'La Última Señal', más allá de la muerte

'La Última Señal', más allá de la muerte
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Películas en las que se habla de lo que puede haber detrás de la muerte las hay a patadas, y desde todas las perspectivas. Algunas se centran en lo filosófico, otras mezclan el drama con el terror, y otras tienen como protagonista a la propia muerte. En casi todas hay fantasmas, que para bien o para mal hacen acto de presencia, o bien porque hay cosas que no han arreglado en vida, o bien para tocarle las narices al protagonista, y de paso al espectador. 'La Última Señal' podría reunir todas esas cualidades, y ya se sabe que quien mucho abarca... La pasada semana se estrenó entre nosotros esta película, prácticamente desconocida, y que mucho me temo que pasará por las carteleras sin que la gente se fije en ella, a no ser que reparen en su pareja protagonista, Andie MacDowell y Tim Roth, dos actores en horas bajas, al intervenir en este producto. A saber lo que vieron en él.

Kathy es una mujer que acaba de quedar viuda. Con tres hijos, su única preocupación en este momento es encontrar un buen trabajo, ya que corre el peligro de que el banco les quite la casa donde viven, por impago. Pronto empezará a percibir señales que indican que tal vez su marido quiere ponerse en contacto con ella desde el otro mundo, cosa que no le hace mucha gracia, ya que la maltrataba.

La película, con un aspecto de telefilm que tira para atrás, tarda bastante en arrancar, y eso que dura menos de hora y media. Aunque primero habría que ver qué es exactamente lo que quiere contar. No sabemos si es un drama, si es un film de terror, si ambas cosas. Incluso, llegamos a dudar por momentos, de si es una película. El problema como casi siempre, está en el enfoque que su director, Douglas Law, le da a la historia. Una historia, que por cierto, es casi inexistente, ya que está centrada simplemente en la premisa, y no avanza, por mucho que tenga una resolución. Resoluión que es metida a calzador, porque sí, porque toca, ya que acaba la película, y tenemos que ver cómo termina la historia. Antes asistimos a un montón de escenas que están unidas entre sí con cierta originalidad. Eso es lo mejor de la película, su forma de narrarla, jugando con el montaje. De hecho, diría que es lo único bueno que tiene.

La historia no está nada definida al no explicar muchas cosas, como por ejemplo la relación de la pareja protagonista, que la intuimos a través de los flashbacks, algunos de los cuales no son demasiado claros en su intento de darnos información para que sepamos qué es lo que unía, o separaba, al matrimonio. Realmente eso lo sabemos por lo que dicen los personajes, que al lado de los nombrados flashbacks, produce cierta incoherencia en el compartamiento del personaje de MacDowell.

Los actores, que podrían haber sido un reclamo comercial, ni siquiera realizan satisfactoriamente esa función. Andie MacDowell, probablemente una de las peores actrices que haya habido nunca, se pasa la película con su típica cara de amargada, intentado expresar sufrimiento, y lo único que expresa es que no sabe interpretar. Tim Roth es un actor curioso, ya que puede ofrecerte lo mejor y lo peor. Aquí, simplemente cumple con su cometido, sin destacar demasiado. Como el resto del reparto.

Una mala película, que a pesar de tratar un tema que nos interesa a todos, no logra despertar la más mínima curiosidad al respecto. Uno de esos films que no se sabe por qué lo han hecho, ya que ni siquiera han ganado dinero con él. Y que nadie me venga con lo de "amor al arte", porque me meo de la risa.

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