acondicionado. Sólo paisajes muy bonitos, animales por todas partes con los que pasar el día sin dar un palo al agua. En esto que Jack se pierde en medio del mar, para que haya película, y a Nim no se le ocurre otra cosa que avisar, por Internet, a su héroe aventurero favorito, Alex Rover. Pero Rover no es más que una escritora con problemas de agorafobia que, con todo, saldrá en busca de Nim para ayudarla a recuperar a su padre. Acusa demasiado un ritmo incierto, que jamás es ágil sin ni siquiera intentarlo, y unas actuaciones muy flojitas. Es cierto que Abigail Breslin lo intenta un poco más, porque en ella recaen las pretensiones de la trama, pero es que la expresividad de Butler está reducida al mínimo y eso lo complica todo. Se dedican muchos planos y escenas a Jodie Foster. Muchos. Y nos aburre con su sobreactuación, que consiste en reiterativos tics tales como el tartamudeo, mirada de loca, muecas y demás. Nada que no hayamos visto, por ejemplo, en la interpretación de Nicolas Cage en 'Los impostores'. En ella se sustentan los principales chistes, pero sólo funcionan uno de cada diez.

En la primera mitad, se mantiene un tono intimista que no molesta demasiado. Las charlas que Alex Rover mantiene con su alter ego, interpretado por el propio Butler, son bastante imaginativas, pero uno se cansa rápidamente de ver cómo explotan el recurso una y otra vez. No hay muchos efectos digitales, pero cuando los hay (sí, me refiero al pelícano de las narices) meten la pata hasta el fondo. Y a partir de la segunda parte, cuando unos turistas vienen a la isla y Nim tiene hasta un breve y absurdo affaire con un jovenzuelo reprimido, todo es caótico y destartalado. Excesivo, en otras palabras. A ello le unimos que la cansina banda sonora de Patrick Doyle (quién le ha visto y quién le ve) incomoda progresivamente.

En definitiva, estamos ante una película que se marea en sus intenciones de divertir a los más pequeños, con una historia poco o nada interesante, una aventura que nunca tiene lugar. 'La isla de Nim' es demasiado inverosímil y cargante para los adultos, y demasiado antipática para los niños. Es por eso que es una película fallida, aburrida y ñoña. Desaconsejable.

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