El drama de Marieta nos deja el momento más delirante de 'La isla de las tentaciones 7' al grito de "¡no puedes entrar ahí!"

Otro episodio de sexo y venganza en el reality de Sandra Barneda y Telecinco

Lidlt
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Después de la delirante hoguera de confrontación en la última gala, 'La isla de las tentaciones' continuó por la senda surrealista con una escena de lo más rocambolesca: Marieta se arrancó a correr de repente y asaltó Villa Playa, justo en el momento en el que Álex y Gabriela estaban teniendo una sesión de sexo.

"¿Y mi novio?"

En casi cualquier temporada de 'La isla de las tentaciones' no falta "el momento liebre", en el que uno de los concursantes se queda mirando el infinito con las orejillas levantadas y, después de que los engranajes de su cerebro hagan clic, se lanzan a la velocidad del rayo hacia la villa de su pareja.

En esta edición, le ha tocado el turno a Marieta, que ya venía calentita por el cabreo de haber visto las imágenes de su pareja acostándose con una soltera (lo mismo que ha hecho ella, vaya) y por haber recibido las calabazas de Sergio, que se quedó tan pancho después de decir que no querría tener una relación con ella fuera de la isla.

La chica estaba que no podía dormir (un poco difícil dormir con la luz encendida, también os digo) y, después de darle al coco, se levantó como una sonámbula y se puso a olfatear el camino hasta la villa de su novio (eso o que tenga un mapa, porque ya me diréis cómo saben siempre llegar hasta allí).

En Villa Playa, Álex y Gabriela se subieron a la habitación a retozar un rato, ignorantes de lo que se les venía encima... literalmente. De repente, las solteras se pusieron a chillar como si acabara de entrar un maníaco, pero solo era Marieta irrumpiendo en la villa con los ojos inyectados en sangre: "¡¿Y mi novio?!".

La concursante fue de aquí para allá y los otros intentaron detenerla al más puro estilo Gandalf: "¡No puedes entrar ahí!". Por mucho que intentaron agarrarla para impedir que subiera arriba, lo último que se vio antes de cortar la gala fue a Álex y Gabriela dándolo todo en la cama y la puerta de la habitación abriéndose.

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