'Flight to Mars', un clásico envejecido

'Flight to Mars', un clásico envejecido
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'Flight to Mars' es uno de los clásicos de la ciencia ficción de los años 50 que ha envejecido bastante mal, y es que el paso del tiempo no perdona. Muchas son las películas que aguantan el examen de este amigo/enemigo inseparable, pero en el caso de la película que nos ocupa la cosa se decanta a favor de lo desfasado. ¿Quiere decir esto que la película fue buena en su tiempo y ahora no? probablemente no, ya que el film posee unos fallos argumentales y de simpleza que ya debían ser evidentes en 1951. Evidentemente, más de 60 años después, esos errores están acentuados, y vista hoy la película puede provocar incluso la risa, aunque no vamos a negar que tiene cierto aire nostálgico, sobre todo para los que crecimos viendo este tipo de cine.

'Flight to Mars' narra una expedición al planeta Marte, en la que aparte de científicos va un reportero que irá haciendo reportajes de tan emocionante viaje, y de todo lo que sucede en el planeta rojo. Una vez en Marte se encontrarán con una civilizacion avanzada que los acogerá con los brazos abiertos, pero nada es lo que parece.

La película fue dirigida por el artesano Lesley Selander, alguien que hacía películas como churros, y que se especializó sobre todo en el género del western. En 1951, año en el que se realizó la película, rodó otros 8 films. Casi nada. Hoy día, los únicos directores capaces de rodar en tan poco tiempo serían Clint Eastwood, Steven Spielberg, Ridley Scott o Woody Allen, capaces de rodar tres películas en año y medio, lo cual se queda muy, pero que muy lejos de lo que eran capaces en aquella época. De todos modos, esto es algo simplemente anecdótico. El film se nota cuidado en su aspecto visual, y de hecho constituye lo mejor del film. Unos excelentes efectos visuales visten la película de principio a fin, y para la época debió de ser deslumbrante.

Argumentalmente ya es otra cosa. La simpleza es la constante del film en ese aspecto, ya que podríamos decir que la película va de una gente que viaja a Marte y se vuelve. Algo muy parecido a la realizada el año anterior 'Con Destino a la Luna', de idénticos resultados, y con la que además posee cierta relación, ya que parte del vestuario utilizado en aquélla se usó en ésta. En el guión lo que más llama la atención, negativamente hablando, es el hecho de que en Marte haya habitantes que poseen una tecnología avanzada, pero nunca han sido capaces de fabricar una nave espacial con la que desplazarse por el universo. Este curioso detalle podría haber estado muy bien utilizado, pero lo cierto es que resulta poco creíble.

En el apartado interpretativo nos encontramos con el vetarano Cameron Mitchell, eterno secundario que participó en infinidad de films de todos las clases y géneros. Aquí da vida al reportero que deberá informar periódicamente sobre la misión. El actor está bastante correcto en su papel, al igual que el resto del reparto, donde lo único destacable es la belleza de Marguerite Chapman, casi desconocida actriz que terminó sus días en la televisión, como tantos otros de aquellos años.

Una floja película, que si bien no llega a aburrir, entre otras cosas por su escueta duración, tampoco es que sea el entretenimiento del siglo. El dicho de "ya no se hacen películas así" le viene como anillo al dedo a este film, ya que afortunadamente si hoy día se hiciese un film así, las críticas serían feroces. Desde luego no tiene cabida en la mente de ningún cineasta de la actualidad, a no ser que Tarantino decida resucitar este tipo de cine, utilizando exactamente los mismos medios, y de paso resucite a otro actor olvidado como Mitchell. Ay no, que murió en el 94. Lástima.

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