James Bond será menos racista en la revisión de sus libros... pero mantendrá su homofobia y frases como "el dulce sabor de la violación"

Puestos a cambiar, quizá "la homosexualidad es una discapacidad obstinada" debería haber sido una de las prioridades.

James Bond
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Esta es una de esas noticias que gustarán a los amantes de quejarse muchísimo. Y es que, muy poco después de saber que Netflix y la Roald Dahl Story Company modificarían las palabras y frases más ofensivas de las novelas de Roald Dahl para adaptarlas a los nuevos tiempos y -sobre todo- no perder el copyright (algo que en España no ocurrirá, al menos de momento), ahora es James Bond el que se verá tocado bien por la "corrección política woke" o bien por "la adaptación lógica a los nuevos tiempos". Depende de tu lado de la balanza.

Cansino Royale

Ian Fleming Publications Ltd ha sido la encargada de revisar frase por frase las novelas del agente 007 y cambiar algunos términos y actitudes que podían ser aceptables en los 50 pero definitivamente no ahora. La palabra "nigger", que Fleming usaba de forma constante, ha sido eliminada y sustituida por "Hombre negro" o "Persona negra", y lo mismo ha ocurrido con las descripciones raciales, eliminadas por completo.

También en 'Vive y deja morir', la nueva adaptación ha eliminado referencias a Bond viendo al público de un striptease excitado "como cerdos" y lo ha cambiado por la expresión "sentir una tensión eléctrica". Son pequeños cambios realizados para que el público que empiece a leer hoy a James Bond no se sienta molesto con ciertos términos, o eso dicen desde la editorial. También es cierto que hay muchas otras palabras y expresiones que sorprendentemente sí han pasado el corte.

En 'Goldfinger', James Bond opina que los coreanos “están por debajo de los monos en la jerarquía mamífera" y en 'Solo se vive dos veces' que los japoneses son “una gente violenta sin un lenguaje violento". También han mantenido, por sorpresa, frases laudatorias hacia las violaciones, como "Todas las mujeres aman la semi-violación. Adoran ser poseídas" ('La espía que me amó') o "Y ahora que lo sabía... la conquista de su cuerpo, por la protección de su vida privada, tendría el dulce sabor de la violación", de 'Casino Royale'. O, sin ir más lejos, en 'Al servicio secreto de su majestad', se ha mantenido que Bond creyera que la homosexualidad es una "discapacidad obstinada, como el asma y mojar la cama".

Sorprendentemente, la revisión de la editorial no ha encontrado nada negativo en estas frases, defendiendo que los cambios pretenden "seguir tan fieles como sea posible al texto original y el periodo en el que ocurre", un criterio... extraño. Hay que decir que hace años que novelas como las de la saga 'Pesadillas' se adaptan a un público actual cuando se lanzan como libro electrónico veinte años después de su publicación original, así que es una práctica relativamente común por parte del mundo editorial que ha saltado ahora a los titulares. Incluso si hablamos del agente secreto más famoso de todos los tiempos.

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