Mañana por la noche se estrena en AMC España la tercera temporada de ‘Halt and Catch Fire’. Es un drama de época que no ha hecho más que crecer desde su estreno hace un par de veranos, y del que no habíamos hablado aquí desde que su primera temporada me inspirase para hablar de cómo aprovechaba los perfiles de la revolución tecnológica.
El bagaje dramático y emocional de los personajes tres temporadas después tiene un color diferente, más complejo. Ahora son personas, no perfiles; y los diez episodios de la tercera temporada aprovechan muy bien esa construcción inyectando valor emocional a los clímax argumentales que tienen más que ver con el desarrollo tecnológico y empresarial del momento.
Aquí arrancábamos ya en Silicon Valley, con Cameron y Donna (fabulosas, inmensas, maravillosas Mackenzie Davis y Kerry Bishé) al frente de Mutiny. Por otro lado, Gordon intenta hacerse su hueco en esa misma empresa tratando de sobrellevar su enfermedad mientras Joe (intensísimo y carismático Lee Pace) está en su proceso de reinvención habitual.
Mutiny
El viaje de ascenso, reinvención y decepción de Mutiny como empresa y como faro esencial de las vidas de Cameron y Donna es lo más estimulante de la temporada. La razón principal la apuntaba hace unas líneas. Los personajes han crecido tanto y están tan bien definidos en qué es lo que les mueve y cuál es su esencia que es una gozada ver un desarrollo consecuente y coherente con esa construcción.
Esto ha hecho que las dos amigas y socias cabalguen juntas hasta que sus naturalezas colisionan de forma irremediable. Algo que define el desarrollo argumental de ‘Halt and Catch Fire’, y que es una de sus características más atractivas y brillantes, es cómo ha convertido en su núcleo este tipo de relaciones: la asociación profesional entre individuos. Sean amigos, desconocidos, inversores, jefes o cónyuges.
Casi todas acaban de alguna forma en fracaso, pero el drama pone su interés en todos los factores que llevan a ese momento irremediable en el que algo finalmente se rompe. Los intereses, las ambiciones, los arrepentimientos, los impulsos, las inseguridades que llevan a dos personas a colisionar y acabar con una colaboración profesional, algo que cuando además se trata de Donna y Cameron es dramáticamente íntimo.
Internet is coming
De forma inicialmente paralela hemos visto a Joe en sus cosas. Siendo Joe. Un visionario al que las visiones a veces se le van un poco de las manos. Sigue queriendo formar parte de algo grande y el proceso creativo y analítico del que nos hace partícipes es un gran atractivo.
La temporada quizá ha sido algo torpe manejando el nuevo secundario (interpretado por Manish Dayal) que ha pululado por las tramas, primero como parte de Mutiny y luego como joven prodigio cuya ambición encaja con la de Joe. Ha sido un personaje dibujado de forma dispersa y a veces incoherente que nunca llegó a encontrar su lugar en el conjunto, por lo que su destino no provoca el impacto deseado más allá del efecto que pueda tener en Joe. Ni siquiera eso, diría.
Pero esta trama enlazó directamente con una tanda de capítulos finales fabulosa; de los mejores de la serie. La temporada ha manejado un proceso tal que ha conseguido alcanzar el alto nivel que requería contar una historia tecnológica de tanta dimensión como el inicio de la publicación de la world wide web.
El entusiasmo del grupo a pesar de todas las diferencias, los ejercicios de brainstorming y la puesta en perspectiva de la relevancia del proyecto, el efecto que tiene algo así en las relaciones personales, los discursos inspiradores y grandilocuentes de Joe en el momento justo… son esos elementos que definen a ‘Halt and Catch Fire’ como un drama de época apasionante que consigue equilibrar la relevancia de la ventana histórica que abre y la maduración de los personajes que forman parte de ella.
La tercera temporada de ‘Halt and Catch Fire’ se estrena mañana viernes 2 de diciembre a las 22:10 en AMC España, así que es un momento perfecto para ponerse al día antes de que llegue la ya confirmada temporada final.
En ¡Vaya Tele! | ‘Halt and Catch Fire’, los perfiles de una revolución
