Entrevista a Quim Casas, crítico de cine

Entrevista a Quim Casas, crítico de cine
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Me encontré con Quim Casas y sus críticas a principios de los 90, cuando me enfrasqué en la lectura del libro 'John Ford: El arte y la leyenda', un repaso histórico y crítico por la obra del famoso director. Uno de esos libros que no pueden faltar en la biblioteca de todo cinéfilo. Casas escribe principalmente en las revistas Dirigido por e Imágenes de actualidad, sobre todo en la primera donde hace gala de un estilo depurado y claro, sin pedanterías de ningún tipo.

Profesor universitario y crítico en El Periódico de Cataluña, es autor de varios libros, entre los que se encuentran 'Clint Eastwood. Avatares del último cineasta clásico', 'Películas clave del western' o 'Samuel Fuller'. Hace unos meses, coincidí con él en unas conferencias en mi ciudad, y aceptó amablemente concedernos esta entrevista.

  • ¿Cómo pasaste de ser un espectador convencional a crítico?

No lo recuerdo exactamente. Desde los trece o catorce años, creo, ya escribía reseñas de todas las películas que veía en el cine o en televisión, pero simplemente porque me gustaba hacerlo y me las guardaba para mí. Algunas de ellas, después, me han sido muy útiles para refrescar la memoria al escribir de determinados películas o directores. Por aquel entonces lo hacía porque me gustaba. A finales de los setenta ya me picó el gusanillo de escribir en alguna revista como Dirigido por, pero no fue hasta 1981 más o menos que empece a publicar. Como tenía todo el tiempo libre del que hoy no dispongo, me dio por escribir un libro sobre Raoul Walsh. Lo mandé a una editorial de Madrid, JC (la única, casi, que por aquel entonces publicaba monografías de directores), lo aceptaron, se publicó en 1982, les hizo gracia en Dirigido que alguien se atreviera con Walsh y a partir de aquí empecé a colaborar asiduamente en revistas y periódicos.

  • ¿Crees que los críticos son considerados unos bichos raros por el resto de la gente? ¿Crees que es debido a que a veces da la sensación de que están en posesión de la verdad absoluta?

Supongo que hay de todo. Si defiendes una película muy minoritaria eres un bicho raro para unos. Si defiendes una película muy mainstream eres un bicho raro para otros. No sé, supongo que si, pero si intentas argumentar bien lo que piensas de una determinada película y sabes exponerlo, no creo que nadie pueda pensar que estas en posesión de la verdad absoluta, simplemente porque no lo estás.

  • En España, en los últimos años, Dirigido Por ha sido todo un referente en la crítica española, algo así como el Cahiers francés. ¿Cómo recibís la llegada de un Cahiers español?

En Dirigido, en general, bien. Yo muy bien, por varias razones: tengo bastantes amigos y conocidos que están en Cahiers, yo por otro lado siempre he sido muy cahierista y, además, creo que de la "confrontación" entre las dos debe enriquecerse tanto la propia crítica en revista especializada como el lector, que tendrá más puntos de vista para desarrollar.

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  • ¿Qué opinas de la crítica cinematográfica en internet?

Hay de todo, como en la crítica impresa en papel. Lo bueno es su sistema democrático, que permite que gente que tiene difícil acceso a la crítica "institucional" (revistas, periódicos) pueda decir lo que piensa y desarrollar estilos nuevos. Conozco gente joven que escribe en revistas digitales y es muy buena. El problema es que a veces se utiliza la crítica en Internet para acceder a la crítica impresa, un poco como los directores independientes que lo único que quieren es darse a conocer y que les contraten en Hollywood.

  • ¿Se está recuperando, en cierto modo la auténtica cinefilia gracias a internet y los blogs?

Si, pero es un tipo de cinefilia distinta a la de los sesenta, a la que yo conocí después y a la de la gente formada como espectador-crítico-cinéfilo hasta los noventa. Hay cosas en este sentido que no son de Internet, como el proyecto Movie Mutations (Rosembaum, Martin, Nicole Brenez), que ya ayudaban a perfilar una nueva cinefilia a partir de la pre-existente.

  • ¿Qué opinas sobre internet y cómo está ayudando a rescatar títulos casi olvidados o películas que de otro modo no serían conocidas?

Creo que Internet y la edición en DVD que practican determinadas compañías es de lo mejor que ha pasado para la crítica cinematográfica en los últimos veinte años. El único problema es que crea una especie de nueva adicción: antes te contentabas con ver las películas, ahora quieres poseerlas....

  • ¿Qué blogs de cine sueles leer o visitar? ¿Pueden ser el medio más idóneo para la crítica cinematográfica independiente?

Miro varios pero no sigo de manera regular ninguno... Y sí, es de lo más idóneo para la crítica independiente, ya que no está mediatizada por lo que todos sabemos (publicidad, presiones editoriales, si escribes en un periódico que pertenece a un grupo que también produce cine, etc).

  • El cine español. ¿Pecamos de victimismo y falta de autocrítica?

El cine español es un tema que, a diferencia de otros colegas de profesión, me preocupa relativamente poco. El cine español está formado por una serie de películas, como el norteamericano, el hongkonés o el francés, y entre ellas hay algunas estupendas, otras buenas, muchas discretas y algunas que mejor no verlas. Ha habido una cierta tendencia en la crítica, sobre todo la diaria, en ser menos severo con las películas españolas que, pongamos por caso, con las norteamericanas, por lo que nunca he llegado a comprender la dureza con que a veces desde la profesión se ha atacado a la crítica de cine diciendo que no ayudaban en nada el cine español, es más, que lo perjudicaban. A mi no me gusta Garci, por poner un ejemplo, o Cuerda, por lo que siempre dejaré mejor las propuestas de gente con la que estoy en sintonía, tipo Lacuesta, Guerin.. No me gustó durante años Almodóvar, pero de las cinco últimas que ha hecho, tres me parecen muy buenas. Y así lo escribiré. Pero pasa lo mismo con el cine francés: me interesa un rábano un determinado tipo de comedia francesa y siempre defenderé lo que hacen gente como Assayas o Desplechin, aunque a veces no les salga bien. En cuanto a la autocrítica, creo que si la hiciéramos verdaderamente aún sería peor (y ponlo entrecomillas, porque tampoco creo que la crítica tenga tanta incidencia) y los films españoles serían más cuestionados de lo que se dice que están.

  • El cine y la red. ¿Va Internet a matar al cine?

Buff... pregunta difícil... hace tiempo que se anunció la muerte del cine como espectáculo de masas en una sala, pero de momento sigue funcionando... yo aún sigo prefiriendo ver las películas en el cine que en el ordenador, aunque muchas las tenga que ver así por trabajo... lo único cierto es que por Internet se pueden ver cosas que en nuestro país nunca llegarán a las salas, así que en este sentido la red matará tarde o temprano al cine, pero para bien... será una muerte dulce....

  • ¿Como convencerías a los del top manta y los screeners de lo que se pierden por no ir a una sala?

Nunca he entendido el fenómeno del top manta, porque mira que llegan a verse mal algunas de las copias que venden. Supongo que no se puede convencer a quien no le da demasiada importancia a la calidad de la imagen y el sonido, el trabajo con el color, etc, etc.

  • ¿Cuál es para ti el modelo perfecto de crítica cinematográfica?

No creo que haya uno solo. En todo caso, y es casi utópico, sería el que proporcionara un placer literario por si mismo, analizar a conciencia una película y supiera hacerte partícipe de ese análisis para ayudarte a comprender mejor lo que has visto o vas a ver. A veces ocurre que una crítica está soberanamente bien escrita pero no coincides en nada con el pensamiento del crítico, y en otras ocasiones coincides en todo pero la crítica no está bien escrita. Oscar Wilde escribió un libro titulado El crítico como artista, y aunque pueda parecer pedante, a eso es a lo que deberíamos tender. Hay críticos (Carlos Losilla, Sergi Sánchez, Xavier Pérez) que puedo leer solo por el placer de la lectura, por lo bien que trenzan las palabras para contarte lo que piensan de una película, al margen de que acostumbro a coincidir bastante con ellos.

  • ¿Qué aconsejarías a alguien que quiere ser crítico de cine?

Pues en consonancia con lo dicho antes, escribir mucho, pulir el estilo e intentar tener uno de propio. Y, claro, ver el máximo de cine posible, esa es la mejor (y única) formación.

  • Cuéntanos un poco sobre tus pasiones cinéfilas, películas, directores, etc. Con la pregunta que esto conlleva ¿No debe un crítico dejar sus gustos personales de lado o es precisamente eso lo que le distingue?

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Los gustos personales son los que acaban definiéndote. Si alguien ha seguido mínimamente lo que escribo, pues verá sin problemas que tiendo a una mezcla entre el clasicismo (Ford, Hawks, Vidor) y un determinado radicalismo (Lynch), o que me interesa (que no quiere decir que siempre me guste) un determinado género (western) o una tendencia (el cine independiente USA). Los gustos están ahí, aunque debes sortear los prejuicios, y eso lo consigues con el paso del tiempo. Cuando empecé a escribir no me interesaban lo que llamaríamos géneros populares (spaghetti western, giallo, peplum), pero ahora lo veo de otra manera y puedo percibir cosas que antes me resultaban impensables. Antes que crítico eres persona, y con los años cambias, ves algunas cosas distintas, aceptas otras, y todo eso debe traducirse forzosamente en tu modo de ver el cine y de reflexionar sobre él.

Mis pasiones son variadas y van desde Ford y Ozu hasta Lynch, Jarmusch y Garrel. Quizá no hay un director que me interese más que Bergman. Soy un devoto de la serie B clásica y siento una especial fascinación (malsana) por las películas de superhéroes. Pero ahora mismo nada me gusta más que determinadas series televisivas norteamericanas, caso de las de J.J. Abrams, donde creo que se encuentra lo mejor de la ficción audiovisual USA del momento.

  • PD: Ángel Fernández Santos.

Llegué a conocerlo, tenía un estilo muy personal y defendía con vehemencia aquello que le interesaba, pero nunca estuve de acuerdo con su discurso anti Hollywood, ni coincidía con sus gustos ni me gustaba su barroca forma de escribir. De entre los críticos clásicos, yo era y soy de la otra línea, la de Guarner (y Latorre y Marías, aunque estos no han practicado la crítica diaria).

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