'Persépolis', cine con integridad

'Persépolis', cine con integridad
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En el cine de animación últimamente estamos mal acostumbrados a la perfección más absoluta, gracias sobre todo a la todopoderosa Pixar. Por eso, el hecho de que se realice una película como 'Persépolis', cuya animación es más que tradicional, no deja de ser toda una sorpresa y al mismo tiempo un inconveniente. Un inconveniente porque muchos son los que no se acercarán al cine porque la película esté animada de esta manera, aunque evidentemente esto no es culpa de la misma.

'Persépolis' es la adaptación del cómic de Marjane Satrapi, en la que se nos narra la infancia y juventud de una mujer iraní en su propio país y fuera de él. Como siendo niña presenció un cambio de régimen de fatales consecuencias, en los que la libertad individual fue de lo más dañado. El papel de la mujer en dicho país cambió drásticamente y en vez de avanzar, se volvió atrás en el tiempo, civilizadamente hablando. La historia se centra en el personaje de la propia Marjane, que durante mucho tiempo se encontró perdida, tanto por los cambios en su hogar, como por no adaptarse fuera de su país cuando salió de él.

A veces no hay nada mejor que acercarse a una pantalla de cine sin tener demasiados datos referenciales de lo que vas a ver, así si la sorpresa es grande la disfrutas más, o viceversa. En el caso de 'Persépolis', no había leído la obra original, sobre la que tenía una vaga idea de lo que trataba, más el dato, propiciado por una muy fiable fuente, de que se vendió espectacularmente por lo menos en nuestro país. Lamentablemente la película no está teniendo una difusión demasiado grande en nuestras salas, cuya distribución parece limitada a las salas de versión original, que como sabemos, desgraciadamente son pocas.

La película enseguida te mete dentro de la acción, la cual está muy bien desarrollada a lo largo y ancho de la cinta, tocando muchos temas alrededor de sus personajes, sobre todo el central. Un personaje excepcionalmente tratado, lleno de carisma y con el que simpatizamos enseguida. Evidentemente la historia es autobiográfica, por lo que la autora conoce muy bien los hechos narrados en la misma. Ayudada por Vincent Paronnaud en la dirección del film, Satrapi, nos lleva a un mundo en el que la intolerancia, la integridad, la no sumisión, la desidia, la incomprensión y la tiranía se dan la mano en un cóctel menos explosivo de lo que cabría esperar. Y es que tal vez, el film se quede corto en alguna de sus propuestas, y con esto me refiero a que no carga las tintas en los aspectos más duros de la historia.

A cambio nos ofrece bastantes momentos de humor, perfectamente insertados en la narración, y que para nada estropean la película, al contrario. El mensaje llega más de esta forma, que si su autora se pusiera excesivamente melodramática, con lo que habría podido caer en la manipulación, algo que no le habría quedado nada bien a una película de estas características. Por supuesto, una animación simplista, en blanco y negro mayoritariamente, ayuda a todo, ya sean un momento de humor, un momento dramático o un momento onírico. Y a pesar de esa simpleza en el diseño, de esos trazos sencillos, breves, de esas cuatro líneas, la película consigue ser más humana que muchos films con personajes de carne y hueso, y ahí se encuentra una de sus muchas virtudes.

Virtudes que a ratos se nos escapan debido a la rápida narración en la que la información se nos agolpa de forma interminable, y es que el ritmo del film es simple y llanamente perfecto, llegando a contarnos un montón de cosas con la suficiente eficacia, en una hora y media. Cosas que a pesar de estar ambientadas donde lo están, bien podrían extrapolarse a cualquier otro lado del planeta, porque si bien el film cuenta una historia de una mujer iraní en una determinada situación, éste adquiere el estatus de película universal gracias a lo bien sintetizado y mostrado que está todo, de forma que cualquiera pueda entenderlo, dejando a un lado el pertenecer a una u otra cultura. Al fin y al cabo la película habla ante todo de la identidad que nunca debe perderse, de los orígenes que todos tenemos, y de que nunca debemos olvidar quienes somos y a quién le debemos nuestra existencia.

'Persépolis' es una espléndida película que no recaudará enormes cantidades de dinero en las taquillas, otro de esos films penosamente distribuidos, que dentro de un tiempo se convertirán en obras de culto, aunque me temo que de minorías. Si aún no la habéis visto y estáis interesados, daros prisa, su vida en las carteleras es más corta que la de una mosca, y sinceramente, es injusto.

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