'The Big C', una "comedia de muerte" sobre el cáncer

'The Big C', una "comedia de muerte" sobre el cáncer
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‘The Big C’ es una nueva serie firmada por Showtime, cuyo tema principal es el cáncer. Pero para. Nada de dramas. Ni una palabra sobre la muerte. Existen mil producciones que tratan la enfermedad desde un lado bastante triste de la historia, pero no es la única forma de mirar este hecho del que no estamos a salvo ninguno de nosotros. ¿Por qué todo tiene que ser negativo? Ese es uno de los pensamientos que pasan por la cabeza de Cathy Jamison, la protagonista de la serie, encarnada por Laura Linney.

Cathy, profesora de instituto de 42 años de edad, tiene una vida un tanto peculiar. Está casada con un marido estancado en el tiempo, que no ha sabido evolucionar ni física ni mentalmente. Odia a muerte la cebolla (uno de los alimentos que más le gustan a Cathy), pasa de tener una casa alejada de su trabajo y le encanta quedar con sus amigos en casa para emborracharse, dejarlo todo hecho un asco y jugar a cualquier videojuego como si tuvieran 17 años. Además, el matrimonio tiene un hijo, Adam, con un carácter completamente heredado de su padre, bromista sin gracia hasta el punto de hacer creer a su madre que se ha cortado un dedo pelando una zanahoria cuando realmente se trata de una broma hecha con un dedo de plástico y sangre de mentira.

Bromas pesadas de ese estilo son las que Adam le hace a su madre a diario. Promesas que no llegan a ninguna parte son las que le hace Paul, su marido, todos los días hasta el punto de que Cathy lo echó de casa y ahora duerme en el sofá de la hermana de Paul por incumplir todas y cada una de dichas promesas de supuesta madurez. A todo esto hay que añadir que Cathy padece un melanoma desde hace poco, que limitará su vida a un año más y ella decide no contárselo a nadie. Una decisión que le llevará a ver las cosas de otra manera distinta, aparentemente mucho más feliz que hasta el conocimiento de su enfermedad.

Cathy se niega a un tratamiento de quimioterapia. Le encanta su pelo y no está dispuesta a perderlo, pero además es consciente de que el estado de su melanoma es grave y no tiene cura a largo plazo. Según ella, con la quimio sólo estaría comprando un poco más de tiempo de vida cuando todos sabemos como será el final de la película. Entonces, ¿por qué no disfrutar y hacer lo que te venga en gana durante el tiempo que te queda? Esa es la premisa de Cathy, vivir como si no ocurriese absolutamente nada ni nada tuviese trascendencia, dada su peculiar vida familiar.

El piloto me ha encantado. Si continúa desarrollándose bien creo que es una de las grandes apuestas de la temporada. Una presentación de personajes muy divertida, una actriz principal que encarna correctamente esa pequeña locura de ser feliz durante poco tiempo como si nada ocurriese, a la que se suman personajes secundarios muy acertados como su extraña vecina, su particular alumna Andrea y el doctor que lleva su caso clínico. Una comedia de muerte de 30 minutos de duración muy completa, con todos los ingredientes para entretener, ofrecer un punto de vista diferente del cáncer y disfrutar con otra mentalidad tratando un tema de salud tan serio como ese. Totalmente recomendada.

En ¡Vaya Tele! | Showtime apuesta por ‘The Big C’

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