'Oldboy', segundo paso en la trilogía de la venganza

'Oldboy', segundo paso en la trilogía de la venganza
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La primera vez que vi 'Oldboy', allá por Diciembre del 2004, me resultó una producción de lo más cansina y enseguida me apresuré a no querer saber nada de ella, ni siquiera hablar sobre el tema. En plena eclosión del cine oriental, algunos aún nos resistíamos a apreciar ciertas cosas. La primera vez que me tropecé con Chico Viejo fue en una discusión en algún blog perdido de la mano de Dios, acerca de esta película. Como es fácil suponer, mi compi tiene este film como uno de sus favoritos, y como bien dice en su crítica del mismo, la defiende hasta la muerte.

Pero los caminos del Señor son a veces misteriosos, y durante todo este tiempo, y como me ha sucedido en un par de ocasiones, esta película no dejaba de darme vueltas en la cabeza. A veces, a modo de relámpago alguna de sus secuencias o planos venían inmediatamente a mi memoria. Asi que después de haberme tragado un buen número de títulos del reciente cine oriental (en otras palabras, de entrenarme un poco a fondo en el tema), decidí volver a darle una segunda oportunidad a la película. Bien solito en mi casa, y aislado totalmente del contacto exterior por voluntad propia, me pongo la película de nuevo. Y en la oscuridad de mi sala se hizo la luz, y la admiración, y la fascinación, y la sorpresa, y la emoción. Un feliz reencuentro que no quería que terminara jamás.

Porque 'Oldboy' es la hostia. Así de simple y así de sencillo. Un espectacular inicio que te atrapa al momento da lugar a una película enormemente efectiva desde cualquier punto de vista, y fascinante en cuanto al tema y sobre todo su tratamiento visual. Park Chan-wook es el artífice de la misma, la cual es el segundo título de la denominada "trilogía de la venganza", tres películas independientes entre sí, pero que coinciden en el tratamiento de la venganza. La primera y de la que ya os hablé, la decepcionante (no, a esta no le concedo una segunda oportunidad) 'Sympathy for Mr. Vengeance', y la siguiente, 'Sympathy for Lady vengeance', la cual se estrena pronto entre nosotros (ya era hora) y de la que os hablaré próximamente.

El director acierta de lleno en su fascinante puesta en escena, en la que cada plano, cada secuencia, parecen hechos a conciencia, medidos al milímetro, con un resultado ejemplar entre sonido e imagen, a través de un glorioso montaje. Porque 'Oldboy' tiene una de sus mejores bazas en el montaje y en la composición de la historia en sí. Una historia que en determinados momentos da un paso más allá sin dejar de soprender al espectador. Una historia donde nada es lo que parece, o mejor dicho, todo es peor de lo que parece. El enfoque y estudio que se hace del sentimiento de la venganza es realmente ejemplar, haciéndonos pensar en todo momento (sí, ese ejercicio que al cine de hoy día se le ha olvidado inculcar, en buena medida, al espectador).

Me olvidaba del argumento, pero supongo que a estas alturas ya lo conocéis. O no. Un hombre pasa encerrado durante 15 años en una habitación sin saber ni los motivos ni quién le ha encerrado. Un día, despierta en una terraza enfrente del sitio donde fue raptado y deberá empezar a buscar respuestas, movido por una sed insaciable de venganza. Podríamos resumirlo así, más o menos. La película tiene una envidable facilidad para mostrarnos ciertos giros, totalmente justificados y bien explicados, que profundizan aún más en la trama, llegando a niveles trascendentales. Toda la parte final, un cúmulo de sorpresa tras sorpresa, es una verdadera delicia para cualquier cinéfilo. Porque además, Chan-wook no se corta con las referencias al séptimo arte. Desde 'King Kong' hasta 'La Novia de Frankestein' (atención, dos películas sobre bestias que en realidad sólo lo son de apariencia). Y la clarísima referencia al fallido film de Brian De Palma 'Fascinación', que a su vez bebía del cine de Hitchock, el cual pulula en algunos momentos en 'Oldboy'. O el más evidente hacia El Conde de Monte Cristo. Chan-wook junta todos esos elementos más su aportación sobre la venganza y el resultado es simplemente explosivo.

Un cóctel en el que la venganza no sólo es mostrada en toda su crudeza, sino que el espectador llega a entender los motivos de los personajes, llegando a empatizar con más de uno. Personajes interpretados maravillosdamente por sus dos actores principales, Choi Mink-sik, que interpreta el papel central, un hombre entre violento, nada compasivo y gracioso, al que el paso de los años le han cambiado enormemente, no sólo físicamente, que por cierto, en ese aspecto, la transformación que sufre el personaje es alucinante. Y Yu Ji-tae, el antagonista, protagonista de algunos de los mejores momentos del film, los más reveladores, por así decirlo. Y la tercera en discordia, Kang Hye-jeong, realizando un importantísimo papel, que se mueve entre la sensualidad y la fragilidad.

El film es violento, y no escatima en detalles escabrosos, los cuales no son gratuitos en ningún momento. Sin embargo, hay una escena que no termina de convencerme y es la famosa escena del pasillo realizada en un sólo travelling. De acuerdo que los tíos que atacan al personaje central parecen todos unos torpes de mil narices, pero sigo pensando que deberían haberlo machacado sin ningún problema por mucho entrenamiento que hiciera durante 15 años. Y además ¿de dónde salen tantos tíos? ¿son realmente necesarios? Menos contrincantes en esa secuencia y creo que habría estado mucho mejor. Aún así, me parece un mal menor y lo único que no termina de convencerme en una película absolutamente impresionante para ver las veces que sean necesarias. ¿Conocéis esa sensación de querer volver a ver una película justo después de terminar de verla? 'Oldboy' produce esa sensación.

Así pues, me descubro. Gracias Chico Viejo por ser tan cabezota e insoportable con este tema. De no ser por aquel encuentro y su sonora discusión yo no estaría escribiendo hoy esto: 'Oldboy' me ha parecido una película magistral. (Noo Tereesa, no voy a volver a ver 'Lejano').

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