'Juego de Tronos' 4x01: situando las piezas en el tablero

'Juego de Tronos' 4x01: situando las piezas en el tablero
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Al fin ha llegado el ansiado momento de hincar nuestros colmillos seriéfilos a la cuarta temporada de 'Juego de Tronos' --no dudéis en leer este artículo de mi compañera Marina si estáis un poco perdidos y queréis contextualizar mejor lo que nos espera durante las próximas semanas--, pero, como era de esperar, su primer episodio ha estado marcado por una necesaria tensa calma para situar las piezas en el tablero antes de que todo se precipite. Sin embargo, ha habido muchos pequeños grandes momentos en los que merece la pena detenerse para paladearlos y valorar su importancia en su justa medida.

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'Juego de Tronos' (4x01): Dos espadas

Todo el mundo odia a Joffrey Lannister

No es del todo adecuado referirse a ello en esos términos, pero el episodio de ayer nos ha mostrado una --temporal-- vuelta a la normalidad en la que los Lannister tienen el poder absoluto y absolutamente nadie osa hacerles frente --de ahí que se haya optado por prescindir esta semana Stannis, al que, eso sí, se hacen varias referencias-- por miedo a lo que pueda pasar. Lógico resulta entonces que haya optado por mostrarnos las tensiones a las que se enfrentan la gran mayoría de los protagonistas, desde la falta de autoridad de Jaime Lannister --estoy convencido de que hasta él mismo estaba deseando apalizar a Joffrey en cierta escena-- hasta Joe Jon Nieve demostrando al fin algo de autoridad y confianza para explicar los pormenores de lo que le espera a la Guardia de la noche.

Sin embargo, la auténtica clave es lo efímera que ha sido la alegría para los Lannister, ya que hay otros asuntos que atender y varias piezas sueltas que amenazan con acabar con la próspera calma que desea Tywin. La inminencia de la boda entre Joffrey y Margaery es el hilo de normalidad en un clan en el que en realidad no hay nadie que esté de acuerdo con el otro. Una familia herida que ha de mantener las apariencias y, por ahora, centrarse en unos problemas personales que pueden acabar siendo su perdición. ¿Qué traerá problemas antes, el comprensible descontento de Shae con Tyrion o la necesidad de Jaime de mantener la promesa que le hizo a Brienne? Y eso sin olvidarnos de lo que pasó tras la última boda...

Todo el episodio ha girado alrededor de los deseos y necesidades insatisfechas de sus protagonistas, evolucionando paulatinamente hacia la consecución de alguno de ellos. Es por ello que cerrarlo con la venganza de Arya Stark ha sido la guinda perfecto del pastel. Se finiquitaba así el proceso definitivo de pérdida de la inocencia que comenzó con el decapitamiento de su padre --sólo así se entiende su inclusión en el breve resumen previo al episodio--, siguió con la pérdida por el camino de varios amigos y llegó a su punto álgido con los asesinatos de su madre y hermana hermano. Ese arco se ha completado con ella repitiendo las palabras pronunciadas en su momento por Polliver antes de acabar con su vida y, de paso, ha abierto el camino para ir poco a poco atando cabos en la cuarta temporada.

Moviendo fichas e introduciendo otras

Oberyn

Dejando de lado el cambio de actor en el personaje de Daario motivado por el fichaje de Ed Skrein para sustituir a Jason Statham en la nueva trilogía de 'Transporter' --estos detalles deberían cuidarlos más, la verdad--, hemos conocido a varios personajes nuevos, pero el que de verdad ha dejado una huella imborrable ha sido Oberyn Martell, en buena medida gracias a una impecable --y extensa-- secuencia de presentación en la que se nos ha dicho todo lo que necesitábamos saber sobre él para entender el peligro que representa --el único Lannister bueno es el que está muerto--, pero también alguna de sus posibles debilidades --¿acabará usando Meñique a su empleado en su contra?--.

Casi igual de importante resulta a priori la reaparición de Ser Dontos, un personaje que desapareció de escena a finales de la segunda temporada y que reaparece en sus horas más bajas para darle un colgante a Sansa. Me cuesta creer que sea un último ejercicio para salvar su honor antes de dejar que sus abusos alcohólicos acaben con él, pero en este caso la serie no ha querido darnos pista alguna sobre lo que podemos esperar de él, así que habrá que tener paciencia --o no si ya has leído los libros y sabes lo que sucede, pero no es mi caso--, y es que hay ocasiones para ir de cara y otras en las que sólo hay que ir moviendo piezas hasta que vuelvan a dejarnos boquiabiertos con la contundencia que caracteriza a 'Juego de Tronos'

Otros detalles

El Perro en acción

Los progresos de Daenerys y de los salvajes al otro lado del muro parecen condenados a avanzar con una lentitud que podría ser cansina para los espectadores más impacientes, pero no hay nada que no pueda solucionarse con un poco de tensión --el careo en el que echan en cara a Ygritte que si Jon ha conseguido salir con vida ha sido por culpa suya o la llegada de un nuevo y temible emisario de Mance Ryder-- y espectacularidad --seguro que no soy el único al que se le alegran los ojos siempre que aparecen los dragones--. Y es que el movimiento estático también es una oportunidad para regalarnos instantes de alta calidad.

Nunca será suficientemente reconocido lo mucho que aporta El Perro a 'Juego de Tronos' y lo genial que resulta su inesperado dúo con Arya. Su charla con Polliver no es más que una nueva muestra de ello, y la ambivalencia que la serie está consiguiendo con un personaje que en su momento odiábamos con pasión y con el que ahora llegamos incluso a reírnos --tanto por sus propios méritos como por la innegable química que hay entre Rory McCann y Maisie Williams-- es digna de elogio. Autoridad, brutalidad, genialidad y efectividad.

Análisis de
Tengo claro que es muy improbable que 'Dos espadas' vaya a aparecer en la lista de episodios favoritos de cualquier seguidor de 'Juego de Tronos', algo comprensible teniendo en cuenta su necesidad de ser la gran introducción para algo con mucho más jugo que exprimir, pero me resulta muy difícil pensar en qué podría haberse hecho de otra forma para que funcionase mejor. Un gran regreso, vaya.

En ¡Vaya Tele! | Seguimiento de 'Juego de Tronos'

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