"Las temporadas 8 y 9 son realmente buenas". Jenna Fischer defiende 'The Office' tras la marcha de Steve Carell, y tiene cierta razón

Estaba a gusto en Dunder Mifflin incluso cuando se había ido el jefe. No todos los espectadores pueden decir lo mismo

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Randy Meeks

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Dejé de ver 'The Office' solo unos capítulos después de la marcha de Steve Carell (el inolvidable Michael Scott) al final de la séptima temporada. No es que la serie fuera especialmente mala, pero había perdido a su mayor aliciente: el jefe idiota, dulce e icónico que dio a la serie su razón de ser. Volví para el final de la última temporada, como tantos otros, y a lo largo de los años he ido completando los huecos solo para comprobar que, efectivamente, aunque tiene sus más y sus menos, pega un innegable bajón de calidad y carisma. Bueno, "innegable" para todos excepto para Jenna Fischer.

Best Secretary Ever

Fischer, que interpretó a Pam Beasley durante 188 de los 201 episodios de la serie, ahora tiene un podcast donde desgrana los entresijos de la misma junto a Angela Kinsey e invitados provenientes de Dunder Mifflin (que terminaron su revisión de la serie en octubre de 2024). Y eso, claro, la ha convertido en una experta que lo tiene todo fresco y claro. Tanto, que ha afirmado ahora en el podcast Fly on the Wall que las últimas dos temporadas sin Michael Scott no tienen nada que envidiar al resto.

Eran realmente buenas. Creo que teníamos esta idea, especialmente entre el reparto y los creativos, de que quizá llegamos a nuestro mejor momento en la temporada 3 ó 4. Y creíamos que las dos temporadas después de la marcha de Steve simplemente estábamos achicando agua y quizá no eran tan buenas. Pero cuando lo he visto todo, algunos de mis episodios favoritos estaban en las temporadas 8 y 9 después de que se fuera Steve. Todavía había un montón de tramas increíbles.

Eso sí, también afirma que sus temporadas favoritas son las que van de la 4 a la 6 (también las mías, todo sea dicho) y su episodio favorito el increíble 'Dinner Party', quizá la pieza de humor incómodo más increíble de la historia de la televisión. Francamente, entiendo a Fischer en su defensa -al fin y al cabo, fue productora de la última temporada y tiene su orgullo-, pero el bajón con Will Ferrell es innegable, y después le cuenta remontar hasta un episodio final impecable en una temporada 9 rara pero efectiva.

No es menos cierto que, si 12 años después de su final aún seguimos hablando de 'The Office' es por algo, y no solo porque tuviera capítulos muy buenos a mitad de la temporada 5: es una serie que incluso en sus peores momentos es divertida, y que rara vez resbala hasta el punto de plantearte dejar de verla (más allá de la pena de la despedida de Michael). Con la llegada de su -probablemente fallido- spin-off 'The Paper' este año se solidifica del todo el legado de la serie, imitada mil veces pero nunca igualada. No, ni siquiera en la temporada 8.

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