Cuando pensamos en intérpretes que, históricamente, han arrasado en los Oscars, siempre suele venirnos a la cabeza el nombre de una Meryl Streep que, en 45 años de carrera ha levantado la estatuilla en tres ocasiones: una como mejor actriz de reparto por 'Kramer contra Kramer' en 1980 y dos como mejor actriz principal en 1983 y 2012 por 'La decisión de Sophie' y 'La dama de hierro' respectivamente. Pero el caso que os traigo a continuación deja en pañales el palmarés de la buena de Meryl.
Para contar esta historia tenemos que retroceder en el tiempo unos 90 años, hasta finales de los años 30 y principios de los 40, cuando el actor Walter Brennan se metió en el bolsillo tres Premios de la Academia de Hollywood en un lapso de cinco años en el que, además, fue nominado en cuatro ocasiones al mejor actor de reparto. Sin duda, un ratio de victorias y candidaturas que llamó la atención de la organización de la entrega de galardones.
Cambiando las reglas
Por aquél entonces, sólo estrellas de la talla de Bette Davis o Spencer Tracy se habían embolsado una cifra de candidaturas y éxitos similar en el mismo espacio de tiempo. La primera sumó sumó dos Oscars a la mejor actriz y cuatro nominaciones entre 1936 y 1941, mientras que el segundo levantó dos estatuillas y recibió tres nominaciones en la categoría de mejor actor en ese mismo quinquenio. Pero entonces, ¿cómo pudo Brenann rivalizar con semejantes iconos?
El intérprete, que se alzó triunfador en 1936, 1938 y 1940 por sus trabajos en 'Rivales' de Howard Hawks y William Wyler, 'Kentucky' de David Butler y 'El forastero' de Wyler en solitario respectivamente, fue el motivo por el que la Academia decidió cambiar sus normas de votación tras su anormal racha. Mientras una parte de los académicos lo justificó simple y llanamente por su talento, otros especularon con que el verdadero secreto de Brennan era meterse a los extras de los rodajes en el bolsillo para que votasen por él.
El perfil de Cinema Sitght sobre el intérprete explica así cómo cambió el sistema de los Oscars:
"Se cree que su dos últimas victorias se debieron al enorme apoyo que recibió por el sindicato de extras, cuyos miembros tuvieron permitido votar en los Premios de la Academia entre 1936 y 1940. Su tercera victoria con su tercera nominación por 'El forastero' de 1940 causó tal escándalo que el derecho de los extras a votar fue revocado".
Parece que la teoría quedó confirmada si tenemos en cuenta que, desde que entró en vigor la regla, Walter sólo consiguió rascar una nominación más en toda su carrera por su trabajo como secundario en 'El sargento York' de Howard Hawks. No obstante, no hay que considerar sus éxitos como mero fruto de la manipulación. Durante la época en la que trabajó como extra, Brennan se ganó el favor y el respeto de sus compañeros por su oficio y compañerismo, algo que decidieron pagarle a posteriori con sus papeletas.
Eso sí, por mucho que se modificasen las normas a principios de los 40, el politiqueo y los favores no han abandonado unos Premios Oscar en los que, a veces —y sólo a veces—, la calidad sigue siendo lo de menos.
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