'Infiltrados', Scorsese reivindica su genialidad con un thriller brutal

'Infiltrados', Scorsese reivindica su genialidad con un thriller brutal
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Soy de los que al oír la palabra remake siempre piensa 'espera, espera a verla'. Sin embargo, eso no se lleva. Es oír o leer la palabra remake y ya sale un gran grupo soltando eso de 'es que en Hollywood ya no quedan ideas, sólo quieren dinero'. Pero bueno, hay que ser hipócrita. ¿Y quién no quiere dinero? Que levante la mano el tonto. Luego está el hecho de que los remakes llevan existiendo casi desde que el Cine es Cine. Pero eso da igual. Los que llenan las salas de cine son jóvenes que no tienen ni idea, sólo quieren pasar el rato. ¿Me equivoco? No os extrañe si os encontráis/leéis/oís opiniones sobre 'Infiltrados' del tipo 'es un coñazo', 'es una película mal hecha', 'no tiene guión' o '¿qué esperabas? ¡Es un remake!'; no debéis sorprenderos. Abundarán. Y lo cierto es que pueden decirse muchas cosas a favor y en contra de esta película, por supuesto. Pero el que diga que 'Infiltrados' es una mala película y/o que Martin Scorsese ya no es el que era, es que no tiene ni idea. Ni idea de Cine. Y ya se sabe lo que hay que hacer con esa gente. Ni caso. El Cine no es sentarse a ver qué te echan. El Cine es algo serio. Y la última de Martin Scorsese es una muestra de gran Cine.

'Infiltrados' cuenta la lógica rivalidad entre la policía y el crimen organizado, con la particularidad de que ambos grupos cuentan con un topo en el bando del otro. Billy Costigan es un policía infiltrado en la mafia y Colin Sullivan un policía que trabaja para Frank Costello, el jefe de la mafia de Boston. Ambos deberán jugar sus cartas para no ser descubiertos mientras tratan de localizarse entre sí. La situación se irá volviendo cada vez más inestable, conforme la policía se vaya acercando a Costello y éste se vuelva más violento.

He mencionado antes, en varias ocasiones, la palabra remake y es posible que más de uno se esté preguntando el motivo. No hay que saberlo pero una vez conocido el dato, no hay que ignorarlo. 'Infiltrados' es una nueva versión de 'Juego Sucio' ('Infernal Affairs'), magnífica película hongkonesa (de 2002) con un reparto tan lujoso como la norteamericana (o más, diría yo, cada una en su territorio) y que, lógicamente, tuvo un gran éxito de público y crítica. Quienes me conocen saben que adoro el cine asiático pero no por eso voy a oponer resistencia ante un remake de uno de los films más importantes de la última década en Hong Kong. Claro, cuando digo resistencia me refiero a ese bloqueo del que hablaba al principio, de esos que no saben, de esos borregos que con la entrada en el bolsillo se creen que están en su casa. Evidentemente, cuando me enteré que se iba a rodar un remake de 'Infernal Affairs' (prefiero éste al imbécil título que le han puesto en España) pensé lo peor. Cuando supe que sería Scorsese quien lo realizaría, me tranquilicé un poco, pero seguía teniendo algunos temores, la original seguía pareciendo intocable. Fue pasar el tiempo y, por extraño que parezca, desear que llegara pronto el estreno. Al ver el trailer, supe que Scorsese se lo había tomado en serio. Y tanto que sí. Menudo peliculón se ha marcado. Todo un puñetazo de puro genio. No me tiembla la mano al escribir que ha superado al original, como bien señalaba mi compañero Red Stovall en su reciente crítica. Si bien hay aspectos de la trama que no están tan bien justificados en 'Infiltrados' como en 'Infernal Affairs' (me refiero, sobre todo, al final en la azotea o cuando uno de los criminales no delata al topo cuando lo descubre), la película de Scorsese mejora ampliamente en muchos sentidos la historia que adapta, principalmente en el ritmo y en la acción, dejando también a un lado los planos efectistas que tan poco favor le hicieron a la cinta hongkonesa.

Igual que dije una cosa, diré la otra. Las (lógicas) peticiones/exigencias del Oscar para Martin Scorsese van a ser tan numerosas que parecerá que sólo ha realizado esta película y las dos últimas, más discutidas por el respetable y por los 'sabios' que no pagan entrada. En mi humilde opinión, no es que le toque ya, es que si siguen sin dárselo va a sonar a cachondeo. De las dos últimas, por cierto, muy conocidas por ser más recientes (hay quienes creen que el Cine se inventó a finales de los 90), debo decir que si bien comparto la sensible decepción por el fallido resultado de 'Gangs of New York' (a la que le hace falta una edición extendida en dvd), no estoy nada de acuerdo con la valoración general (polémicas nominaciones a los Oscar aparte) acerca de 'El Aviador', un más que notable retrato de unos de los personajes más apasionantes de la Historia de este siglo (además del propio retrato de la época, que ahí también destacaba poderosamente). En las dos, al igual que en la última, el protagonista es el discutido (por razones tan estúpidas como el aspecto físico) Leonardo DiCaprio, un actor que va de menos a más, alcanzando en 'Infiltrados' su mejor interpretación hasta el momento, interiorizando y transmitiendo el alma de un personaje angustiado, rabioso y profundo. Lo borda. Si Scorsese lo ha tomado como su actor fetiche en sus últimas producciones no se trata sólo de dinero, el realizador no es tonto y conoce el potencial del actor. No me extrañaría que un día saliera DiCaprio confesando que prometió a Scorsese que le haría ganar una estatuilla, a lo que el cineasta le podría haber respondido de la misma forma. La unión de ambos está dando muy buenos frutos. Fueron nominados al Oscar por 'El Aviador' y sería una tremenda injusticia que no lo volvieran a ser por 'Infiltrados'; lo de ganar ya es otra cuestión pero... al tiempo.

Una imagen de Infiltrados

Sobran los adjetivos si hablamos de otras obras de Scorsese, uno de los cineastas más importantes, influyentes y apasionantes de las últimas décadas. Obras maestras como 'Taxi Driver' (a la que homenajea claramente en una secuencia de 'Infiltrados'), 'Toro Salvaje' o 'Uno de los Nuestros', que guarda un gran parecido con su última película (de hecho, llegué a pensar que Joe Pesci o Ray Liotta aparecerían en pantalla, aunque fuera brevemente) quedarán para siempre, en menor o mayor medida, en la retina de los que amamos el Cine. Otro de sus títulos más controvertidos, y que viene a la memoria del espectador de 'Infiltrafos' es 'Casino' (otra de sus obras más infravaloradas), por la cantidad de tacos que sueltan los personajes en sus más que excelentes diálogos. No sé si alguien se pondrá a contarlos (hay gente para todo) pero no creo que haya mucha diferencia entre ambas. Lo bueno es que, a diferencia de otros (y no me refiero a Tarantino, al que se culpa sin razón de usar también muchos tacos), los diálogos malsonantes de las películas de Scorsese, salvo expeciones contadas, no se ven forzados o (por ser más gráfico) parches para dar más énfasis a las frases o resultar más cool. Todo lo contrario. Son necesarios. El espectador los ve abrir la boca y sabe que, antes o después, soltarán un 'joder' o un 'vete a la mierda', etc, porque hablan así y de ninguna otra forma más. Mérito del guionista y mérito de Scorsese, que sabe mucho de estas cosas.

Porque el guión es, junto al montaje y la impecable dirección de actores, uno de los grandes aciertos de la película. Una prueba de fuego para William Monahan que ha logrado superar con sorprendente habilidad, adaptando lo básico y lo mejor de 'Infernal Affairs' para luego darle otra dimensión, más norteamericana y más próxima al estilo de Cine que podía controlar sin problemas un genio como Scorsese. Y no seamos inocentes. El guión no es sólo obra de Monahan. En entrevistas a varios responsables de la película se deja bien claro que Jack Nicholson hizo muchas modificaciones en su personaje para que le resultara atractivo (porque él era imprescindible y el resultado lo justifica plenamente). También es evidente que Scorsese ha metido mano en el papel, pues no puede ser casualidad eso que comentaba antes sobre 'Casino'. Por otro lado, el guión se ve muy reforzado con un montaje frenético, vertiginoso, que no da respiro al espectador y que logra lo imposible: que una película de 2 horas y media se haga corta. ¡Se hace corta! Impensable pero acojonantemente cierto.

Me he referido a DiCaprio pero no a los demás, que componen uno de los repartos más brillantes de los últimos años, siguiendo la estela de la película versionada, 'Infernal Affairs' (cuyo mayor reclamo era el de enfrentar a dos megaestrellas como son Andy Lau y Tony Leung). El no menos discutido Matt Damon (por razones más comprensibles que en el caso de DiCaprio, aunque igualmente equivocadas) es el otro gran protagonista de la película, el rival de DiCaprio. Si éste es el 'bueno' que debe actuar como 'malo' (siempre entre comillas), Damon es el 'malo' que actúa como 'bueno'. Con una interpretación más macarra que la de Andy Lau en la película original, mantiene, sin embargo, ese toque frío y seguro de sí mismo que el actor hongkonés mantenía con brillantez. Está un peldaño por debajo de DiCaprio, pero no desentona en ningún momento; sólo le falta, diría yo, ese toque de más que tienen los actores en estado de gracia. Damon es bueno, pero este papel requería a alguien un poco más 'cabrón', por decirlo en plata.

Matt Damon en Infiltrados

En papeles secundarios vamos a tener a veteranos de lujo, a la chica guapa en medio de los dos protagonistas y a un modelo reconvertido a actor, que vuelve a demostrar cómo los grandes directores son capaces de sacar brillo a un excremento. Me refiero, claro, a Mark Wahlberg. Un tipo con cara de palo y cuerpo moldeado en el gimnasio que no tiene ni pajolera idea de actuar... pero que en 'Infiltrados' está impecable, en el mejor papel que se le ha podido ver hasta ahora, sin duda alguna. La chica guapa en una encrucijada romántica la podía haber interpretado cualquiera y su papel está muy desmejorado, al unirse en uno los personajes de la novia de un infiltrado y la psicóloga del otro. Lo interpreta correctamente Vera Farmiga, pero ya digo, es de lo menos bueno de la película. En el apartado de secundarios de lujo, vamos a encontrar a un cada vez más activo Alec Baldwin, en un papel con pocos minutos que el actor aprovecha con extrarodinaria facilidad, y a Martin Sheen, que, aunque está bien, pierde en la comparación con el jefe del infiltrado en la película original, interpretado por el siempre magnífico Anthony Wong (no en vano, su personaje se desdobla también un poco en Wahlberg). Sheen hace lo que puede, pero, al igual que Damon, creo que no se encuentran en su salsa. Y llegamos al que brilla con mayor intensidad, junto a DiCaprio, en esta 'Infiltrados', un genial y exageradísimo Jack Nicholson, en el papel del brutal mafioso Costello. La estrella se maneja por la película como pez en el agua, regalando momentos para el recuerdo (el sublime comienzo, a ritmo de los Rolling Stones, o la violenta prueba que hace pasar a DiCaprio) y acaparando casi siempre (DiCaprio le roba algún plano) la atención del público, enamorada sin remedio ante la maestría de un Nicholson que vuelve a llamar a las puertas del Oscar.

'Infiltrados' es, pues, una de las mejores películas de este año, sin ninguna duda, y desde ya una obra fundamental en la aclamada filmografía del gran Martin Scorsese. Un thriller policiaco brutal, intensísimo, tanto en su forma como en su contenido, y de una factura impecable. Si este año no le dan el Oscar a Scorsese (ya avisé que esto se diría mucho y a veces soy de lo más común), juraría que no se lo van a dar nunca. La Academia lo va a tener muy fácil y serían pocas las voces en contra. A ver si, por una vez, se impone la lógica. Yo apostaré por él. Y por DiCaprio. Y por Nicholson. Y por... Es que la película es jodidamente buena.

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