'Bent', una sitcom con encanto y mala suerte

'Bent', una sitcom con encanto y mala suerte
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La NBC tenía unas cuantas comedias entre su batería de estrenos para esta temporada y varias, además, se quedaron para midseason. De ellas, la única que se estrenó con cierta promoción fue 'Are you there, Chelsea?' (que en España estrena Cosmopolitan con el nombre de 'Qué pasa con Chelsea'), aprovechando el tirón de su co-creadora, Chelsea Handler, y la cadena se reservó como "relleno", prácticamente, dos títulos que ha estrenado recientemente, 'Best friends forever' y 'Bent'. Esta última, además, ha sido tratada realmente como relleno; su primera temporada sólo tenía seis episodios y la NBC los ha programado los miércoles por la noche de dos en dos, para quitársela de encima lo antes posible. Lo que no es demasiado justo para una serie que, probablemente, sea de las pocas sitcoms decentes que se haya estrenado esta temporada.

'Bent' está creada por un ex guionista de 'Scrubs', Tad Quill, y sigue a Alex, una abogada divorciada cuyo ex marido está en la cárcel por desfalco, con una hija preadolescente, y que contrata para remodelar su cocina a Pete, un albañil ex adicto al juego que fue despedido de su último trabajo porque se acostó con la dueña de la casa. Entre Alex y Pete enseguida surge la chispa de la tensión sexual no resuelta, y los dos se pasan toda la serie con las clásicas discusiones de "Te gusto - Eso no es verdad" y luchando contra ello, especialmente porque Alex tiene novio, un cirujano llamado Ben que también se da cuenta de que algo pasa con Pete.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

Una pareja con química

Toda la serie descansa sobre la química entre Amanda Peet y David Walton, dos actores que tienen muy mala suerte con las series que eligen, y que aquí funcionan muy bien con esas discusiones sobre cualquier cosa y que tienen una dinámica en la que incluso se había avanzado al final de la corta temporada. Su relación sigue los dictados de las comedias románticas más habituales, ésas que hemos visto un montón de veces en el cine, pero su química hace que no nos cansemos de ver una nueva variación sobre los códigos del género, en esta ocasión, la variación de "todos sabemos qué está pasando aquí". Además, que Ben entre en el juego sin ser el típico novio estirado e imbécil (aunque tiene algún momento así) aporta otra capa interesante al asunto.

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Un punto a favor de 'Bent' es que Charlie, la hija de Alex, no es ninguna niña repelente, y ayuda a compensar un poco el papel de Jeffrey Tambor, el padre de Pete, un actor fracasado que, aunque resulta divertido con su rollo del Actor's Studio para presentarse a un casting para un anuncio, puede saturar si se le utiliza en grandes dosis. Por otro lado, el equipo de albañiles de Pete resulta simpático y divertido con todos sus rituales absurdos (como el de la "Noche Secreta del Filete") y sus excusas para bailar o jugar al baloncesto en lugar de estar trabajando. Todos los personajes hacen honor al título de la serie, 'Bent', doblado, porque ninguno está en uno de los mejores momentos de sus vidas pero no se dejan romper y siguen adelante.

¿Tiene futuro?

Por desgracia de la serie, ser simpática y apuntar a ser una comedia bastante divertida si le dejaran un poco más de espacio para crecer no va a ser suficiente para ella, ya que la programación de la NBC (y la falta de publicidad de cara a su estreno) no han ayudado a atraer a la audiencia. Lo más probable es que, a no ser que haya un milagro, no pase de estos seis capítulos iniciales, lo que es realmente una pena porque 'Bent' no merecía ser tratada así. Si descontamos 'Up all night', bien puede ser de lo más potable en comedia que la NBC ha estrenado este año, lo que no es mucho decir, es cierto. Aun así, resulta un visionado agradable y con algún punto divertido, con un sentido del humor más en la línea de 'Happy endings'.

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Parece que Amanda Peet y David Walton no van a poder romper su mala suerte y van a tener otra serie cancelada a sus espaldas. El último capítulo nos deja con algo así como un cliffhanger, y lo que está claro es que, si tuvieran segunda temporada, Pete y sus colegas tendrían que acabar la cocina algún día. Nos quedamos con una serie que tenía potencial y que resultaba un visionado agradable y simpático, aunque no aportara ninguna novedad al género de la comedia romántica, y con una pareja protagonista que funcionaba bastante bien.

En ¡Vaya Tele! ! 'Bent' y 'Best friends forever', a salvar el agónico año de la NBC

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