'Sense8', la serie de los Wachowski que se resiste a las definiciones

'Sense8', la serie de los Wachowski que se resiste a las definiciones

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'Sense8', la serie de los Wachowski que se resiste a las definiciones

Desde que Netflix estrenó, hace unos días, 'Sense8', ha habido muchos intentos de describir qué es esa serie. ¿Es ciencia ficción? ¿Una historia de acción? ¿Un thriller de misterio sobrenaural? ¿Una ida de olla new age? ¿Un drama sobre la identidad personal? ¿Una comedia del show business? Es un poco todo eso y, si vamos a utilizar referentes cinematográficos, está más cerca de 'El atlas de las nubes' que de 'El destino de Júpiter', las dos últimas películas de los hermanos Wachowski.

Lana y Andy son los creadores de 'Sense8' junto con un nombre al que no está prestando tanta atención, J. Michael Straczynski, guionista cuya obra magna es 'Babylon 5', una serie sobre una ONU en forma de estación orbital. Straczynski ha participado también en la escritura de películas de los más variopinto, de 'El intercambio' a 'Thor', y es muy activo en los cómics, donde ha escrito sobre todo para Spider-Man y donde creó 'Rising stars', una historia de superhéroes con la que se comparaba mucho a 'Héroes' en su momento.

¿De qué va 'Sense8'?

'Sense8' está protagonizada por ocho personajes, cada uno en un punto diferente del mundo, que desarrollan una conexión mental y espiritual entre ellos. Tenemos un actor de éxito en México, una mujer transexual en San Francisco, un policía en Chicago, una DJ en Londres, un gángster de origen ruso en Berlín, un joven conductor de autobús en Nairobi, una joven a punto de casarse en Bombay y una hermética ejecutiva en Seúl, y lo que ellos no saben al principio es que hay unos misteriosos hombres persiguiéndolos.

Tienen también una especie de ángel de la guardia que vela por ellos y que les va orientando en esta nueva vida, pero lo que vemos al inicio es cómo esa conexión, esa resonancia límbica, como la describen en el primer capítulo, va permeando poco a poco a sus vidas. Se ven de repente en una ciudad diferente, o enfrentados a un peligro que, en realidad, está amenazando a otra persona. Las habilidades y emociones de todos se comparten entre ellos, lo que puede ser muy útil si va detrás de tí una banda de ladrones kenianos.

Como decimos, en los tres primeros capítulos sólo estamos viendo todavía la presentación del punto de partida de 'Sense8'. Hay historias que avanzan más rápidamente, como la de Will, el policía de Chicago, o Nomi, la transexual de San Francisco, pero de otras, como la de la mujer coreana, sólo estamos empezando a arañar la superficie. Visualmente, es una serie con personalidad, que saca mucho color de sus diferentes localizaciones, con una banda sonora bastante notable de Johnny Klimek y Tom Tykwer, pero las reacciones a ella no tienen término medio: o entras en su juego, o te parece una estupidez.

Una serie que sólo podía estar en Netflix

Sense8
Da la sensación de que va a ser difícil hacerse una idea más completa de lo que es 'Sense8' hasta que no se ven sus doce episodios, porque la manera en la que los Wachowski y Straczynski desarrollan la historia necesita la manera de emisión de Netflix. Si viéramos sólo un episodio a la semana, nos quedaríamos probablemente confusos ante lo que estamos viendo, pero al dar la posibilidad de maratonear toda la primera temporada del tirón, podemos tener un panorama mucho más amplio de lo que es 'Sense8' y decidir si nos convence o no.

Es un título muy ambicioso en su escala, y no sólo porque se haya rodado en diferentes partes del mundo. La mezcla de géneros y la manera en la que se muestra esa conexión entre los protagonistas es lo más destacado, aunque no todas las partes de la serie funcionan igual. La historia de Miguel Ángel Silvestre (Lito, el actor), por ejemplo, está más escorada hacia la comedia, y en algunos momentos resulta casi más una caricatura que otra cosa. Los diálogos son más bien genéricos y crípticos en el peor sentido de la palabra, pero tampoco es tan complicado seguir la trama de 'Sense8'.

Al menos en el arranque, es una serie que hay que ver sin buscar significados ocultos y sin intentar adelantarnos en cada momento a lo que va a pasar. Su "conspiración" es menos compleja de lo que podría parecer, y la mejor manera de enfrentarse a ella es dejarse llevar. Eso sí, puede ser tanto interesante como frustrante, y se entiende perfectamente que haya opiniones para todos los gustos sobre ella. Volveremos a comentarla más en profundidad cuando la hayamos terminado.

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