'Nuestras madres': el mejor debut del último festival de Cannes es un poderoso alegato a favor de la justicia y la memoria

'Nuestras madres': el mejor debut del último festival de Cannes es un poderoso alegato a favor de la justicia y la memoria

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'Nuestras madres': el mejor debut del último festival de Cannes es un poderoso alegato a favor de la justicia y la memoria

La producción cinematográfica de Guatemala comienza a ser visible gracias a unos cuantos títulos que han circulado en el último lustro por numerosos festivales internacionales. El pasado 2019 se produjo en este país latinoamericano dos obras con éxito de crítica que no solo comparten nacionalidad sino también el foco de sus tramas, ya que ambas se sitúan en los juicios contra oficiales militares que perpetraron crímenes durante la guerra civil guatemalteca.

Mientras que 'La llorona' de Jayro Bustamante trata este episodio bajo el género del terror, con resultados estimables, 'Nuestras madres' lo hace desarrollando un drama íntimo, muy personal, que ha supuesto uno de los grandes debuts cinematográficos realizado en Latinoamérica el año pasado y que ahora llega a carteleras españolas. Ambos filmes son, además, un alegato contra la dictadura y la impunidad, y a favor de la justicia y la memoria.

Horror, miseria y esperanza

En tan solo 78 minutos, 'Nuestras madres', ópera prima de César Díaz, expone con firmeza y emoción la tenacidad de Ernesto (Armando Espitia), un joven antropólogo empeñado en desenterrar del olvido las atrocidades cometidas por militares en el transcurso de la guerra civil que tuvo lugar en Guatemala entre 1960 y 1996, dejando más de 200.000 muertos y 45.000 desaparecidos. Paralelamente, se lleva a cabo los mediáticos juicios contra estos militares, que afectan de manera directa a Ernesto.

La historia de su país y la suya personal se entrecruzan en una necesaria búsqueda en el pasado para continuar transitando en el presente, tanto a nivel propio como de toda una nación. Desde la Fundación Forense, Ernesto identifica cadáveres sepultados en fosas comunes, personas desaparecidas en la contienda que sus familias llevan buscando durante años. Entre esas personas en paradero desconocido se encuentra el padre del protagonista, un guerrillero de izquierdas.

César Díaz condensa en pocos minutos de metraje varias historias paralelas que va desgranando progresivamente con Ernesto como hilo conductor de todas ellas. El realizador ha combinado actores profesionales con personas que sufrieron de primera mano el genocidio contra comunidades mayas ixiles en plena guerra civil, lo que le confiere más realismo y franqueza.

Con una solvente puesta en escena que hace hincapié en primeros planos de los rostros de las víctimas que sobrevivieron a la barbarie y en mostrar a los personajes enfrentándose ante un escenario que les otorga esperanza –ya sea una oficina con cientos de carpetas, una finca en la que se esconden bajo tierra numerosos cadáveres que hay que desenterrar o una solitaria playa- Díaz nunca pierde el tono comedido y sereno.

'Nuestras madres': César Díaz arroja un poderoso mensaje con su ópera prima

Deja que los silencios se adueñen de muchas secuencias, y que le permite narrar un hecho histórico tan dramático y cruento sin olvidar la cuestión personal de cada caso y sin caer en la manipulación lacrimógena. Además, es capaz de crear tensión ante el desarrollo judicial o algunos conflictos del personaje principal contra la burocracia.

Rodada en español y poqomchi -lengua maya que se habla en la comunidad indígena de Pambach- la película es un potente altavoz de las víctimas y su dignidad, reflejando a su vez a las mujeres como principales damnificadas de las guerras y la violencia. Son ellas, precisamente, las que se rebelan y luchan para hallar a sus familiares enterrados en una finca privada cuyos dueños no conceden el permiso o las que con enorme valentía se atreven a testificar contra sus verdugos.

Al mismo tiempo, 'Nuestras madres' se convierte en un escaparate bien visible de un país con escasos recursos económicos que, como tantas otras naciones, desean a través del arte –en este caso el cine- destapar las miserias del pasado para enfrentarse a ellas y otorgar esperanza para un pueblo que lo necesita.

Esta coproducción entre Guatemala, Bélgica y Francia consiguió la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en la última edición del Festival de Cannes y fue elegida como candidata por Bélgica para los premios Oscar. En su conclusión, 'Nuestras madres' arroja un poderoso mensaje acerca de la necesidad de afrontar el pasado y dignificar a las víctimas con sentencias justas y permaneciendo en la memoria, un argumento que traspasa cualquier frontera y que debiera resonar en países como España.

Nuestras Madres

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