Enfrentados, y cansinos

Enfrentados, y cansinos
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He leído por ahí que 'Enfrentados' es un western para aquellos a los que normalmente les gusta el western. Que los últimos intentos de acercarse al género (léase 'El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford') están destinados a todos aquellos que no admiran (por decirlo suavemente) precisamente el género cinematográfico por excelencia. Bien, he aquí un admirador profundo del western (en realidad me gustan todos los géneros, pero al western le tengo un cariño especial por motivos más que evidentes y de sobra ya explicados por aquí), y he aquí una persona a la que esta película no le ha gustado (para variar, diréis equivocadamente algunos).

Comprendo perfectamente las líneas de ese autor al expresarse de esa forma. Entiendo que 'Enfrentados' ('Seraphim Falls', 2006) intenta ser un western a la vieja usanza, alejado de los modernismos de las ultimas películas, en las que había un claro componente desmitificador, algo que por supuesto no digo peyorativamente. Y hay que decir que esta película, que por cierto, nos ha llegado con infinidad de retraso (luego se sorprenden si no tiene éxito), pretende reverdecer los viejos tiempos, como si estuviéramos viendo una película de Anthony Mann (esa utilización del paisaje), o incluso Delmer Daves (los dibujos de los personajes). Y casi lo consigue, si no fuera por un tramo final a todas luces, ridículo, incoherente, y que echa por tierra todo lo visto hasta ese momento.

'Enfrentados' es la historia de una cacería, una cacería humana. Después de la Guerra Civil un hombre persigue a otro con la intención de matarlo. Los motivos no los conoceremos hasta bien avanzada la película. Y dicha persecución se convertirá en una completa obsesión, sobre todo para el perseguidor.

No hay más. Y es una pena. 'Enfrentados' comienza bastante bien, directa al grano, con cierto sabor clásico, y sin dar ningún tipo de explicación. De momento no la necesitamos, asistimos a un duelo entre dos singulares hombres. Uno que lucha por sobrevivir, y otro para matar. El guión no se esfuerza demasiado en dibujarlos, salvo un par de pequeños detalles que tiene que ver con el perseguido (atención a lo que hace para descongelar una de sus manos, o para ocultarse de sus perseguidores en un momento crucial del relato). Pero más allá de eso, lo que podríamos llamar perfil de personajes no existe. Esto no quiere decir que los actores no estén bien, y de hecho es una de las bazas fuertes de la película. Tanto Liam Neeson como Pierce Brosnan están estupendos. Y ésta es una buena ocasión para comprobar lo buen actor que es Brosnan, y lo muy desaprovechado que ha estado.

La película es ante todo un recital de ambos actores, que lamentablemente no pueden luchar contra lo inevitable: el vacío más absoluto en la historia. Por mucho que ellos estén magníficos, por mucho que el director de fotografía nos regale planos preciosos de paisajes aún más preciosos, no podemos obviar el enorme vacío de un film que hace aguas por todos lados con una historia que se desmorona totalmente cuando se toma la decisión de cambiar de tono. Una parte final, en la que hacen acto de presencia personajes surrealistas, oníricos, que bien podrían formar parte de la locura compartida de ambos personajes, pero que se antoja forzada, resultando incoherente con la sobriedad de la que hasta ese momento hacía gala el director de la cinta, David Von Ancken, que para haber salido de la televisión, demuestra una inusitada habilidad para separarse formalmente de dicho medio.

El problema de esta historia de venganza es que no llega a jugar todas sus cartas con convicción. La obsesión no la sentimos como tal. La película es demasiado larga, y esa descolocada parte final, la hace aún más larga, teniendo como resultado que un servidor se canse de tanta persecución, y que en cierto modo, me dé igual cómo va a acabar la historia y la suerte de los dos personajes centrales, algo que por cierto, se ve venir a leguas, y que también rompe con la coherencia del relato. Por cierto, que esa tan comentada parte final de la película tiene unos ecos clarísimos de 'Avaricia' de Erich von Stroheim (y ya van dos, este año), pero los resultados son bien distintos, y aunque el desierto es un marco perfecto para representar lo infinito de las obsesiones humanas, creo que al darle un toque onírico se les ha ido la mano, echando a perder todas las posibilidades.

'Enfrentados' es una floja película, a pesar de sus riesgos e ir un poco a contracorriente. Se le agradece a su director el haber intentado un western en la misma línea que los que se hacían en los años 50, pero ni el actual público está preparado para ello (algo que por supuesto no justifica el no hacer un film de estas características), ni la historia tiene la suficiente envergadura como para llenarnos satisfactoriamente.

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