'Eden Lake', psicópatas de instituto

'Eden Lake', psicópatas de instituto
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Debo decir que no había oído hablar de esta película hasta que uno de los lectores más participativos de Blogdecine, Moutache, nos la recomendaba en un par de comentarios, solicitando también que se publicara una correspondiente crítica. A mi entender, esto no tiene sentido sin vosotros, lectores, y como siempre os tengo en cuenta a la hora de escribir, busqué, encontré y vi ‘Eden Lake’. Y aquí va mi crítica.

‘Eden Lake’ es una película británica de 2008, escrita y dirigida por James Watkins, que se proyectó en la pasada edición del festival de Sitges (donde no nos quisieron dar una acreditación, por cierto), logrando la mención especial del jurado. La historia gira en torno a una joven pareja que sale de la ciudad para pasar un fin de semana romántico a la orilla de un precioso lago, en medio del bosque. Como estamos en una película de terror, nada saldrá como los protagonistas habían previsto (también pasa en el mundo real, pero no suele haber tanta sangre).

Si lees el argumento de ‘Eden Lake’, puedes torcer el gesto y pensar que es otra más del montón. Millones de películas iguales, cortadas por el mismo patrón. Otra vez, unos jóvenes guapos viajan a una zona alejada de la civilización, a la que pertenecen, para pasarlo bien, y se encuentran con algo horrible que no sólo les chafa la fiesta, sino que, para colmo, suele destrozarles la piel y ensuciarles la ropa, manchándolo todo de sangre. Bueno, ‘Eden Lake’, es mucho de eso, qué duda cabe, pero también es algo más, y eso hay que destacarlo.

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De hecho, más que verla, uno sufre la película. En el buen sentido, claro. ‘Eden Lake’ es violenta, retorcida, brutal y despiadada. Y la culpa es de Watkins, que aprovecha al máximo un sencillo relato que se torna de lo más desagradable a partir del primer acto, que, eso sí, resulta bastante flojo y muy mejorable. Toda la presentación de la pareja protagonista está llena de tópicos y siendo personajes tan simplones, que la cámara se detenga tanto en ellos, resulta un error. Fácilmente subsanable, diría yo, aunque os suene pretencioso. Por ejemplo, se podría haber presentado una relación menos estable, y haber desviado la atención con algún conflicto de la pareja, mientras se prepara la llegada de los… “malos”.

Y voy ya a ellos, porque es el elemento más llamativo de ‘Eden Lake’. Aquí no nos vamos a encontrar con gigantes enmascarados, monstruos de pesadilla o criaturas del espacio exterior. No, Watkins plantea una historia que trata de acercarse lo más posible a la realidad, para provocar la sorpresa, el horror y la desesperación desde ahí, desde lo conocido. ¿Os suena eso de estar en un lugar y que un puñado de adolescentes empiecen a dar la lata, a hacer ruido y molestar? Sí, ¿verdad? Pues eso es lo que les pasa a los protagonistas de la película, pero tratándose de un “survival horror”, creo que os podéis imaginar que la situación no se resuelve precisamente con una reprimenda por parte de los adultos…

Al contrario, es la chispa que inicia la pesadilla, aunque la pareja tardará un poco en descubrirlo. Y puede que pienses que un puñado de adolescentes son fácilmente neutralizables. Es lo que piensa el protagonista, interpretado por Michael Fassbender (‘300’, ‘Hunger’), antes de descubrir su error. Porque hay algo muy sencillo en este “juego”, y es que nunca empieces lo que no puedes acabar. Los chicos son menores que él y tienen menos fuerza, pero les da igual todo, y tienen una mala hostia impresionante, dos cosas de las que el adulto carece. Él tiene cosas que proteger, y por encima de todo, debe preocuparse de su chica. En territorio desconocido, en mitad de ninguna parte, el hombre civilizado es una presa fácil para el puñado de hambrientos lobeznos.

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El problema es que James Watkins se pasa bastante a la hora de crear a estos chavales del demonio, convirtiéndolos casi en pequeños “terminators”, imparables, incansables. Una pequeña dosis de coca (o de pegamento, no se ve) les vale para llevarse casi dos días como locos, persiguiendo a los protagonistas por todo el bosque, sedientos de sangre. Eso sí, la resolución de la película es un gran acierto, fantástica, salvando un poco los aspectos más incoherentes e inverosímiles del guión. El final que le espera a Kelly Reilly (‘Orgullo y prejuicio’, ‘El libertino’) es memorable, y justifica, en parte, todo lo que hemos visto antes.

En definitiva, ‘Eden Lake’ está bien realizada y en su género es uno de los títulos más destacables que he visto, pero creo que tiene importantes defectos que impiden que llegue a escalar un peldaño superior, ése en el que están, por ejemplo, las dos estupendas películas del australiano Greg Mclean, ‘Wolf Creek’ (con la que guarda cierto parecido) y ‘Rogue. El territorio de la bestia’. Lástima que Watkins no se preocupara de trabajar un poco más el guión de su ópera prima, aunque se le ven buenas maneras como realizador. Toca tenerle en cuenta y esperar más de su segunda película.

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