Es cierto que hay algunas que merecen la pena, pero las secuelas han sido especialmente dañinas con el cine de terror. ¿El motivo? Pues va cambiando según el caso, pero la repetición desganada es lo más habitual y eso es algo que a la hora de intentar dar miedo al espectador tiene un efecto mucho peor que el hecho de repetir las mismas bromas o ver a alguien realizando una aventura sospechosamente similar a la anterior. Por mi parte, lo que más me molesta es cuando en un alarde de estupidez deciden alterar cosas de la primera entrega, dañando así aún más su imagen.
Por suerte, ‘Sinister 2’ no cae en esto último, que también es verdad que resulta más usual en una tercera que en una segunda entrega, pero sí que es una de esas secuelas innecesarias realizadas únicamente para seguir sacando más dinero al público con un relato que jamás llega a resultar tan inquietante como sí lo era por momentos la reivindicable ‘Sinister’. De hecho, la fórmula es la de intentar replicar y ampliar los mejores momentos de la primera, pero sin alguien al frente de la misma que sepa cómo dar forma a algo más que un cruce entre una mala copia y una deficiente ampliación.
’Sinister 2’, maldita secuela

Tenía claro que la marcha de Scott Derrickson para centrarse en otros proyectos –el ‘Doctor Extraño’ de Marvel- se iba a dejar notar, pero confiaba en que se minimizase gracias a que sí volvía a escribir el guión junto a C. Robert Cargill, pues es cierto que el libreto no era el punto más destacable de la primera entrega, pero sí que sabía crear una mitología interesante y únicamente mostraba verdaderas debilidades durante su tramo final.
Aquí todo el guión es un lunar, aunque su mayor pecado es coger lo mejor de la primera –las siniestras grabaciones- y quitarles todo su atractivo al abusar de ellas pensando más en que eso fue lo que más gustó al público y por tanto hay que darles más sin pensar que en lo que aportan a ‘Sinister 2’, volviéndose así un tanto repetitivos. De hecho, acaban suponiendo un lastre narrativo por impedir que avance la historia, y el giro con el que quieren sorprendernos y darle cierto empaque acaba por volverse en su contra, ya que es algo que se ve venir que va a pasar y encima resta intensidad dramática al tramo final al reducirlo todo a la opción más fácil.

Tampoco sale mejor parada la historia principal, en la cual lo único con cierto interés son los pequeños detalles que se aportan sobre la mitología de Bughuul. No son nada del otro mundo –lo más jugoso es lo de los mensajes de radio- y está claro que se han dejado cosas de cara a más posibles secuelas, pero al menos ayudan a que su visionado no sea una completa pérdida de tiempo. El problema es que, siendo generoso, eso acapara cinco minutos de metraje, y del resto lo más amable que puede decirse es que al menos la justificación para que alguien viva en esa casa no es del todo mala.
Eso sí, es cierto que la evolución de la historia resulta monótona y rutinaria, también que el toque malsano de las grabaciones caseras se diluye al abusar de ellas y dentro de poco entraré en detalle sobre lo mucho que sale perdiendo la película al no contar con un actor que otorgue la consistencia que Ethan Hawke daba a la primera entrega, pero creo que lo peor con diferencia es la subtrama relacionada con la custodia de los niños, ya que Derrickson y Cargill demuestran un terrible desinterés en intentar trascender los tópicos más cansinos de ese tipo de historias y construyen a un personaje especialmente lamentable como el del violento ex que ya hizo que desconectase por completo.
La última esperanza era que Ciarán Foy, sustituto de Derrickson como director, supiera lidiar con todos esos defectos y lo compensase con algunos momentos con notable fuerza visual o al menos dando un giro a los típicos sustos de sobresaltos. Lamento deciros que no es el caso, ya que viene a suceder algo parecido a lo que pasaba en ‘Insidious 3’: Se intenta mantener una continuidad apostando poco menos que por un enfoque clónico, pero se hace sin tener las ideas claras ni la capacidad de decisión adecuada para que no acabe siendo todo un pálido reflejo que pierde en todos los frentes en la inevitable comparación.
Flojas actuaciones, peores personajes

No sé quién llegó a la conclusión de que recuperar al personaje interpretado por James Ransone en ‘Sinister’ era una buena idea, pues allí es cierto que no molestaba, pero en buena medida era así por ser un secundario que como mucho funcionaba a modo de complemento en determinadas escenas. La cosa cambia como protagonista, tanto por ser más evidentes las debilidades del personaje en sí mismo como por el escaso carisma de Ransone para soportar todo el peso dramático, siendo un protagonista bastante gris que nunca logra implicarnos realmente en lo que sucede.
Además, Ransone muestra una preocupante falta de química con Shannyn Sossamon, una actriz que llegó a ser poco menos que una musa indie en su momento y que en ‘Sinister 2’ oscila entre la algo cansina desconfianza a los demás, el monótono papel de madre preocupada y su interés romántico por Ransone que no podría darme más igual. Con sus hijos en la ficción tampoco es que mejore demasiado la cosa, pero el encargado de casting al menos fichó a dos hermanos en la vida real y eso es algo que se deja notar a ratos por mucho que la relación entre ellos que se establece en el guión también sea bastante endeble.
En definitiva, ‘Sinister 2’ pierde prácticamente todo lo bueno de la primera entrega y se convierte en una secuela hecha con cierta desgana en la que incluso se comete el grave error de echar a perder la increíble fuerza de las grabaciones caseras por abusar de ellas. Con todo, al menos tiene algún detalle que la eleva por encima de la catástrofe de corte fantástico estrenada la semana pasada, pero se queda muy lejos del muy disfrutable regreso de Son Goku que también llega este viernes a los cines españoles.
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8 comentarios
edgar.m.barrera
Vi la película hace un par de meses y debo decir que es bastante malita, entiendo las decisiones del guión, las cuales tratan de mostrar la otra cara de la historia, sin embargo no funcionan. En la primera película la mezcla de Thriller con elementos sobrenaturales y el misterio de las películas, a mi parecer, funcionó bastante bien, todo ello soportado en una buena actuación de Ethan Hawke. En esta, optan por mostrar todo y eso le quita fuerza, generando muy pocos momentos de tensión. Sin ser un desastre de película, debieron haber dejado la historia con solo una película.
eluyeni
Bueno es saberlo, porque habría picado. Y eso que la primera no es que me parezca la bomba, pero tenía ese mínimo exigible más un final que la subía puntos. Cuando salió la secuela, sabía que fijo que iban a cagarla, porque no se me ocurría nada para continuar la cosa, salvo precuelarla. Supongo que eso lo dejarán para la tercera (si no lo hacen ya en ésta, que sinceramente no sé ni de qué va).
Pippen
La primera parte tenía sus cosas buenas que nunca llegaban a imponerse. Lo de las cintas daba mucho jugo pero lo estropean de la forma más fácil. Este será difícil que la vea.
Woodstock
La primera me gustó bastante quitando el desenlace.
SPOILER SPOILER SPOILER
SPOILER SPOILER SPOILER
Cuando a ciertas acciones que parecen humanas se les da el giro sobrenatural y por consiguiente, el "todo vale" para que tenga sentido... ahí me pierden como espectador.
FIN SPOILER FIN SPOILER FIN SPOILER
norep
Pues aprovechando un 2x1 que tenía la he visto y a mi si me ha gustado.
jsgenserio
Me sorprende las capacidades críticas de esta página... He podido leer las maravillosas cosas introducidas por décima vez en la película de dragon ball. ((¿Nos falta un enemigo? Resucitamos a un antiguo y lo chetamos))
Sin embargo con esta película parece ser todo malo...
Es cierto que se abusan de ciertas imágenes y situaciones, es cierto que la primera con Ethan Hawk tiene una calidad interpretativa que en esta se echa de menos, esas cosas no se pueden negar pero, seamos serios y coherentes que, parece que vemos las secuelas con gran disposición a sacar cualquier tipo de fallo.
En esta secuela se ahonda en la lucha de las victimas (niños) y en la manera en la que los fantasmas consiguen lograr su propósito. Nos muestran lo más duro, lo más borde para poder convencer al futuro asesino. Nos obligan a meternos en su piel. Desquicia el hecho de no saber que va a pasar hasta la locura del hermano (ésta última algo previsible), aunque también podría haber cedido el primer hermano.
En la primera es el Sr. Hawk bebiendo y viendo películas caseras, en la segunda es el niño acojonado viendo películas caseras.
A mi me gusta entender las dos películas como una sola, quizás así sea de mayor agrado a quien las quiera disfrutar.
Gracias por la lectura.
franberges
La primera con Ethan Hawke me pareció "decente", en cambio de esta mejor ni hablar...