'Reversal of Fortune', una comedia coreana sobre el valor de la suerte

'Reversal of Fortune', una comedia coreana sobre el valor de la suerte
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¿Quién no ha pensado alguna vez que con un poco de suerte la vida le iría mucho mejor? Yo también y ése es el planteamiento inicial de 'Reversal of Fortune' (2003), una comedia coreana dirigida por el debutante Park Yong-Woon, con Kim Seung-Woo de protagonista. La película es una fresca reflexión acerca del sentido o el valor de la suerte (todos solemos mencionarla) y de cómo reaccionaríamos ante un golpe de fortuna que nos permitiría empezar de nuevo. No es ninguna maravilla, más que nada porque no lo pretende, pero las risas están aseguradas y es que hay pocas cosas tan cómicas como ver a un tipo corriente (tirando a desastroso) en una situación nada convencional.

La película se centra en la historia de un hombre agobiado por su trabajo, por las deudas y con una vida social realmente lamentable. Un tipo que jugaba muy bien al golf cuando era más joven pero que, por razones que no se conocen hasta más avanzada la trama, lo abandonó y, desde entonces, todo empezó a irle mal. Las cosas no dejan de empeorar hasta que, una noche, conduciendo a toda velocidad por un túnel, por una extraña y fantástica coincidencia, se encuentra con un reflejo de sí mismo, un tipo exactamente igual a él pero con mejor coche y el pelo teñido de rubio. La distracción lógica hace que tenga un accidente. Cuando despierta, se encuentra con que ha intercambiado su vida con ese alter ego, un golfista famoso y de gran éxito. A partir de ese momento, todas las personas que conocía han pasado a desempeñar otros papeles en su nueva vida y le costará acostumbrarse, pero lo más grave llegará cuando le comuniquen que tiene que participar en un torneo de golf contra su gran ídolo, el campeón del mundo. Hay dos posiciones contrarias, a la hora de justificar los hechos que nos acontecen en la vida, hablando en general. Una se basa en el azar o en la suerte, que sería lo que determina nuestras vivencias. La otra plantea que cada uno tiene lo que se merece, es decir, hay que buscarse su propia 'suerte'. Esta 'Reversal of Fortune' parte de esa cuestión y juega con ambas posiciones, escogiendo una u otra según avanza la trama, a través de una serie de situaciones cómicas, siempre dentro del realismo hasta que llega el punto de inflexión, un fantástico giro argumental que permite variar todo el planteamiento inicial. La vida del personaje cambia por completo, pero él sigue siendo el mismo. Es un sueño hecho realidad... pero con reservas. Su nueva vida le obliga a ser otro y de ahí es de dónde salen las mejores escenas cómicas de la película. Porque el personaje se encontrará con las mismas personas que conoce pero, igual que él, nadie está en el sitio que le corresponde (en la otra realidad). Además, su alter ego está casado. Sin embargo, la mujer que ejerce de esposa está harta de su situación y sospecha que él la está engañando. Este frente será el primero que el protagonista tendrá que resolver y no le será fácil. La película se sostiene de forma peligrosa cuando se trata de las escenas entre ellos, conjugando escenas cómicas (muy logradas), dramáticas (logradas) y románticas (fallidas). El guión flojea cuando se trata de ponerse serio, dejando sólo la faceta divertida como único pilar fiable donde sustentar la trama. Quizá se apuntó más bajo de lo que se podía conseguir.

Quizá sobre, pero me parece preciso señalar algo que puede estar entre los motivos de que la película no guste a cierto gran sector. Esta película no es coreana sólo porque la producción sea de allí. 'Reversal of Fortune' tiene un ritmo 'asiático' (por decirlo de una forma que lo entienda la mayoría, aunque sea un estereotipo fácilmente discutible) que puede servir de espantapájaros (es una metáfora inocente, no se me enfade nadie) para muchos, más acostumbrados a un ritmo norteamericano, donde todo sucede a mayor velocidad. Esto, aunque pueda parecerlo, no se debe especialmente al trabajo de Park Yong-Woon tras las cámaras, no es un aspecto deficiente de la producción, sino que parte de una diferente concepción del cine, que aún hoy sigue siendo una barrera para el público mayoritario occidental. Este párrafo que podría calificarse de advertencia tiene una parte de justificación pero no estaría completo sin mencionar un grave defecto de la película y que sí es 'culpa' del director. Me refiero a una parte final, un tercer acto, completamente carente de ritmo y de agilidad narrativa. No es nada aceptable que llegados algunos momentos románticos la película se detenga casi en seco para dar rienda suelta a tópicos intolerables. Es posible que sea esto, precisamente, lo que haga recuperar la paciencia a cierto público potencial (el que gusta de lo melodramático) pero es un bajón muy pronunciado para el resto, más interesado en seguir disfrutando de la comedia atípica que tenían ante sus ojos.

Kim Seung-Woo en Reversal of Fortune

Es imprescindible destacar la labor de un inmenso Kim Seung-Woo. Con un físico muy particular que aprovecha con habilidad para potenciar la comicidad de sus escenas, Seung-Woo es, en todo momento, el centro de esta historia. El actor está siempre en su sitio, muy natural, incluso cuando, en unos divertidísimos títulos de crédito, le toca interpretar al alter ego del protagonista (breves escenas que podrían catalogarse de eliminadas pero que están perfectas ahí, con el telón ya abajo). Evidentemente, es en los momentos cómicos donde mejor se mueve y donde mejor aprovecha a su personaje; por el contario, en las escenas melodramáticas está menos convincente y casi podría decirse que desganado, pero es que es la peor parte del film, repito, y creo que es la mano debutante del director la principal culpable de ese bache. Por otra parte, el amplio reparto de 'Reversal of Fortune' es un gran punto a favor, no sólo por lo acertados que están todos los actores, sino porque enriquece la película y facilita la comparación entre las dos realidades que se ven en pantalla. Si bien es Seung-Woo quien ejerce de claro protagonista, está rodeado de personajes muy diferentes, jugosos papeles secundarios, donde destacan la guapísima Ha Ji-Won, interpretando a la sufrida (y enamorada) esposa y Kang Seong-Jin, que tiene el papel de fiel (y divertido) amigo.

En definitiva, una divertida comedia, con grandes interpretaciones y talentos por descubrir, que puede resultar lenta para un público poco acostumbrado a todo lo que no sea producción de Hollywood o sucedáneos, pero que, una vez aceptado el juego, satisface y mucho, llegando a lograr algunos momentos memorables. Como dije antes, no es una gran película pero sí tiene un nivel más que suficiente (sobrado) para superar a la mayoría de las comedias que cada semana llegan a las carteleras con un poster hasta arriba de premios en tal festival europeo o en cual certamen norteamericano. De las que llegan al número uno en la taquilla del país que gobierna Bush, o de ésas que gustan al espectador medio (el que quiere lo de siempre, mascado y rapidito), mejor ni comparar, no me apetece ser ofensivo.

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