La finalización de 'Élite' dejó un importante vacío en Netflix. Es cierto que la serie creada por Carlos Montero y Darío Madrona había ido perdiendo seguimiento durante sus últimas temporadas, pero seguro que no son pocos los que todavía se hubiesen visto encantados alguna más. Sin embargo, la historia de Las Encinas quedó cerrada y ahora es 'Olympo' el título que aspira a heredar a ese público.
Confieso que en su momento empecé a ver 'Élite' con muy pocas esperanzas, pero acabé disfrutando bastante con sus primeras temporadas. Sin embargo, la marcha de Madrona supuso un punto de inflexión del que la serie nunca llegó a recuperarse y terminé de verla más porque ya había llegado hasta ahí que por tener ganas reales de hacerlo. Pues bien, 'Olympo' ni siquiera está al nivel de 'Élite' en sus horas más bajas.
Flojísima

Por supuesto que 'Olympo' y 'Élite' son dos series diferentes, con la primera prestando más atención a la competitividad dentro de un centro deportivo de élite, mientras que la segunda echaba mano de crímenes para hilar cada temporada alrededor de ellos. Dicho esto, el salseo que ofrecen ambos títulos es comparable, como también lo es el enfoque de muchas tramas a la hora de ofrecer un retrato tan grandilocuente como vacío de sus protagonistas. Sobre el papel, una fórmula mejorada, pero a la hora de la verdad un desastre sin paliativos.
El primer fallo está en el tono, donde ese cruce entre dramatismo y frivolidad nunca está bien captado, dando además pie a situaciones que ya no es que resulten forzadas, pues directamente coquetean con el ridículo. Y es que una cosa es que no te lo creas -como sucedía con el 99,9% de cosas en 'Élite'-, pero lo que no puede permitirse una serie como 'Olympo' es que simplemente reacciones con desidia ante lo que te va planteando.
Tampoco ayuda que formalmente sea una serie un tanto inestable -ahí sí reconozco que hay algún plano suelto en la piscina con cierto vigor estético-, tanto por algunas decisiones fuera de lugar -hay directamente momentos en los que uno no entiende qué estén usando esa música como acompañante- como por el hecho de nunca aprovechar el contexto que los rodea. Eso aplica tanto al centro deportivo, el cual parece más una excusa para que algunos personajes vayan siempre al límite que para cualquier otra cosa, como cuando abandonan el mismo. Todo situaciones de paso sin enjundia alguna.

Por su parte, el reparto nunca termina de mostrarse a gusto en sus personajes. Quizá sea Clara Galle la que más lo intenta, pero sus esfuerzos destacan más por oposición al desastre que hay enfrente que porque ella realmente brille. Aquí hacía falta algo de naturalidad, esa que 'Élite' sí logró conseguir hasta cierto punto en sus primeras temporadas, y no peones que parezca que están ahí más por lo guapos que son que por el talento que tengan.
Que no dudo que varios de ellos son mejores de lo que demuestran aquí -por ejemplo, María Romanillos estuvo muchísimo más convincente en 'La Casa'-, pero yo tengo que limitarme ahora al caso de 'Olympo'. Y ahí creo que un detalle decisivo está en los guiones, donde no se muestra interés alguno en construir personajes interesantes, solamente en jugar con situaciones cada vez más dramáticas esperando que alguna de ellas conecte con el público. Quizá lo consiga con algunos espectadores, pero yo no estoy entre ellos.
Todo eso lleva a que 'Olympo' sea un batiburrillo de excesos, ya sea por las rivalidades que surgen o porque da la sensación de que todo vale para crear dramas, que comete un error capital en un título de estas características: es aburrida. Uno puede pasar por alto que algo sea ridículo, que no te creas nada o que la cosa vaya dando tumbos sin ton ni son, pero no que estés mirando el reloj para ver cuándo se acaba el episodio.

Ahí es cierto que mi nivel de tolerancia quizá haya bajado mucho tras la tremenda decadencia que sufrió 'Élite', pero es que incluso preferiría volver a ver su peor temporada que más episodios de 'Olympo'. Si al menos abrazase lo loca y absurda que llega a ser, pues algo se podría sacar de ahí, pero ese tono totalmente dramático le sienta fatal teniendo en cuenta los ingredientes que tiene a su disposición.
En Espinof | Las 27 mejores series de la historia de Netflix
En Espinof | Las mejores películas de Netflix en 2025
Ver 6 comentarios