'La teoría del todo', manipulando a Stephen Hawking y al espectador

'La teoría del todo', manipulando a Stephen Hawking y al espectador

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'La teoría del todo', manipulando a Stephen Hawking y al espectador

Ha llegado un punto en el que la desconfianza es mi reacción ante cualquier biopic, ya que he visto demasiados casos en los que todo estaba al servicio del lucimiento de su protagonista -en algunos casos de forma tan extrema que todo lo demás era de deficiente para abajo-, normalmente con la idea de competir por un Oscar que no sería la primera vez que alguien gana basándose más en que se parezca lo más posible a la persona real, un dato que está claro que también hay que tener en cuenta en estos casos, que por hace runa interpretación realmente fascinante.

Ese era uno de mis grandes miedos con 'La teoría del todo' (The Theory of Everything), el acercamiento cinematográfico a la figura de Stephen Hawking protagonizado por Eddie Redmayne que partía ya como una de las favoritas al Oscar de este año antes incluso de que nadie pudiera verla. Por mi parte, me alegraré si finalmente se va de vacío, ya que es otro de esos casos de película a la que habría suspendido sin dudarlo un segundo por floja y manipuladora de no ser por el buen trabajo realizado por Redmayne y Felicity Jones.

'La teoría del todo', el que mucho abarca poco aprieta

La boda de

Uno de los problemas fundamentales de muchos biopics es que quieren contarnos lo máximo posible de la vida de la persona en cuestión en lugar de apostar por una aproximación más concreta que realmente permita a sus responsables profundizar en su figura. Eso es lo que sucede en 'La teoría del todo', con el agravante de que encima optan porque además todo gire alrededor la faceta menos interesante de la vida de Hawking, la de esposo de Jane Wilde.

Soy consciente de la eterna polémica sobre el machismo de Hollywood y no seré yo el que niegue que hay cosas que es innegable que hay que mejorar, pero yo quería ver reflejada en 'La teoría del todo' la historia de Stephen Hawking, en especial lo que hizo que se convirtiera en una de las mentes científicas más destacadas de nuestro tiempo y no ver cómo eso queda reducido a apuntes sueltos -difícilmente podría ser más decepcionante la escena de la defensa de su tesis y resultan demasiado genéricos todos los momentos en los que da algún discurso explicando o defendiendo sus teorías- porque simplemente es algo que no puede dejarse de lado.

De poco me sirve la excusa de que 'La teoría del todo' parte de un libro escrito por ella, pues en muchos casos el material de partida no es más que una excusa para rodar una película en el que lo que realmente sucedió se adultera sin piedad para ofrecernos un relato con más atractivo para el público. Está claro que eso es lo que sucede en la película, retocándose todo lo que haga falta para mantener ese tono positivo y esperanzador en todo momento que haga más posible que ciertos espectadores caigan rendidos ante sus encantos como “película bonita”.

Decepcionante acabado técnico

Eddie Redmayne es Stephen Hawking en

Tengo que concederle a James Marsh que arriesga algo más en el trabajo de puesta en escena que lo hecho por Morten Tyldum en 'The Imitation Game', el otro gran biopic de la temporada, ya hay ciertas ideas interesantes en lo referido al uso de los primeros planos y los desenfoques, pero, por desgracia, su ejecución es muy mejorable y además son pequeños oasis dentro de un trabajo de dirección peligrosamente cercano a lo telefílmico. También se perciben intentos de alejarse de la rutina en lo referido a la fotografía de Benoït Delhomme, donde hay cambios bastante llamativos para potenciar el mensaje positivo que se quiere transmitir, pero a mí personalmente me descolocó tanto que por momentos me sacaba literalmente de la película.

Tampoco ayuda demasiado que el guión de Anthony McCarten resulte un tanto acartonado y superficial -Hawking es importante porque sabemos que lo es y no porque el libreto lo transmita-, pero aún peor es su tendencia a la cursilería con unos diálogos que si no se perciben tanto de esa manera es por lo bien defendidos que están por sus protagonistas. Además, su constante empeño en emocionar al espectador acaba resultando tan contraproducente que hasta estropea una banda sonora muy estimable de forma aislada, pero cuya utilización dentro de 'La teoría del todo' difícilmente podría ser más efectista.

El amor no todo lo puede

Felicity Jones y Eddie Redmayne en

Stephen Hawking es una persona extraordinaria que consiguió sobreponerse a lo que parecía una sentencia de muerte y salir adelante contra todo pronóstico. Apenas recuerdo un par de momentos en la que realmente se me transmita de forma efectiva lo complicado que fue todo, ya que por lo demás impera un tono manipulador en el que además se dan por sentado demasiadas cosas. Y ojo, eso es algo que también sucede con los vaivenes de la relación entre ellos, donde nunca se entra realmente en el conflicto y da la sensación de que ellos ven lo que está sucediendo como algo inevitable que han de aceptar.

Es cierto que en el caso de ella hay algún intento de desarrollo, pero es que no podrían interesarme menos sus viajes con su amante, mientras que con él llega un punto en el que el hecho de que Redmayne se funda con Hawking y parezca que le estamos viendo a él en pantalla y no al actor resulta secundario ante torpezas como el modo en el que se introduce el personaje de la enfermera con la que acabará intimando. Sólo en algunos instantes en los que todo gira en charlas entre ellos dos se consigue que realmente conecte con lo que sucede, ya que logran hacerlo creíble y que me preocupe un poco por lo que va a ser de ellos como pareja, porque por lo demás Marsh fracasa con estrépito intentando teledirigir nuestras emociones.

En definitiva, 'La teoría del todo' sería una película mediocre -y eso siendo generoso- de no ser por la excelente actuación de Eddie Redmayne y lo bien que le da la réplica una inspirada Felicity Jones. Por lo demás, un relato de supervivencia que nunca llega a resulta emocionante, una historia de amor algo insípida y con la que me fue imposible conectar -aquí he de confesar el conocer un poco lo que sucedió con ellos en la vida fue determinante- y algunos detalles sobre sus logros científicos bastante frustrantes. Me cuesta entender su nominación al Oscar cuando hay no pocas películas de 2014 mucho mejores.

Otra Crítica en Blogdecine: 'La teoría del todo', la mujer de Stephen Hawking' (por Lucía Ros)

Crítica en Xataka: 'La teoría del todo', el amor y la superviviencia de Stephen Hawking (por Juan Luis Caviaro)

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