James Gandolfini nos ha dejado

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La noticia ha cogido de sorpresa a todo el mundo, no es para menos. James Gandolfini, al que muchos reconocen sólo por interpretar al carismático Tony Soprano en la excelente serie de televisión de la HBO 'Los Soprano', ha fallecido a causa de un infarto estando de vacaciones en Italia. Tenía 51 años.

Gandolfini siempre será recordado por su personaje televisivo, de eso no hay duda. Un personaje caramelo que le dio la oportunidad al actor de matizarlo magistralmente durante seis densas temporadas y que le haría famoso a nivel mundial, tanto es así que en algunos medios se han hecho eco de la noticia bajo el titular "Tony Soprano ha muerto" como sentido homenaje a tan estimable trabajo actoral. Otros recordamos a Gandolfini de papeles anteriores en el cine, personajes secundarios que con el tiempo iban cobrando mayor relevancia.

A la memoria me viene su primer papel con cierto peso de la mano de Tony Scott en 'Amor a quemarropa' ('True Romance', 1993); la paliza que le pega a Patricia Arquette ocupa un lugar destacado en la antología del thriller violento actual. En su andadura, procurando dar vida a personajes con cierta sustancia, pasa por ser dirigido por Álex de la Iglesia en 'Perdita Durango' el mismo año que pasa inadvertido en una película de Clint Eastwood, 'Medianoche en el jardín del bien y del mal' ('Midnight in the Garden of Good and Evil'). El momento del vídeo es uno de mis preferidos en la filmografía de Gandolfini, perteneciente a 'The Mexican' (id, 2001), y me sirve para confirmar que era uno de esos actores de corte clásico que debido a ciertas características físicas estaban dotados para un determinado tipo de papeles, pero con el suficiente registro como para dar vida a cualquier tipo de personaje.

Gandolfini podía ser cualquier cosa, tu mejor amigo, tu enemigo más acérrimo, el tipo más bueno del mundo o el mayor cabrón que haya pisado la faz de la tierra, podía ser un tipo normal o el más extraño de todos, con su mirada podía tranquilizar o inquietar, podía serlo todo y no nos queda más que lamentar profundamente su pérdida porque se fue demasiado pronto.

Algunas de sus últimas interpretaciones pudimos disfrutarlas en películas como 'Mátalos suavemente' ('Killing Them Softly', Andrew Dominik, 2012) y 'La noche más oscura' ('Zero Dark Thirty', Kathryn Bigelow, 2012).

Hasta siempre James.

Vía | El país

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