Las arpías de 'Gran Hotel' regresan dispuestas a todo

Las arpías de 'Gran Hotel' regresan dispuestas a todo
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¿Alguna pregunta o algún escrúpulo?

Doña Teresa

‘Gran Hotel’ ha vuelto a Antena 3 y lo ha hecho a lo grande. Como ellos saben hacer. La serie de Bambú producciones estrenó anoche el primer capítulo de su segunda temporada, nada menos que contra el coloso de ‘La Voz’, y lo ha hecho con todos los ingredientes para ser un dignísimo rival. Sin embargo, las cifras han hablado demostrando que Antena 3 se ha equivocado de lleno y la serie sólo pudo conseguir un 14,7% de audiencia frente al 33,4% del programa de Telecinco. Espero que para la semana que viene lo cambien de día, si es que ya no es tarde, pero no quiero hablar de cifras y parrillas sino del gran capítulo que vimos.

La familia Alarcón, los camareros y el personal del servicio, así como los huéspedes de este hotel de principios del siglo XX han regresado sin titubeos, manteniéndonos intrigados durante todo el episodio mientras cerraban muchas de las cosas que quedaron abiertas y planteando otras nuevas. Porque si algo tiene esta ficción es un ritmo en el que no se teme quemar cartuchos demasiado rápido.

La primera temporada tuvo como misterio central el asesinato de Alicia Olmedo y en esta segunda temporada será el intento de asesinado de Andrés la trama que acompañe a Julio y Alicia en sus investigaciones. Unido, claro está, a la información que se desató con la carta al final de la temporada pasada que revelaba que Andrés era el legítimo heredero del Gran Hotel y también a la sorpresa final del episodio.

Pero vayamos por partes, porque este primer episodio nos ha traído bastantes novedades. Arrancamos con Julio escribiendo una carta a su madre mediante la cual pone en situación al espectador (algo que hizo la temporada pasada Cristina). Por un lado me ha parecido una forma original de hacer un “previosly” pero por otra se me ha hecho demasiado largo y también demasiado explicativo, como si el espectador fuera tonto. No obstante, no viene mal recordar y ponernos en situación, ya que comenzamos con una elipsis temporal de unos meses.

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Vuelven las intrigas familiares y el misterio

Más allá del lujo, que quizás no brilla todo lo que debiere para ser un inicio de temporada, la serie nos ha traído lo que más me gusta de ella: luchas de poder, planes malvados y muchas arpías. Porque ellas parten el bacalao en el hotel, y aunque Diego tenga cara de malo maloso, la triada formada por Ángela, Doña Teresa y Belén es la que de verdad importa. Entre ellas se juegan las grandes partidas y sus frases lapidarias son las que más valen.

Poco pintan los hombres en el peso de la acción, con la salvedad quizás del mencionado Diego que me gusta que se desmarque, como ha hecho en este episodio, de la posición de perrito faldero de Doña Teresa. Javier Alarcón está siempre ahí con su subtrama de meterse en líos, Andrés para hacer de encarnación del bien, y luego tenemos al detective Alarcón, que si ya la temporada pasada me gustó, en esta me tiene fascinado. El giro de su personaje, degradado de rango, le ha dado un punto cómico junto a su nuevo superior que han sabido explotar muy bien y que, de seguir por ahí, nos puede dar buenos momentos.

Y luego tenemos, cómo no, a la pareja formada por Alicia y Julio. Con el hándicap de esta temporada de que ella ya está casada, su trama sigue por el mismo derrotero: juntos investigan el misterio de la temporada mientras su amor imposible crece y crece. La verdad es que para haberse visto ya el BESO han vuelto a encauzar bien la tensión sexual no resuelta. Y afortunadamente ellos ya no tienen tanto peso. Y ojito porque la doncella Isabel puede meterse por medio también…

Hablando de la pareja protagonista, y para ser justos, he de decir que noté tanto a Amaia Salamanca como a Jon González mucho mejor en sus papeles, así como a Adriana Ozores, a quienes en la primera temporada me costaba un poco creerme. Siguen sin alcanzar la GRANDEZA de Concha Velasco, pero se mantienen en mejores niveles interpretativos.

La producción, como siempre, impecable

Tampoco podemos dejar de hablar de dos elementos que le damos por supuestos a ‘Gran Hotel’, y casi por defecto a todas las producciones de Bambú, pero que no dejan de ser reseñables: la maravillosa fotografía de la serie que nada tiene que envidiar al cine y la acertada inclusión de la música, apoyando tanto la intriga como los momentos cómicos.

Y un inicio de temporada no sería tal si no hubiese incorporaciones de nuevos personajes. Así hemos visto llegar al personaje de Juan Luis Galiardo y ha irrumpido también la Marquesa que interpreta Kiti Mánver. He de decir que a mí Galiardo siempre me ha parecido un poco teatral y sobreactuado para la televisión, pero aquí está más comedido y la química con Concha Velasco sobresale de la pantalla desde el primer momento en que se juntan.

gran hotel belen

Cerrando y abriendo con sorpresa

Todo lo que quedó abierto al cierre de la anterior temporada ha ido poniéndose en su sitio a lo largo del episodio: Alfredo ha salido de la cárcel, Sofía ha concluido su embarazo fingido con éxito, Andrés se ha recuperado… hasta llegar al final del episodio y sorprendernos con el cliffhanger que abre toda una línea de trabajo para la temporada.

El hijo que esperaba Belén y que ha sido entregado a Sofía no venía solo, sino que la malvada doncella ha gestado gemelos en su tripa. Y para su suerte solo ella y Andrés conocen esto. ¿Qué pasará ahora? Parece que veremos cómo esconden a este niño y lo crían en la pobreza, mientras que su hermano crece como un Alarcón. Una historia clásica de dos hermanos separados al nacer que viven vidas totalmente opuestas. Y funciona.

Abrimos ahora unas cuantas dudas, ¿durará mucho este secreto? ¿quién intentó matar a Andrés? ¿recuperará Belén la carta y pondrá de nuevo en jaque a la familia? ¿será Alicia infiel a Diego con Julio? Parece que esas son las claves de la temporada. Y añado una más, ¿habrá en algún momento un salto temporal que nos lleve a ver a los dos gemelos en edad adulta conociéndose?

Sea como sea, reitero mi opinión de que ‘Gran Hotel’ ha vuelto en estupenda forma, muy pegada a la fórmula que tan bien le funcionó el año pasado y sin la necesidad de hacer grandes filigranas para agradarnos. Nos basta con un guión magnífico, acompañado de una producción excelente. Casi nada. Y antes de acabar tengo que decir ¡qué grande Marta Larralde!

En ¡Vaya Tele! | ¿Podrá ‘Gran Hotel’ resistir contra el gigante de ‘La Voz’?

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