Entrevista a Marcos Borregón, autor de 'Soy Meera Malik'

Entrevista a Marcos Borregón, autor de 'Soy Meera Malik'
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Marcos Borregón ha visto cómo un cortometraje pequeño y casi sin medios, que le surgió en un viaje a la India para la ONG Amigos de Tara, ha sido nominado como mejor corto documental a los premios Goya que se entregan dentro de dos semanas. Hemos tenido la oportunidad de entrevistarle, y estas son sus palabras:

  • El cortometraje ?Soy Meera Malik? casi pide ser un largometraje documental?Se queda uno deseando ver más cosas?

Seguramente podría serlo. Fui completamente desprejuiciado, no sabía qué iba a hacer. Sabía que iba a ir, porque colaboro con la ONG, Amigos de Tara, tenía trabajo que hacer para ellos. Pero como soy realizador de profesión, pues llevé conmigo mi equipillo. Y me pasé semanas observando y observando, viendo qué hacer. Y como ya había hecho un trabajo previo que se centraba más en la escuela, esta vez decidí salir de la escuela. Entonces empecé a hacer seguimientos a los niños, elegí unos cuantos personajes, entre comillas, y no tenía muy claro ni qué iba contar, ni cuánto iba a durar, ni nada.

  • Puedes decir, con tus propias palabras, de qué va tu cortometraje:

Sí, es la historia de una niña que vive en los suburbios de Calcuta, y que a pesar de un entorno nada favorable, todo lleno de miseria, de basura y de violencia, pues es una historia de esperanza, una historia de flores que crecen en la basura, y todo al abrigo de una escuela que se llama Tara School que montó Natalia Pallás, que es una muy buena amiga mía, hace ya cuatro años.

  • Tu anterior corto también estaba rodado en la India

El anterior documental sí. He hecho otras piececitas, porque desde nuestra productora trabajamos con varios formatos extraños, de modo que el término corto se queda a veces largo para las cosas que hacemos, pero el último corto documental también estaba rodado en la India, sí.

*¿De dónde nace tu interés por ese país?

Natalia Pallás, mi amiga del alma, crea esta ONG en Calcuta, y yo sabedor de que está haciendo allí un trabajo le dije: “oye, ¿puedo hacer algo por tí?”, y me dijo “vente para acá, vamos a grabar esto y vamos a enseñárselo a la gente”. Y fui para allá, y enamorado del proyecto hicimos un trabajo muy básico, muy rudimentario en muchos aspectos, pero también muy conmovedor, porque contaba cuál era el trabajo que se estaba realizando. En apenas un año se había pasado de 0 a 200 y pico niños en la escuela, y con unos resultados estupendos. Entonces, de ahí surgió. Tenía una visita previa a la India, y la India es un sitio que a nadie deja indiferente. Seguramente, o no quieres volver nunca más o te enamoras totalmente de ella.

  • ¿Cuánto tiempo te llevó filmar el material para este corto?

Estuve un total de dos meses y pico allí en el barrio y conseguí como quince horas de material. Lo que sucede es que mi forma de trabajar, o por lo menos así me lo planteé en esta ocasión, era estar muy presente sin la cámara, estar entre los niños mucho para no resultar invasivo después. Seguramente las primeras tres semanas la cámara no salió de la funda. Luego de grabación un mes, más o menos.

  • ¿Y con un equipo de cuántas personas?

Un equipo de esta persona que está delante de tí. El sonido también lo llevaba yo. Tenía un inalámbrico para algunas entrevistas, y luego descubrí una cosa muy interesante, que es un micrófono de pistola que se coloca encima de la cámara, y que discrecciona también con el zoom. Conforme haces zoom con la cámara, el micrófono también hacía zoom, lo que permitía grabar a cierta distancia. Y la verdad es que me sorprendió, porque no sabía qué calidad iba a conseguir y estoy bastante contento. El técnico que hizo la postpo,

  • ¿Te fue muy difícil trabajar con las niñas?

Después de esa primera fase en la que insistía para que se olvidaran de mí, yo les expliqué que quería contar cómo era su día a día, y que si se pasaban el día sonriendo a la cámara y tal pues no iba a ser posible. Pero después de un mes ellas y todos los demás niños de la escuela van a su aire. Se puede observar en las tomas cómo podía yo estar a diez cm. de la nariz de un niño, y el crío me ignoraba con una facilidad estupenda. No me fue muy complicado, la verdad.

  • ¿Cómo las conociste?

Al ser niñas de la escuela, estuvimos observando y las elegimos entre unos cuantos niños. Los que resultaban más sueltos, más despiertos. Y de los cinco que seleccionamos se fueron descartando algunos por razones como que la madre se había roto una pierna y ya no podía ir a su casa. Y al final la elección de Meera fue en la sala de montaje, fue aquí. Porque también tenía profesores filmados, y toda la vida y elementos que rodean la escuela. Fue de una manera orgánica que me quedara con Meera y su familia.

  • Hemos notado que la selección musical es ecléctica. Mezclas temas más autóctonos con otros que no lo son. ¿Qué perseguías con esta elección sonora?

El primer corto que hice, como no tenía intención de moverlo por festivales, ni nada por el estilo, empleé la música de un artista medio inglés, medio hindú, muy potente y muy referencial, que te lleva a la India de cabeza, porque son sus raíces. Y para esta ocasión, no lo quería tan obvio. Había cosas que sí me apetecía que fueran más incidentales, más cinematográficas, como es el tema con el que amanece. Pero también quería otras cosas que transmitieran, no sólo por el tono sino por el ritmo. El caos de la ciudad tiene un tema guitarrero, con una percusión muy marcada.

  • La imagen es muy viva, muy ágil. ¿Con qué cámara lo filmasteis?

Esto es otro descubrimiento. Es una cámara Sony Full HD que graba en disco duro, la HDR-SRD. Es un nuevo formato, o de hace un año. Y la verdad es que me encantó. Salvo el acojono ese que te da de no tener una cinta, y la necesidad de tener que hacer copias de seguridad en el ordenador cada poco. Pero estoy muy contento, muy versátil, muy pequeñita.

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  • Se observa que tienes una cierta esperanza en la infancia, por muy mísera que sea su vida. ¿Crees que las ONG, también la vuestra, funcionan en la India?

Yo en lo que creo de verdad es en lo que uno puede hacer sin esperar nada de los demás. Creo en la acción directa. El trabajo de esta ONG es lo que es: sacar a los niños de la calle, del trabajo esclavo muchas veces, para que sean niños, para que hagan lo que les corresponde a su edad. Es estudiar, reirse, divertirse, hacer trastadas. Jugar en definitiva, y en el proceso también aprender. Creo en acciones pequeñas, si alguien tiene la capacidad de hacer algo y no lo hace, está perdiendo una oportunidad de ayudarse y ayudar. En general, supongo que hay de todo, pero no me atrevo a decir nada. La India es un país muy complejo por su demografía, hay mucha corrupción, es todo muy complicado, muy lento. Pero si quieres hacer algo hay que intentarlo.

  • ¿Te han influenciado algunos documentalistas, o algunos documentales, para afrontar tu trabajo en este cortometraje?

Este en concreto no. Luego he visto uno después de la grabación, que es ‘Los niños del barrio rojo’, que me gustó mucho y que me parece el primo o el hermano mayor del mío.

  • Como documentalista, ¿crees que el género documental puede, realmente, ser testigo de las verdades del presente?

Lo que pienso es que el documental nos despierta, a la gente que en general vamos al cine, y que nos gusta que nos cuenten historias. Porque estamos un poco hastiados de las historias de ficción de siempre. Da pereza el documental, pero en general hay unas historias estupendísimas. El otro día fuimos al pase de la SGAE para los nominados, y las cuatro en general me parecieron muy buenas. El género documental aporta muchas cosas. Y es muy amplio, con tonos muy distintos como terror o aventuras.

  • ¿Te crees con posibilidades de ganar el Goya?

Sinceramente, si hubiera un jurado, creo que de los cuatro el mío sería el segundo con más posibilidades, no te voy a decir cuál es el primero. Pero como es una votación bastante ciega, en el sentido en que los académicos votan sin verlo, porque es una categoría que a casi nadie les interesa. Se trata de quién tiene más amigos. O si tienes siete académicos cercanos más que tu competidor. En ese sentido creo que tengo las mismas posibilidades que los otros cuatro. Salvo por el hecho de que dos de ellos tienen una productora mucho más potente detrás. Si ganamos ya será suerte, hasta aquí ha estado bien.

  • ¿Crees que, en caso de ganarlo, sería importante para tu corto y tu carrera?

Sí, es muy bonito tener el cabezón en casa. No lo veo como fundamental, pero supongo que a los ojos de los demás da crédito para los nuevos proyectos. Nosotros entendemos que si presentamos nuestro futuro proyecto a no sé quién, pues el peso de este reconocimiento dura, o ya nos encargaremos nosotros de sacarle ventaja.

  • ¿Piensas reincidir en temas sociales en futuros proyectos?

Pues no lo sé, porque vamos a abrir un proyecto en Nepal con la ONG, y estoy pensando en irme unos meses para allá. Porque tenemosm que arrancar el proyecto y al mismo tiempo…Pero no tengo tan claro el hacer un documental más. El tema social me interesa porque si hay una historia que puede contarse y no lo haces, pierdes una gran oportunidad. Pero le doy vueltas a mi cabeza, que siempre está bullendo de ideas, y lo mismo hago otros cortos, otras piezas…

  • ¿Te ha tentado pasarte algún día a la ficción?

Sí, de hecho cuando uno está en la escuela es como que lo único que quieres hacer son películas. Pero te das cuenta de que hacer una película no puede ser un objetivo en sí mismo. No hay nada más triste que querer hacer una película y que a nadie le interese. También necesitas una buena historia, suficientemente emotiva. Yo he hecho cortos de ficción en 35 mm, y la pasión era un poco igual. Pero yo me considero cineasta porque hago cosas en tele, en internet…Si cuaja, cuaja. Sino, pues no. Es muy difícil levantar un proyecto de ficción hoy en día. Lo que pensamos es que si te metes en ello, más te vale divertirte en el proyecto. Una vez lo intentamos, pero no llegó a nada. Es mejor no volverse loco con ello.

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