Las familias (y sus circunstancias) más famosas de la tele nacional (I)

Las familias (y sus circunstancias) más famosas de la tele nacional (I)
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Todos sabemos que nuestras series de ficción están condicionadas por un tema bastante esencial. Muchas veces hemos oído decir que cuando se proyecta cómo va a ser una serie española siempre se tiene en cuenta que vaya dirigida a un público familiar, esto es, que guste tanto a los adultos como a los adolescentes, a los abuelos, a los niños y hasta al periquito.

Por eso, a lo largo de la historia de la tele nacional, muchas han sido las series que han tenido a una familia como núcleo emergente para protagonizar sus tramas. Y precisamente esto es lo que ha llevado a otra circunstancia muy comentada de nuestras series: los curiosos (y hasta a veces estrafalarios) grupos familiares que se establecen. Las salidas de actores, la entrada de nuevos, la necesidad de renovar las historias... obligan a que esas familias tan "normalitas" puedan acabar un poco desparramadas al unir al cuñado, al primo lejano, al tío segundo... Hagamos un repaso por algunas de las familias más famosas de nuestra tele, a ver qué nos encontramos.

'La casa de los Martínez'

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'La casa de los Martínez' fue uno de los primeros grandes éxitos en cuanto a ficción nacional se refiere. Se estrenó en TVE entre 1967 y 1971 y todavía hoy es muy recordada entre el público. Esta serie contaba con la curiosa circunstancia de ser, a la vez, serie de ficción y programa de entrevistas, pues, además de poder ver las peripecias de los Martínez, en cada programa se recibía a un invitado de cierta relevancia en la España del momento, al que se le hacían una serie de preguntas sobre su vida y su trabajo. Este curioso experimento fue realmente el programa preferido de una generación de televidentes que estaba naciendo a una incipiente televisión.

Siempre se ha dicho que 'La casa de los Martínez' es un referente muy clásico y que conformaba a la típica familia canónica. Estaba compuesta por padre y madre, el hijo y la hija. Pero además, ya introduce la figura de la abuela con el personaje de Mari Carmen Prendes; y la del cuñado, ese secundario que funciona como comodín. Los Martínez eran, supuestamente, una familia de clase media pero contaban con cocinera y criada en su casa, eso sí, éstas eran dos miembros más de la familia.

'Médico de familia'

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Seguramente, esta serie de Globomedia, emitida en Telecinco desde 1995 hasta 1999, estableció muchas de las bases de las series "para toda la familia" como ahora mismo las entendemos. 'Médico de familia' fue un auténtico referente de ficción durante muchos años pues, contando una historia "cotidiana" y familiar, logró enganchar a los espectadores. La base de la serie eran unas tramas en las que los valores familiares, de afecto y respeto, estaban siempre muy presentes. La historia giraba en torno a Nacho (Emilio Aragón), un médico que quedaba viudo a cargo de sus tres hijos. Para ayudarle, contaba con la presencia de su padre, el mítico señor Manolo, de su asistenta, la mítica Juani y de su mejor amigo, el mítico Julito.

A la familia se unía un sobrino díscolo (pero de buen corazón) al que el buenazo de Nacho acogía en su hogar; una cuñada que hacía las veces de "madre-amiga enrollada", con tensión sexual por fin resuelta que significaba la entrada de dos hijos más en la familia; los abuelos maternos que no salían mucho pero que también aportaban tramas y conflictos y, en fin, un sinfín de secundarios que se preocupaban de los problemas de los Martín como si fueran los de su propia familia. Mucho trasvase generacional, tramas cotidianas y estereotipos muy marcados consiguieron que la serie entrara en la historia de nuestra tele nacional.

'Pepa y Pepe'

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En 1995 se estrenó en TVE una de las mejores series que se han producido para nuestra televisión. Se llamaba 'Pepa y Pepe', estaba dirigida por Manuel Iborra y era una sitcom de 25 minutos. Deudora de la influencia de la norteamericana 'Roseanne', nos traía a una familia comandada por Verónica Forqué y Tito Valverde, que tenían tres hijos tan peculiares, difíciles y tiernos como los de cualquier familia media. La importancia de esta serie en cuanto al modelo familiar yo lo destacaría precisamente en la naturalidad de las historias y la franqueza con la que se planteaban los problemas más cotidianos, que nos hacían empatizar con la serie de todas todas.

Muy importante fue el papel de la "tía postiza", un tipo de personaje muy usado en las series familiares y que nos da otra perspectiva del modelo de autoridad, con un adulto que ejerce influjo y respeto hacia el niño, pero que se sitúa en el extremo opuesto al padre, por ser, en muchas ocasiones, cómplice. Las relaciones familiares que veíamos eran muy realistas y se conseguían por el magnífico trabajo de personajes, llenos de matices, pequeñas miserias y mucho amor.

'Cuéntame cómo pasó'

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En 2001 se estrenó esta magnífica serie que está entre las mejores de la historia de nuestra televisión. Y, con ella, llegó a nuestras vidas su carismática familia protagonista: los Alcántara. La función de este grupo familiar va más allá del típico conjunto de personajes a los que les suceden "cosas", pues son los embajadores que nos llevan por la historia reciente de nuestro país, los que nos presentan los momentos más fundamentales y los que los viven de manera dramática para que lleguen a nosotros con toda la carga emocional que supusieron.

El modelo familiar de 'Cuéntame' representa un clásico: padre-madre-hijos, con roles además que parten de una idea muy estereotipada para después virar según las circunstancias vitales. Esto ayuda a su brillantez, pues los vaivenes de los personajes pueden estar trabajados desde guión y no por otras imposiciones de producción al margen de la cuestión creativa. Así se consigue un producto honesto y de calidad. También hay que destacar la figura de la abuela como memoria colectiva y bastón de sabiduría, un personaje que se puede tomar un poquito a guasa cuando hace el papel del "chapado a la antigua" pero que nunca falla a su familia, y que supone uno de los mástiles de esa casa.

'Ana y los siete'

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En 2002, se estrenó esta serie que logró sorprender a propios y a extraños por el gran éxito en el que se convirtió. La multifuncional Ana Obregón consiguió anotarse un tanto al ponerse a la cabeza de una ficción que es muy difícil de olvidar. ¿El argumento? Una especie de 'Sonrisas y lágrimas' renovado. Nos explicamos, aquí tenemos la historia de los Hidalgo, una familia de posibles en la que el padre, viudo, estaba al cargo de nada más y menos que siete retoños. La necesidad de encontrar una niñera era primordial. Menos mal que conocían a Ana García, una stripper muy simpática y bonachona que entraba a trabajar en la casa y revolucionaba a todo el personal.

Como en muchas otras series familiares, los empleados del hogar, en este caso, el mayordomo y la cocinera, formaban también parte del grupo fuerte de la familia. Es curioso cómo estas series, tanto ésta, como la de 'Médico de familia', parten de un modelo familiar "diferente" como aliciente primero y luego acaban desarrollando y buscando un modelo totalmente clásico y reconocible, con una "madre" que, para ganarse ese puesto, ha de demostrar antes verdadero amor e interés por su nueva familia.

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