'Objetivo: Londres', las sobras de Jack Bauer

'Objetivo: Londres', las sobras de Jack Bauer

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'Objetivo: Londres', las sobras de Jack Bauer

El estreno hace ya unos tres años de ‘Objetivo: La Casa Blanca’ (‘Olympus Has Fallen’) se saldó con un éxito modesto, ya que ingresó 161 millones de dólares frente a un presupuesto de 70. Por mi parte, ya sabéis que disfruté con la película, pero no esperaba que fuera a tener una secuela y tampoco tenía demasiado interés en una. Era efectiva y recuperaba un cine de acción ya algo inusual en Hollywood, pero también era un tanto genérica como para querer volver a ver a sus personajes.

Además, una de las cosas más interesantes era el nervio de Antoine Fuqua para las escenas más movidas, así que su sustitución por el iraní Babak Najafi al frente de ‘Objetivo: Londres' (‘London Has Fallen’) hizo que mi interés bajase aún más. Quizá esa falta de expectativas ha ayudado a que pasara un rato entretenidillo con su sobredosis de acción al servicio de un Gerard Butler cumplidor pero que tampoco tiene ganas de esforzarse demasiado.

De 'Jungla de cristal' a '24'

Aaron Eckhart Objetivo Londres

Un poco más atrás señalaba que ‘Objetivo: La Casa Blanca’ era una propuesta un tanto genérica, y es que no era más que una recuperación de un tipo de cine muy propio de los 80 que fue descafeinándose en los 90 y que actualmente rara vez va más allá de mediocres propuestas lanzadas directamente en el mercado doméstico. Eso permanece aquí, pero si allí el modelo de su protagonista parecía John McClane, aquí el referente pasa a ser el televisivo Jack Bauer.

De hecho, la propia premisa de ‘Objetivo: Londres’ guarda varios puntos en común con la última temporada de ‘24’, coincidiendo incluso en el cansancio del protagonista -se coquetea sin rubor con la posibilidad de que sea su última misión-. Sin embargo, la película que nos ocupa apuesta por ir a lo grande con un plan terrorista que va acabando con los líderes mundiales más destacados -obviamente no hay ni una mención de España- con un par de excepciones.

Gerard Butler Objetivo Londres

Obviamente, el presidente de los Estados Unidos es uno de los que logra salir con vida de una emboscada casi perfecta -visto en pantalla da la sensación de que lo es demasiado y encima se alarga un poco más de la cuenta- y a partir de ahí todo deriva en una persecución continua con Gerard Butler convertido en una especie de Jack Bauer de rebajas capaz de ir acabando con cuanto terrorista se cruce en su camino como si fuera algo casi rutinario.

Este último punto es algo que acaba jugando en contra de ‘Objetivo: Londres’, pues opta por el exceso de acción como principal reclamo, pero sin tener grandes ideas para diferenciar cada escena más allá de que suceda en un escenario diferente. De esta forma, uno empieza disfrutando, pero llega un punto en el que quiere algo más que la película no tiene el más mínimo interés en darte.

’Objetivo: Londres’, acción por un tubo… y poco más

Gerard Butler Y Aaron Eckhart En Objetivo Londres

Sus ideas –o la falta de ellas- están muy claras y nadie puede criticarla por saltárselas: El desarrollo de las tramas -con meter algo de patriotismo ya les sobra- y de los personajes –hasta las motivaciones del gran jefe de los terroristas dan un poco igual- es lo de menos, aquí lo que importa es ir creando escenas de peligro y que Butler lidie con ellas. Todo ello rodado con corrección por Najafi, pero sin garra o chispa alguna.

Tengo claro que habrá espectadores para los que eso sea más que suficiente, principalmente por lo que señalaba de lo inhabitual que es ver este tipo de producciones, pero parece que ni sus responsables han confiado demasiado en ella. A decir verdad, creo que han optado por hacerlo todo lo dinámica posible para que se note lo menos posible la reducción presupuestaria -se pasa de 70 a 60 millones- sin preocuparse por nada más.

Gerard Butler Estopa Objetivo Londres

Con todo, he de confesar que incluso cuando tenía claro que iba a ver más de lo mismo, tanto en comparación a otras películas como a lo sucedido hacía apenas unos minutos en ‘Objetivo: Londres’, la película consigue al menos que no me aburra y desespere ante la situación. En este caso parece que más no es menos, y eso que todo aquel que no se llame Gerard Butler o Aaron Eckhart -y tampoco esperéis demasiado del segundo- está condenado a un personaje vulgar y prescindible.

La cuestión es que ‘Objetivo: Londres’ tiene unas aspiraciones tan limitadas que al menos se queda relativamente cerca de cumplirlas. Sí, se le pueden poner muchas pegas, pero como pasatiempo de acción de usar y tirar cumple unos mínimos. Queda la pena de que ni siquiera se esfuercen en poder llegar a ser algo más cuando no era tan complicado -sólo con aprovechar mejor el talento de su reparto ya ganarían bastante-, pero bueno, es lo que hay.

En definitiva, ‘Objetivo: Londres’ es un caso perfecto de película de aprobado por los pelos y porque uno no se pone demasiado exigente -mucha acción aunque algo repetitiva y poquito más-. Por mi parte, si vais al cine este fin de semana, os recomendaría antes darle una oportunidad a ‘Julieta’, pero son películas tan diferentes que si os conformáis con pasar el rato pues no seré yo quien os diga que estas sobras de Jack Bauer no merecen la pena.

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