Cine bajo demanda en salas: el modelo Screenly

Cine bajo demanda en salas: el modelo Screenly

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Cine bajo demanda en salas: el modelo Screenly

La llegada del video on demand ha abierto numerosas puertas, otorgando infinidad de posibilidades tanto a realizadores con ansias de libertad creativa como a pequeñas compañías de producción con problemas para dar visibilidad a su éxito; por no hablar de un público que ya no depende del criterio del exhibidor local para poder disfrutar de un catálogo de lo más nutrido en la comodidad de su casa.

A pesar de esto, aún queda una amplia legión de cinéfilos que disfrutan de la experiencia de ver un largometraje en pantalla grande y ante los cuales se ha abierto la opción de poder escoger sin un intermediario que modele la cartelera a golpe de predicción taquillera gracias a un modelo de distribución conocido como Theatrical On Demand —proyecciones bajo demanda—, cuyo mayor referente en nuestro país en este momento es la plataforma Screenly.

¿Qué es el Theatrical On Demand?

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Imagen de la proyección de 'Morir por la cima' organizada a través de Screenly

El Theatrical On Demand —o TOD— es un sistema de distribución y exhibición cinematográfica presente en varios países a lo largo del globo que permite a los espectadores organizar y promover proyecciones de largometrajes en salas de cine. Estos seleccionan un filme, una fecha y una sala de proyección para dar paso a una campaña de reserva colectiva de entradas online.

Una vez alcanzado un cierto número de entradas vendidas que aseguren la viabilidad de la proyección en términos económicos —hay que tener en cuenta que los eventos de TOD se realizan en salas comerciales—, los espectadores que hayan adquirido su ticket durante la fase de crowdticketing acudirán al recinto a disfrutar de la película como si de un pase normal y corriente se tratase. Así de sencillo.

Screenly: TOD made in Spain

Screenly Color

Screenly es una plataforma de distribución y exhibición online que opera en suelo español desde el año 2015 y que actualmente posee más de 12.000 usuarios registrados y una red de más de 80 cines adscritos que facilitan unas 450 salas de proyección. Unas cifras a las que hay que unir un nutrido catálogo de largometrajes —principalmente en posesión de distribuidoras que trabajan en Barcelona como A Contracorriente Films o Avalon— que se actualiza de forma semanal y que incluye cintas de ficción, documental, animación y un buen puñado de filmes clásicos.

El proyecto, cuyo germen —fruto de los efectos que la crisis económica tuvo sobre la industria cinematográfica— data de 2012, está gestionado a tres bandas y de forma horizontal entre Barcelona, Madrid y Galicia, y contó con el apoyo económico del Ayuntamiento de Barcelona. Una dotación económica a la que hay que sumar los más de 113.000 euros que ha conseguido reunir recientemente a través de 46 inversores privados.

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Imagen de la proyección de 'Food Coop' organizada a través de Screenly

Algunos de estos nuevos socios, como el productor Luis Collar —también director de festivales como DocumentaMadrid o Feelfest— o Rubén Delgado —cofundador de la empresa de subtitulado 36 Caracteres— se han manifestado sobre la importancia de este modelo de negocio colaborativo y las ventajas que da a unos espectadores que buscan la variedad de oferta propia del streaming sin dejar de lado la experiencia cinematográfica.

"Es un modelo de negocio con mucho futuro. El espectador quiere ver cada vez contenidos más diversos y recuperar los títulos que vio hace años. Screenly le ofrece todo eso y, además en la sala de su ciudad y el día que le convenga".

"[De Screenly] destaca el impacto social que supone que los espectadores tengan la oportunidad de elegir lo que quieren ver, de manera colaborativa. Creemos que, gracias al modelo colaborativo, la distribución y exhibición cinematográfica podrá transitar por nuevos caminos inexplorados y, sin duda, fructíferos".

El modelo Screenly: Uniendo los cuatro ejes que hacen posible la experiencia cinematográfica

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Imagen del evento posterior a la proyección de 'Food Coop' organizada a través de Screenly

El funcionamiento de Screenly es muy similar al de la inmensa mayoría de plataformas de Theatrical On Demand y, como hemos descrito anteriormente, insta a los espectadores a convertirse en "promotores" de eventos, seleccionando un filme de su catálogo y organizando una proyección para la que el resto de usuarios de la web puede adquirir entradas libremente.

No obstante, uno de los puntos distintivos de Screenly es su voluntad por abrazar a todos y cada uno de los cuatro elementos básicos que hacen posible que funcione la industria cinematográfica —los creadores, los distribuidores, los exhibidores y los espectadores—; aportándole a cada uno de ellos un buen número de ventajas.

En cuanto a los creadores respecta, Screenly facilita a los cineastas la posibilidad de añadir sus obras al catálogo de la plataforma mediante una solicitud para, una vez aprobada, poder realizar sus propios eventos y crear una suerte de estrategia de distribución independiente, libre de intermediarios —lo que se traduce en un mayor beneficio para el realizador y su equipo— y que permite al autor una toma de contacto más próxima con su público potencial.

Aulafilm Presentacion Academia 1

De igual modo, Screenly ofrece a las distribuidoras la opción de incluir sus filmes al catálogo de la web y, además, un amplio número de posibilidades para explotar sus largometrajes ya estrenados o por estrenar. Estas incluyen la realización de preestrenos o estrenos exclusivos —sin necesidad de un lanzamiento comercial a la antigua usanza—, los estrenos combinados para hacer llegar ciertas cintas a ciudades en las que las salas de cine no han decidido proyectarlas e, incluso, reestrenos que permitan a las distribuidoras recuperarse de algún fracaso en taquilla.

Para los dos últimos eslabones de la cadena, exhibidores y espectadores, Screenly también brinda beneficios, aunque tal vez algo menos jugosos que los vistos hasta el momento. Para los primeros, además de eximirles de todo trabajo logístico, la plataforma ofrece un sistema de adhesión voluntaria a su red de cines, permitiéndoles seleccionar el precio mínimo para las entradas y las sesiones que liberan para realizar pases TOD, dándoles la opción de elegir sus días y horas de menor afluencia y rentabilidad para mejorar sus ingresos gracias a las sesiones bajo demanda.

En última instancia, el último gran beneficiado de este sistema colaborativo es el espectador cinéfilo; quien verá en iniciativas como esta una oportunidad de oro para poder disfrutar de sus cintas favoritas, recuperar estrenos que no pudo ver en su momento o descubrir nuevas obras con todos los alicientes que tan sólo una sala de cine puede ofrecer a nivel de imagen, sonido y ambiente.

Internet: el gran aliado

Ya lo dijo Álex de la Iglesia durante su etapa como presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España en el marco de la ceremonia de los Premios Goya 2011, en la que también instó a abrazar nuevos modelos de negocio: "Internet no es el futuro del cine, es el presente".

Y es que, por mucho que se haya voces que nieguen la mayor al empeñarse en mirar tan sólo hacia polémicas como las relacionadas con las descargas ilegales o la irrupción de gigantes del streaming como Netflix —para muchos, como Pedro Almodóvar, adalides de la muerte del séptimo arte—, propuestas como Screenly, edificadas sobre ceros y unos, demuestran que la red de redes es una herramienta óptima para mantener viva esa magia que tan sólo puede experimentarse en la oscuridad de un patio de butacas.

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