'007 Al Servicio Secreto de su Majestad', James Bond enamorado

'007 Al Servicio Secreto de su Majestad', James Bond enamorado
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Estamos en una época de cambios para el agente secreto más famoso de todos los tiempos, por lo menos en lo que respecta al celuloide. Muy pronto hablaré de lo que me ha parecido a mí 'Casino Royale', película que sin lugar a dudas es un punto y aparte en la saga de James Bond. Antes he preferido rescatar los dos únicos títulos de la serie que un servidor no había visto, para completar así la saga y de paso hablar de un personaje que estará de moda las próximas semanas. Lo cierto es que '007, Al Servicio Secreto de su Majestad' también fue un punto y aparte en el momento de su estreno. Causó mucho revuelo y se creó una considerable polémica porque era el primer Bond que no estaba protagonizado por el mítico Sean Connery. Pero no sólo eso. El personaje sufrió un cambio radical en esta película, ya no era ese superagente invencible que estábamos acostumbrados a ver. Todos sabemos que Bond es un machista y que a él las mujeres le valen para desahogarse la tensión acumulada en medio de una peligrosa misión. Pues en este película el personaje se enamora pérdidamente de la hija de un importante mafioso con la que se va a pasear por parques y ver los amaneceres como si se tratara de un film romántico al uso. En algunos de esos cambios la película sale ganando, en otros no. Y cómo no, la elección de George Lazenby como Bond a mí personalmente me parece de lo más errónea.

El argumento de la película es lo de menos como en prácticamente todos los títulos de la serie, además, casi siempre son un pelín confusos, uno no sabe con demasiada claridad qué está sucediendo exactamente. Por un lado tenemos a Bond enamorándose de una poblemática mujer hija de un importante mafioso lleno de contactos del interés de Bond. Y por otro tenemos a 007 luchando contra el malo de turno que como siempre quiere adueñarse del mundo, eso sí, antes deberá hacer una demostración de su poder y pedir una enorme cantidad de dinero.

El villano de la película está interpretado por Telly Savalas, en su época de máximo esplendor. Por cierto es el mismo que sirvió a Mike Myers para crear su patético villano en las horrendas películas de Austin Powers. A pesar de que vi la película en versión original tenía la sensación de que en cualquier momento Savalas se pondría a hablar con la voz de Florentino Fernández y que Miniyo apareceira en escena de un momento a otro. Superado ese trance se puede disfrutar de unvillano en toda regla aunqu en su parte final hace una aparición que da risa.

Y es que uno de los mayores problemas de '007 Al Servicio Secreto de su Majestad' es tener un más que flojo guión, mal estructurado, con el que unos actores más o menos entregados no pueden hacer nada y se hunden con él. La historia tarda en arrancar lo suyo aburriendo sobremanera en algunos pasajes. Sí es cierto que a partir de la aparición de Telly Savalas la función se anima un poco, y desfilan una sucesión de escenas que si bien logran que no nos aburramos más, tienen un enorme fallo: están mal rodadas y la emoción que deberían deprender no la desprenden. Y es que Peter Hunt ya demostró en ésta su primera película que lo suyo no era rodar escenas de acción. Por lo menos nos regala algunas panorámicas de los preciosos Alpes suizos, un paisaje muy usado en películas de espionaje en aquellos años.

Como he dicho antes la elección de Lazenby como Bond me parece errónea. Puede que tenga el físico para el papel, pero ni mucho menos está dotado del carisma que el personaje requiere y ya no hablemos de cinismo, algo que Bond es mucho pero Lazenby no. A su lado una impresionante Diana Rigg, como chica-Bond realmente espectacular, y dejando con la boca abierta en más de una escena. Creo que Rigg está mucho mejor que Lazneby y que se lo merienda en las escenas que comparten.

Por lo menos la maravillosa música de John Barry nos acompaña durante toda la película, y también la oligada canción. Para un servidor esta película tiene la mejor canción que se ha compuesto para un film de Bond. Y es que oir a Louis Armstrong interpretar con su característica voz 'We have all the time in the world' es una experiencia inolvidable. Como inolvidable es la secuencia final, un poco metida a calzador pero que funciona perfectamente y que posee una fuerza única, erigiéndose así como el mejor final de un film de Bond sin la más mínima duda.

Una floja película que bajó considerablemente el nivel de la serie, mínimamente recuperado otra vez con Connery a la cabeza en la estupenda 'Diamantes para la Eternidad'. Pero ésa es otra historia.

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