‘Caza humana’ (‘Killing Season’, Mark Steven Johnson, 2013) será emitida por Antena 3 en esta fiestas navideñas en el espacio ‘El peliculón’, excelente título que suele llevar a la decepción la mayor parte de las veces al ver qué película programan. En este caso se trata de un estreno en toda regla pues el film no ha pasado por nuestras carteleras a pesar de contener en su reparto a dos actores de la fama de Robert De Niro y John Travolta, enfrentados a muerte en lo que intenta ser un thriller psicológico con alguna que otra escena de acción y ambientado en los montes Apalaches, en armonía con la salvaje naturaleza, tan caprichosa como el destino y las guerras. Lo cierto es que el proyecto en sí cambió bastante desde su gestación.
Tras la loca, y para el que firma desastrosa, ‘Cara a cara’ (Face/Off’, John Woo, 1997) los actores Nicolas Cage y John Travolta, por aquel entonces en lo más alto de sus respectivas carreras, decidieron volver a trabajar juntos en un proyecto titulado ‘Shrapnel’ y que en un principio iba a ser dirigido por John McTiernan. El tiempo pasó, el guión, al inicio ambientado en los 70, pasó a llamarse ‘Killing Season’, a McTiernan por sus problemas con la ley lo sustituyó Mark Steven Johnson, y Robert De Niro hizo lo propio con Cage. Es evidente que el cambio de director supone un bajón de interés, y el de actor todo lo contrario. Lamentablemente el film se queda en poca cosa, una historia simple y banal con supuesto mensaje que ofrece uno de los enfrentamientos a todos los niveles más pobres del año que ya concluye.
(From here to the end, Spoilers) La película narra el enfrentamiento entre dos exmilitares veteranos de la guerra de Bosnia, uno estadounidense y el otro serbio. Robert De Niro es Benjamin Ford, vive retirado en su apacible casa en medio del bosque, alejado de la civilización y de su propia familia, purgando los horrores que vivió en dicha guerra; Travolta es Emil Kovac, que ha sobrevivido al disparo de ejecución de un soldado americano, que no fue otro que Benjamin. Buscando venganza Kovac encontrará a Ford en su lugar de descanso, y haciéndose pasar por cazador que comparte la pasión por la caza, se ganará la confianza de Ford, hasta que un día yendo juntos tras un ciervo, las verdaderas intenciones de Kovac saldrán a relucir. Será un enfrentamiento a muerte.
Desde luego Mark Steven Johnson —en cuyo currículum consta el haber insultado a Daredevil— no era el director adecuado para un thriller protagonizado casi en su totalidad por dos actores enfrentados psicológicamente, y también físicamente, en sus respectivos papeles. No voy a dejar que mi calenturienta mente piense en lo que John McTiernan hubiese sido capaz de hacer con un material ya demasiado trillado pero con posibilidades para un thriller de acción, pero la realización de Johnson es plana, anodina y sin personalidad alguna en muchas de sus secuencias. Muy bien fotografiados los bosques, los animalejos, los cielos nublados, etc, aunque eso es más bien obra del director de fotografía Peter Menzies Jr., quien curiosamente trabajó para McTiernan en alguna ocasión.
El resto adolece de un ritmo demasiado banal, sin puntos fuertes en su trama ni secuencias recordables. El guión camina por algunos de los lugares más comunes, y la realización de Johnson no ayuda a mejorar el conjunto, más bien lo contrario, perdiendo oportunidades de oro en el uso de la planificación como herramienta para mostrar el enfrentamiento de dos hombres dolidos con el mundo y consigo mismos. Robert De Niro no está ni bien ni mal, se queda en tierra de nadie, con un personaje de pocas aristas, en piloto automático. John Travolta da la réplica con un personaje al borde del ridículo en su sola presencia física. Forzando el acento, el actor se corona con una de sus interpretaciones más inexpresivas y faltas de carisma, que ya es decir, y el trauma personal del personaje es de vergüenza ajena.
Entrar en las superficiales conclusiones morales de la historia es absurdo y prácticamente una pérdida de tiempo. Una guerra es una guerra, probablemente lo más terrible inventado por el hombre y que puede dejar serias secuelas en la mente de muchos de sus protagonistas, imborrables, y que en el cine han servido para escribir historias como la de ‘Caza humana’, logrando que todo el horror de un conflicto bélico y las atrocidades que en el mismo puedan llegar a cometerse se empañen por motivaciones harto incoherentes e insensatas. La resolución final es aún más imbécil, por falsamente conciliadora.
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